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Vocal Sampling: más de 25 años a capela

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La música vocal cubana de pequeño formato ha sido reconocida en diferentes épocas por agrupaciones que han dejado profundas huellas en el mundo sonoro de esta isla.

Un lugar muy especial en ese catálogo lo ocupa Vocal Sampling.

René Baños

René Baños, director de Vocal Sampling

Aproximarnos a la obra de esta agrupación a través de su fundador y director, René Baños, ha sido una gran oportunidad para Radio Cadena Habana.

Vocal Sampling suma más de 25 años de quehacer exitoso en la isla y fuera de nuestras fronteras.

¿Es cierto que el grupo surgió como una especie de broma?

Todos los integrantes del colectivo estudiábamos en el Instituto Superior de Arte (ISA), nos conocimos, nos gustaba divertirnos y encontramos esta manera de entretenernos. Imitábamos los sonidos de los instrumentos con la voz, pero no aspirábamos a nada.

Luego decidimos hacer un acercamiento vocal a la música tradicional cubana con las voces reemplazando todos los medios. Aunque todos estudiamos algún instrumento, y no teníamos conocimientos de canto, preferimos el estilo a cappella. Así que con nuestras voces y manos, sin el empleo de ningún sintetizador, logramos hacer la sonoridad de una orquesta completa.

¿Hay algún secreto sin revelar acerca de cómo han logrado mantenerse unidos?

En todos estos años hemos trabajado mucho. Hemos buscado ideas para plasmar en discos, en espectáculos, en las puestas en escena. Desde que surgimos en La Habana en 1989, hemos hecho varios discos y nos presentamos en numerosos eventos en la isla y en otras naciones.

Por lo general, hacemos adaptaciones de música tradicional cubana y de la Nueva Trova. También tenemos composiciones originales y en algunos de nuestros discos, como Akapelleando, realizamos versiones de música de otras culturas. Esa es la idea, siempre estar buscando entre todos, cómo renovarnos.

Algo que llama la atención es que han sido pocos los cambios dentro de la agrupación en más de dos décadas.

Siempre hemos sido seis hombres los integrantes de Samplig y seguimos siendo seis. El repertorio sí lo ampliamos. Hace poco trabajamos en dos discos en los que incluimos temas nuevos, mientras mantenemos muchas de las piezas que ya el público nos pide en cada presentación.

¿Qué tipo de música aparece en estos fonogramas?

Uno de estos es mayoritariamente de música popular cubana y el otro lo hemos hecho con un proyecto que, desde hace algún tiempo, veníamos planificando. Finalmente logramos materializar la idea.

Es de música clásica contemporánea, compuesta por autores cubanos, sobre todo. Igualmente cantamos algunas obras de Koplan y Strauss. Pero, fundamentalmente, música contemporánea clásica.

Haber sido invitados por Leo Brouwer al Festival Las Voces Humanas en el 2015, demuestra la calidad de Vocal Sampling y la confianza que ha ganado la agrupación por su labor. No es raro entonces que sea considerado por el diario inglés The Times como “uno de los exitosos grupos vocales del mundo”, o con “el poder del talento para crear momentos mágicos en la escena” por la reconocida publicación estadounidense Los Angeles Times.

Como director del colectivo, ¿qué consejos prácticos considera René que aseguran larga vida para una agrupación vocal?

Yo considero que trabajar es lo fundamental. Pero como nuestra herramienta principal es la voz, debemos cuidarla.

La emisora de la música cubana agradece a René Baños, director de la agrupación Vocal Sampling, por permitirnos acercarnos a su obra. Les deseamos éxitos en sus próximos proyectos y les recordamos que las puertas de Radio Cadena Habana siempre están abiertas para ustedes.

Por Katia Camejo Montpeller.


Eduardo Arrocha: sabiduría e imaginación

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Podemos afirmar que durante décadas la imagen de la danza y el teatro contemporáneos cubanos mucho le deben al diseñador Eduardo Arrocha.

Eduardo Arrocha

Eduardo Arrocha, diseñador y teatrista cubano

Gran sabiduría e imaginación acompañan a este creador, Premio Nacional de Teatro 2007 y Premio Nacional de Diseño 2013.

