Celso Gómez Suárez vive en la calle Águila entre Trocadero y Colón en La Habana.
A sus 86 años de edad recuerda cada detalle de su vida como músico junto a Benny Moré, porque fue uno de los fundadores y Saxo tenor en la Banda Gigante del inolvidable Bárbaro del Ritmo.
Celso Gómez Suárez. Foto de Maria Regla Figueroa.
A más de seis décadas de su encuentro con el hijo ilustre de Santa Isabel de las Lajas, este octogenario santiaguero cuenta a Radio Cadena Habana como conoció al Benny:
Fue en Santiago de Cuba después que él llegar de Méjico. Lo recuerdo como si fuera hoy. Corría el 1950. Yo tocaba con la banda de Mariano Mercerón, de quien Benny era amigo, pues habían estado juntos en el país azteca, y muy pronto se estableció un estrecho vínculo entre Benny y yo, a través de la banda de Mariano Mercerón. Hacíamos programas de radio y bailables. Un año después, por discrepancias con la dirección de la orquesta, Benny abandonó la agrupación y viajo a La Habana.
En septiembre de Mil 952 lo hice yo. Ya en la capital supe que estaba en la RHC Cadena Azul con la orquesta de Bebo Valdés y El Batanga. Hable con él y volvimos a trabajar juntos. En ese entonces Benny estaba contratado en el Cabaret Cubana Club, a poca distancia del cabaret Ali bar. Era todo un espectáculo. Allí Benny se recostaba en una banqueta, ponía sus propias grabaciones y hacia dúo con su voz.
Ese era el show. ¡Aquello se llenaba! Hasta en las aceras había público.
¿Cómo llega a este espacio nocturno?
Alipio García, el dueño del Ali Bar, cuando se enteró que Benny estaba en el Cubana Club le propuso duplicarle el pago, si iba para el Ali Bar. Benny accedió, no solo por el salario sino porque las condiciones eran mejores. Un cabaret más grande, de mayor reconocimiento popular y afluencia de público con una orquesta acompañante incluida, de la cual pase a formar parte. Yo era quien conocía, desde que estábamos en la orquesta de Mercerón en Santiago de Cuba el repertorio de Benny, los arreglos, en fin todo aquello que era necesario para el buen funcionamiento de una agrupación. Alipio regateó un poco mi entrada a la orquesta pero finalmente accedió porque esa fue una de las condiciones impuestas por Benny.
¿Por qué Benny decide hacer su propia banda?
Transcurridos unos meses Benny enfrenta algunas dificultades con Ernesto Duarte, quien era director de una de las mejores orquestas del momento. Con esta Benny grababa en la RCA Víctor como artista exclusivo de esa casa discográfico, pero hacía pocos bailables y otras presentaciones en vivo, ya que Ernesto Duarte lo tenía un poco relegado.
Es entonces cuando Benny me llama una mañana y me dice Pacho (como él me decía), ¿por qué nosotros no hacemos nuestra propia banda y así podemos presentarnos en cabarets, bailable, donde nos venga en gana?
La idea la encontré muy atinada. Le ayude a buscar a los músicos y formamos la Banda.
¿Quiénes la integraron?
En las cuerdas de metales estaban Alfredo Armenteros, Rabanito, Domingo Corbacho, José Miguel Gómez y Alberto Limonta. En el piano Eduardo Cabrera, en los bongoes un músico al que le llamábamos Chicho, en la tumbadora, Chapoteen Alias Tabaquito, en la batería Orlando La serie, quien devino en un popular cantante. Miguel Franca, Santiago Peñalver, Roberto Barreto, Virgilio Bizama y yo en los saxofones. En los coros Fernando Álvarez y Enrique Benítez.
El director musical era Eduardo Cabrera quien era además arreglista.
¿Con la banda qué países visitaron?
Estuvimos en Colombia, Venezuela, Estados Unidos, Jamaica, Haití. Recuerdo que en Haití, fuimos invitados por el entonces presidente del país Françoise Duvalier para actuar en una recepción privada, a la cual asistirían ministros, miembros del cuerpo diplomático, empresarios y otras personalidades de ese país.
La fiesta era en una finca. Todos fuimos excepto Benny.