Para Radio Cadena Habana es un verdadero honor la oportunidad de dialogar con el eminente artista, Director Técnico y Diseñador General de la agrupación Danza Contemporánea de Cuba.

Sabemos que usted nació en la legendaria villa habanera de Guanabacoa, cuna de grandes cultores de las artes.

¿Cuánto considera que le aportó a su obra esa pintoresca localidad?

Realmente fui muy feliz en mi niñez y eso me ha permitido mantener siempre un gran sosiego para trabajar. Recuerdo mi vida en aquellos años y le aseguro que era un muchacho como los demás. Tenía numerosos amigos en el barrio y mi madre me castigaba por mis escapadas. Nos íbamos a cuatro kilómetros de la casa para bañarnos en la costa del poblado de Cojímar.

Cuando crecí un poco ya hacía mis primeras obras de la plástica y logré participar en una preparación para dibujantes que iniciaron en el Liceo Artístico y Literario de Guanabacoa. Fue ese curso el que luego dio paso a la Escuela de Artes Aplicadas Concha Ferrant, en la propia villa y allí empecé también a interesarme por el teatro.

¿Arrocha usted tuvo alguna influencia familiar para su trabajo artístico?

En mi familia el único con esas inquietudes era yo, pero en mi hogar no había posibilidades de pagar estudios de arte, porque eran caros y decidí dedicarme a otra carrera, que fue la de Ciencias Comerciales. Pero casi no trabajé en esa profesión después de graduarme.

Luego pude estudiar en la Academia Nacional de Bellas Artes de San Alejandro. A la vez, empecé a trabajar en la publicidad y lo mismo dibujaba un mueble, una sábana o una cuchara, además,  todo eso se publicaba en los periódicos. A mi llegada a Cuba, tras un viaje a Europa para prepararme como pintor profesional, me alertaron de que no era pintor, era diseñador.

Eduardo Arrocha ha realizado unos cuatrocientos diseños de escenografía, vestuario e iluminación para diversos géneros y con los más importantes grupos teatrales o danzarios de Cuba.

Asimismo, en casi 8 décadas de vida, participó con su arte en unas quince películas de la cinematografía cubana, en una carrera que inició con apenas 22 años de edad.

¿Cómo comenzó el vínculo del joven diseñador al teatro?

Pues me vinculé a través de una muchacha amiga. Y fue tan amiga que después fue mi esposa y desde hace más de medio siglo mantenemos un matrimonio, un hogar y una familia.

La enorme generosidad, honestidad y rectitud de Pascual Eduardo Arrocha Fernández son reconocidas dentro y fuera de Cuba. No solo lo avalan importantes premios, también muchos trabajos encargados por quienes han marcado la cultura cubana, como Ramiro Guerra, Alicia Alonso, Santiago Alfonso, Eugenio Hernández Espinosa y Abelardo Estorino.

Dicen los que lo conocen que sigue siendo un apasionado de su tierra natal y así lo refleja en un documental que le hicieron hace unos años.

En ese audiovisual yo hablo de mis vivencias en Guanabacoa, entre otros recuerdos, me refiero a cuando mi madre me llevaba los domingos a la Parroquia y a mis juegos en la glorieta del Parque José Martí.

Confieso que allí muy pequeño entendí lo que era el color, porque mi madre nos explicaba a mis hermanos y a mí. Señalo cómo conocí a grandes personalidades, entre ellos a Bola de Nieve, muy amigo de mi familia.

Y como hace años no vivo en la villa, al ver todo el tiempo que dedico a hablar de esa localidad, me dicen mis amistades que yo no parecía un guanabacoense ausente, si no presente.

¿Se reconoce Eduardo Arrocha como un hombre feliz?

Sinceramente no me ha ido mal en la vida. He logrado gran reconocimiento profesional. Tengo amigos que me quieren mucho. Mi obra la he presentado en varios países. La vida me ha dado un zarpazo más o menos, pero las compensaciones me han hecho un hombre feliz.

Radio Cadena Habana agradece a Eduardo Arrocha por su tiempo, le desea que continúe feliz y llenándonos de su arte.

Por Katia Camejo Montpeller.

Lo que usted no conoce de Sindo Garay

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En este trabajo usted conocerá facetas inéditas de su vida, contadas por su nieto Rodolfo, quien confesó a Radio Cadena Habana que su abuelo es de ascendencia aborigen.

Siempre sintió gran admiración por todo lo relacionado con los aborígenes cubanos, por eso a sus 5 hijos los inscribió con los nombres de Guarionex, Guarina, Hatuey, Anacaona y Caonao, conocidos nombres aborígenes.

Sindo Garay

Sindo Garay fue un músico cubano que sin contar con formación académica, supo ganarse un sobresaliente lugar en la trova tradicional.

¿En qué medida la impronta aborigen es perceptible en la obra de su abuelo?

En la totalidad de sus canciones siempre hay algún elemento indígena. Ejemplo de ello es “Al Camagüey” conocida además como “Aún quedan indios” , escrita  en 1917. Es un tema  con su génesis en un atropello a la población indígena de esa región del país. Posee un contenido patriótico, no es conocida, aunque se recoge en cintas magnetofónicas.

Gracias a la labor de rescate de la EGREM, de más de 100 títulos de Sindo, muy pronto estará a disposición de la población.

Muchos llaman a Sindo compositor prolifero, por el elevado número de obras. ¿A qué edad comenzó a componer?

Compuso su primer bolero a los 12 años y lo tituló Quiéreme trigueña. Lo dedicó a una descendiente de aborígenes de la zona de Baracoa, que vio por segunda vez en ocasión de un viaje a Guantánamo que hizo junto al compositor Pepe Sánchez para que  los trovadores de allí  lo conocieran. Por  esos días Sindo se iniciaba  en el mundo de la música. “Quiéreme trigueña” tiene un texto muy simple, pero refleja la influencia de los cantores santiagueros de la época.

¿Qué otras historias denotan su inteligencia musical?

El hecho de aprender a ejecutar la guitarra a los 9 años, de oído, lo que representó una sorpresa para amigos y familiares. Fue con la guitarra de Pepe Sánchez quien acostumbraba a dejar el instrumento en la casa de mis bisabuelos, lugar de tertulias, reuniones trovadorescas e independentistas, pues tanto Pepe Sánchez como los padres de Sindo, tenían vínculos con miembros del Ejercito Libertador.

¿Qué representó Pepe Sánchez para su abuelo?

Fue su primer y único maestro de guitarra, y lo hizo sin métodos académicos, simplemente transmitiéndole sus experiencias que eran bastante amplias.

Su entusiasmo por la música creció junto a las composiciones que fueron más periódicas. Entonces tenía 14 años y compuso el tema “Adiós ingrata”, texto de clarísima señal romancista símbolo de  todas sus creaciones. Pero a pesar de sus inclinaciones musicales tuvo que abandonar  ese mundo, ¡que no daba ni para comer!. Eran 4 hermanos, los padres y una  la situación económica difícil. Había  que dedicarse a algo más que al universo de la composición y las cuerdas, porque eso no llenaba el estómago.

¿A qué actividad se dedicó?

Se vinculó con los circos que por esa época eran itinerantes. Entró en ese mundo, haciendo algunas maromas, y tocando la guitarra. Hasta  los 18 que se enlazo de manera oficial con las actividades circenses. Trabajo como Payaso.

Lo aprendió con el Bufo Pito, quien era  de origen brasileño, pero muy popular en Cuba por esa época. Hacia también un número llamado “la percha japonesa”, consistía en que un forzudo sostenía sobre uno de sus hombros una pértiga de 5 ò 6 metros de altura por donde mi abuelo subía hasta llegar a lo más alto. Allí hacía ejercicios acrobáticos, algo que resultaba cómodo para el forzudo, teniendo en cuenta la estructura corporal de mi abuelo. Era delgado y pequeño.

¿Qué otros beneficios le trajo el circo además de los salariales?

Tuvo la posibilidad de viajar por varios países de América Latina, desde América Central hasta el sur del continente, alternado sus actividades circenses con sus canciones. En uno de esos viajes conoció  una estrofa de uno de los versos de la poetisa puertorriqueña Lola Rodríguez de Tiola, la que utilizó en la primera parte de su mundialmente conocido bolero “La tarde”.