Después de 2 horas de espera salimos a buscarlo y lo encontramos sentado en uno de los barrios pobres de la ciudad, cantando y tocando la guitarra. Cuando le pregunté por qué no había asistido a la recepción respondió: “porque me
siento mejor aquí cantándole a estas gentes” Ese mismo día a Benny lo montaron en un avión y lo enviaron para Cuba. A nosotros nos mandaron un día después.
¿Qué le demostró la actitud asumida por Benny?
Su calidad humana, desinterés material, humildad y valentía porque aquello podía ocasionar un problema político de consecuencias insospechadas.
Tantos años junto a Benny le deben haber convertido en testigo de muchos actos como este. ¿Recuerda otra anécdota?
Cuando comenzó la banda, el dinero se repartía en partes iguales y fuimos los músicos quienes acordamos que Benny debía ganar el doble de lo devengado por cualquiera de nosotros. El no quería pero lo aceptó porque se lo impusimos. Un día nos reunimos 3 de la orquesta, Rabanito, Barreto y yo. Sacamos cuenta y vimos que Benny ese año ganó 64 mil pesos. Sin embargo no tenía ni un centavo. ¿la razón? Ayudaba económicamente a muchas personas.
Usted por ejemplo se le acercaba y le decía, Benny tengo una receta y necesito 2 pesos para comprar la medicina, y Benny sin conocerlo se metía la mano en el bolsillo y le daba 20 y decía “el vuelto inviértalo en comprar comida o lo que necesite !Ah y no me debe nada!
Recuerdo también que a uno de los integrantes de la Banda le compró un saxofón en 400 pesos y cuando el muchacho se lo fue a pagar no aceptó el dinero.
En cuanto a las condiciones vocales, ¿Cómo lo recuerda?
Era increíble, a pesar de no tener formación académica, era tremendo músico. En una ocasión le expresó al director de orquesta Enrique González Mántici su deseo de estudiar música y este le dijo “tú eres un genio innato, a lo mejor estudias música y entonces no haces las cosas tan extraordinarias y espontaneas”.
Adolfo Guzmán, catalogado como genio de la muisca, también le dijo “No intentes ahora aprender música, porque vas a querer ajustarte a la técnica y a las reglas y entonces no harás lo que hasta ahora has hecho, porque lo que tú haces es natural, Dios te lo dio”
En otra ocasión el tenor mejicano Pedro Vargas en medio de una grabación le escribió algunas notas musicales, en papel pautado para hacer las voces. Benny medio sonriente miró la hoja lo miró a él y le dijo: “Maestro, usted me perdona pero de esas letricas no entiendo nada. Arranque usted adelante que yo lo sigo”. Así se hizo. La grabación fue maravillosa. De ahí salieron temas muy populares, como “Obsesión”. Pedro Vargas quedó admirado y manifestó “Lo de Benny es algo asombroso”.
Quienes le conocieron hablan de sus cualidades como director de orquesta, ¿Qué cree de esa faceta?
Tenía un oído privilegiado. Cualquier anomalía, nota falsa u otra irregularidad no pasaba inadvertida por simple que fuera. Movía la cabeza, se agarraba la oreja y cerraba un ojo para significar que algo andaba mal, acto seguido se viraba para el director musical y le decía “Cabrerita, revisa, revisa que algo no marcha bien”.
Benny Moré.
¿Qué representó la muerte de Benny para usted, después de tantos años de amistad?
Fue un golpe terrible. Ya yo no estaba en su banda pero las relaciones continuaban igual. Entonces yo trabajaba en el show del Hotel Habana Libre.
Fue Alberto Limonta, quien me dio la noticia. ¡ No lo quería creer! Hable con Martha Denis la productora del espectáculo y fui para el hospital Emergencia. Cuando llegué tenían el cadáver envuelto en una sabana. Allí estaban familiares y amigos. El pueblo llegó masivamente cuando conoció la noticia por los medios de prensa.
Mi hermano Mauro, que continuaba con la banda, unos días antes de su deceso me dijo: “En Palmira, Benny fue dos veces atrás del escenario y vomitó sangre”. Me alarmé mucho pero nunca pensé que aquel era el final.
Con ojos llenos de lágrimas Celso agrega: “Benny fue un músico de talla extra, con elevados valores humanos, catalogado entre los más grandes de todos los tiempos”.
Benny Moré falleció el 19 de Febrero de 1963 en La Habana.
Por María Regla Figueroa Evans.