Posteriormente en su andar por los llanos de Venezuela conoció  otro verso anónimo que incorporó también al bolero, en su segunda parte. Este detalle mi abuelo casi lo había olvidado, tanto es así, que en muchas ocasiones al hacer referencia a La Tarde manifestaba: ¡Ese texto es del compositor Amado Nervo!… Pero realmente es anónimo. Sucede que al agregársele la música ambas rimas empastaron tan bien que nadie advierte la mano de 2 poetas diferentes. Es uno de sus boleros más reconocidos.

Llamó la atención de los grandes compositores  cubanos Ernesto Lecuonay Gonzalo Roig. A este último le fue dedicado.

¿Cuál fue la reacción de ambos compositores al escuchar el bolero?

Mi abuelo siempre  contó que Roig le dijo ¡cuánto me hubiera gustado escribirlo yo”! , y Lecuona lo calificó de milagro, de composición perfecta. Elogios que en boca de ambos compositores avalan el mérito poético y sonoro del bolero.

Este tipo de maniobra como podemos llamarle, a utilizar en un tema musical textos de dos poetas mi abuelo lo hizo en otra oportunidad, al componer el tema “El Erial”. Ahí utilizó estrofas de los poetas españoles  Gustavo Adolfo Becker y Pedro Mata.Pero a pesar de haber un empaste sonoro perfecto, la segunda estrofa ha llamado la atención de muchos, por el trato que en ella se da a la mujer, al decir: “Mujeres infames seres,  que perturbaron mi vida, menos tú, que tú  no eres,  como las demás mujeres, madre del alma querida. Quien conoce medianamente la obra de mi abuelo encuentra en estos versos una total dicotomía con el resto de sus textos. En ellos mi abuelo exhibe a la mujer como un ser adorado, merecedor de elogios y odas, a pesar de haber tenido sus encontronazos con ellas.

Creo que luego de esta entrevista todos sabrán por qué las palabras de la segunda estrofa, no concuerdan con la manera de escribir de mi abuelo al referirse a  la mujer.

El encuentro entre Manuel Corona y Sindo Garay. Cómo fue.

Fueron  muy amigos, se conocieron en un café ubicado en las calles Egido y Merced, en La Habana Vieja. Corría el año 1913 y Corona le compuso a mi abuelo un bolero cargado de alabanzas. Pero como la situación en La Habana era cada vez más difícil  mi abuelo tuvo que regresar a Santiago de Cuba. Bajo esa circunstancia de presión e inconformidad, compuso un bolero que tituló “Adiós a La Habana, que al parecer molesto a Corona. Este ripostó con el título, ¿De qué te quejas bardo sublime? Al  conocerse el tema en Santiago de Cuba, Amado Manuel Cardona, reconocido músico santiaguero,  salió en defensa de Sindo con el bolero “Sindo sublime”, pero le proveyó un sentimiento tan regionalista, que aquello fue una explosión, creando una situación tan difícil que la secretaría de gobernación prohibió las controversias entre trovadores. Mi abuelo de manera particular también le puso coto a la situación con la canción “Habana querida” una de las que está en proceso de recuperación por la discográfica   EGREM.

Después de este incidente  sonoro ¿cómo se manifestó el desarrollo musical de Sindo?

En 1918  compuso Mujer Bayamesa, conocida como su gran canción, a lo que Corona respondió con el título La Habanera. En 1920 compuso Rayos de Oro, y Corona nuevamente responde con Rayos de Plata. Después mi abuelo hizo un bolero cuya grabación con sus hijos se conserva:“Merceditas” y Corona hizo uno titulado “El último adiós a Mercedes”. Esta representó la última respuesta de Corona a Sindo. Y Como alega nuestro investigador musical Lino BetancourT: !Esas son cosas de la trova!

Existe algún periodo  en el que Sindo se haya destacado en cuanto al número de composiciones?

Mi abuelo se movió indistintamente por todo el país. En varias ocasiones se radicó en La Habana, regreso a Santiago de Cuba. ¡No podía estar quieto!  Pero realmente sus mejores boleros y la mayor cantidad de ellos los hizo en la capital, después de la década del 20.  Ejemplo es  “El Huracán y la Palma”.

¿Qué motivó a Sindo a relacionar el Huracán y La Palma. Dos elementos  tan diferentes?

Luego de los sucesos del ciclón  mil 926, en una de las revistas de la época se publicó la  foto de una palma  atravesada por un pedazo de madera, allá  en la zona de Batabanò, como muestra de la fuerza de los vientos. La foto impactó a mi abuelo que en una traslación poética  vio en aquella palma herida por el madero a Cuba, herida y mancillada. Es una canción bellísima.

¿Cómo fueron las relaciones de Sindo con sus hijos?

En la medida que crecieron mi abuelo los adiestró en las cuestiones de la trova. Los trajo para La Habana.  Primeramente fue a Guarionex, después a Guarina, la hembra cantante y a  Hatuey,  quien cantaba y tocaba el serrucho. Un serrucho de carpintero al que sacaba bellas melodías acompañado por un arco de violín.  Ellos actuaban junto a mi abuelo,  hacían voces segundas y terceras. Los otros dos hijos no siguieron el camino de la música.

De la esposa de Sindo, tu abuela, ¿que conoces?

Mi abuela se llamó María Petronila Téllez .Era  originaria de Republica Dominicana. Descendiente de los indios del Sibao y de aztecas. Fue la madre de los 5  hijos de Sindo. Sucede que esa vida itinerante de mi abuelo ella no la resistió y en el año 1911 regreso a su país. Mi abuelo se hizo cargo de sus hijos no obstante continuó su vida de bardo. Vivió en La Habana en múltiples sitios. El mismo se construía sus casitas. Hizo una en el Cerro, en lo que hoy se conoce como Tulipán y Clavel.  Vivió también frente al cementerio de La Lisa y de igual forma estuvo un tiempo en la casa del trovador habanero  Nene Enrizo. En el año 1961, la compositora cubana Tania Castellanos y dirigentes del Sindicato de Artistas de la provincia de Oriente, hablaron  con el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, para otorgar a Sindo una vivienda decorosa, donde pudiera hacer un trabajo de recuperación de toda su música, entonces dispersa, a consecuencia de la vida que llevó. Fue así como mi abuelo se radica definitivamente en esta casa del Vedado capitalino, donde vivió aproximadamente 10 años hasta el momento de su desaparición física.

En esta casa no compuso por la avanzada edad. Su última canción  “El Testamento  Lirico”, fue creada en 1955, de ella no se guarda grabación, aunque en Cuba hubo un tenor que la cantó mucho.

En el trabajo de recuperación musical ¿quiénes acompañaron a tu abuelo?

El Maestro Leo Brouwer, y Jesús Ortega, quienes trabajaron muchísimo en esta labor de recuperación, entre otros músicos, clásicos y trovadores. En esa época mi abuelo  padecía de artrosis generalizada y a consecuencia de un accidente en el dedo anular de su mano izquierda tratando de arreglar mi bicicleta, no pudo volver a tocar la guitarra  nunca más. Aquello no lo amilanó. Recuerdo que como  no podía mostrar en la práctica donde quería poner ciertos y determinados acordes, entonces dictaba lo que deseaba. Un día uno de los músicos no conseguía poner el acorde en el sitio exacto. Se sintió presionado y le dijo a mi abuelo. ¡Sindo eso que usted quiere es imposible, no cabe en el brazo de la guitarra! Automáticamente mi abuelo cogió  la guitarra y aún con las dificultades en su dedo anular, logró poner el acorde donde quería.  El músico entonces le dijo ¡Coño Sindo quien iba a pensar que eso era lo que usted quería. A lo que mi abuelo le respondió: El problema es que en el brazo de tu guitarra ese acorde no cabe, pero en el mío si:

Rodolfo guardo  con celo durante mucho tiempo varias de las obras de su abuelo, a la espera de poderlas recuperar. Finalmente la Casa discográfica EGREM asumió  la encomienda, ahora en proceso.

Solo falta esperar para disfrutar de una obra imperecedera por sus valores poéticos y musicales

Por María Regla Figueroa Evans.

Irene Rodríguez: “la danza española en Cuba está bañada de lo africano

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Lo español está en la vida de los cubanos, en nuestro arte, que se refleja fundamentalmente en la música y la danza, donde sentimos orgullo de varias compañías y de notables bailarines como la joven Irene Rodríguez.

Irene Rodríguez

Irene Rodríguez, directora, coreógrafa y primera bailarina de la compañía que lleva su nombre

Con esta directora, coreógrafa y primera bailarina de la compañía que lleva su nombre, conversó en exclusiva Radio Cadena Habana.

Sabemos que antes de dedicarse al baile español, usted asistió a cursos de ballet clásico, ¿cuándo decidió cambiar su rumbo en la danza?

Le confieso que el paso por la danza clásica fue importante para mi formación, pero lo que me gustaba era el baile español y me escapaba de las clases para los salones donde se impartía lo que yo quería hacer realmente.

Al fin terminé la escuela profesional de danzas españolas, y me incorporé al Ballet Español de Cuba, como primera bailarina y profesora.

A pesar de su juventud, Irene tiene muchas responsabilidades. Es directora de una escuela que ha creado, profesora de danzas españolas y directora de esa cátedra en la Escuela Nacional de Ballet, asesora del repertorio de danzas españolas del Ballet Nacional de Cuba y directora artística del Festival la Huella de España.

¿Pudiéramos afirmar que desde muy temprano su vocación y su entrega le ganaron la confianza y el respeto para asumir tales roles?

Muchas personas confiaron en mí, entre ellas la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, así como Ramona de Saá, directora de la Escuela Nacional de Ballet, y la subdirectora, Marta Iris. Son personas a quienes agradezco por haber puesto en mis manos retos como estos, que de alguna manera he podido cumplir.

Y luego surgió la idea de crear su propia compañía, ¿diríamos que la misma se destaca por su trabajo renovador?

Hace casi 5 años decidí abrir mis propias alas y formé mi propia compañía, con mi manera de crear. A través de ella la danza española se ha colocado en un nivel mucho más contemporáneo, respetando lo auténtico del género y manteniendo sus cuatro estilos.

Hablar con Irene Rodríguez es sentir lo español a flor de piel, como sabe trasmitirlo en su obra y en sus clases. Quizás por eso ella mejor que nadie puede referirse a la Escuela Cubana de Danzas Españolas.

Ya existe esa escuela. Aunque nosotros nos entrenemos con las mismas técnicas de los conservatorios en España, le impregnamos a todo eso una esencia diferente a la que tiene en aquella nación europea. Aquí esas danzas están bañadas de lo africano y de todas las culturas que nos han enriquecido como nación y como pueblo.

La escuela de Irene Rodríguez permite continuar nutriendo de bailarines a su compañía, en este sentido, ¿puede revelarnos sus mejores experiencias?

Lo más agradable es que a uno le guste el magisterio y tener a niños con tanto talento delante y tan esforzados. A veces los veo y me asombran. Quisiera que muchos profesionales bailaran como ellos.

Hablar con esta talentosa joven es también conocer cómo la música cubana forma parte indisoluble de su compañía.

Nuestra propia cubanía, desde todos los aspectos, desde la cadera hasta el batá está en nuestras coreografías. El último gaitero es un ejemplo de esto.

Esa obra estaba llena de gaitas y tenía un tambor batá. Ese gallego se radicó en la isla, por tanto su gaita no sonaba como en España. Tenía el asentamiento musical de un tambor batá, que es símbolo de cubanía.

Y mientras nos despedimos de Irene Rodríguez, le agradecemos por su tiempo y le deseamos éxitos en sus nuevos proyectos.

Por Katia Camejo Montpeller.

25 Festival Internacional de Ballet de La Habana “Alicia Alonso”

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El desfile inaugural del 25 Festival Internacional de Ballet de La Habana  “Alicia Alonso” (28 octubre- 6 de noviembre) está a cargo del importante corógrafo cubano Alberto Méndez, con la participación de centenares de personas.

En diálogo con Radio Cadena Habana (RCH), en la sede de la compañía, el maestro explicó: “Voy a montar el desfile con la Cátedra de Ballet que funciona aquí, más los estudiantes de la Escuela Nacional de Prado, elemental y medio, y todo el elenco de la compañía. Creo que es un tour de force porque son alrededor de 500 personas, entre ellos niños y adolescentes”.

Acerca de las características del desfile adelanto que “No hay nada exactamente nuevo. Algunos cambios, ajustes, ideas nuevas. No quiero que sea una repetición de los desfiles anteriores que yo he hecho. La música me fue ofrecida, una marcha de la opera Tannhäuser de Wagner, dura alrededor de seis minutos y la voy a utilizar tal cual”.

Alberto Méndez.

En el programa de la gala inaugural de la fiesta habanera de la danza mundial se incluye una pieza del también Premio Nacional de Danza: “Vamos a reponer Vals, con música de Gounod, una obra que monté con (los primeros bailarines) Maria Elena Llorente y Lázaro Carreño, después hice una segunda versión con Lorena Feijoo y Rolando Sarabia, y ahora una tercera con Gretel Morejón y Rafael Quenedit”.

Alberto Méndez es el creador de coreografías que ocupan un lugar cimero en el Ballet Nacional de Cuba y han  sido montadas por él en otras compañías de fama mundial, como es el caso de Tarde en la Siesta, un ballet con música del internacionalmente conocido compositor cubano, Ernesto Lecuona.

Interrogado por la emisora de la música cubana (RCH) el maestro Méndez habló acerca de las obras que ha montado con Lecuona: “Creo que la primera fue Tarde en la siesta, después En la noche azul, con arreglos del maestro Félix Guerrero, y después hice otra con obras de Lecuona, con él al piano, que se llamó In the middle of the sunset, se estrenó aquí, pero fue hecha específicamente para United we dance en San Francisco California con motivo del 50 aniversario de la ONU”.

El internacional corógrafo también recordó que cuando montó Tarde en la siesta “fue con discos de placa, pero ahora se han hecho ediciones de obras de Lecuona, casi toda la pianística, en CD.

Para mi siempre la interpretación de Lecuona es única porque además, una cosa muy simpática, él no siempre tocaba lo que había escrito, pero era su obra y él hacia lo que quería. De eso me entere después”.

Alicia Alonso.

Alberto Méndez presentará en el Festival su primera exposición de pintura, La danza imaginada, con 30 obras en el vestíbulo del Gran Teatro de La Habana “Alicia Alonso”, con la curaduría del diseñador del Ballet Nacional de Cuba, Ricardo Reymena. “Un performance con bailarines que ayudan a dar otro sabor”.

El 25 Festival Internacional de Ballet de La Habana, uno de los eventos más antiguos y prestigiosos del mundo de la danza, reunirá a participantes de 16 países, entre ellos, 20 bailarines de primer nivel y más de 10 representaciones de compañías extranjeras.

Por Nancy Lescaille.

Alicia Alonso debuta como Giselle, una fecha y una historia imprescindible

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Hay personas imprescindibles para la historia, a veces, por el hecho casi imperceptible de contar un acontecimiento, pero cuando el suceso trasciende, hace que el narrador sea parte inseparable de este, es así como el mundo sabe de Miguel Cabrera, historiador del Ballet Nacional de Cuba.

En exclusiva para Radio Cadena Habana él nos revela cuál fue su primera investigación para la compañía danzaría más destacada de nuestro país:

Alicia Alonso y Miguel Cabrera.

En la Universidad de La Habana yo estudiaba Historia. Veía el ballet y había visto a Alicia Alonso interpretando Giselle. Pero estaba haciendo una investigación sobre la compañía que ella dirigía y me doy cuenta que no aparece la fecha en que ella bailó esa obra por primera vez. Ese día era un misterio.

Para quienes se interesan por el arte de las zapatillas y las puntas, vale apuntar que representar Giselle está considerado la cúspide de la carrera de las bailarinas, si logran una interpretación convincente. Y Alicia Alonso logró tal hazaña en circunstancias muy especiales, lo que contribuyó a que el hecho pareciera leyenda.

Miguel, ¿cómo recuerda su primer encuentro con la directora del Ballet Nacional de Cuba?

La admiraba desde niño. Fui varias veces y un día, en que se quedó sola, me le acerqué y le conté que era un estudiante que hacía una cronología sobre su obra y no encuentro cuando usted interpretó Giselle por primera vez. Ella me miró y me dijo: si usted supiera que yo tampoco me acuerdo.

Pero un historiador es alguien que nunca deja de profundizar en cada acontecimiento, por conocido que le resulte a la mayoría. De ahí que Miguel Cabrera hizo cuanto llegó a su imaginación, escuchó a las personas más cercanas a la diva de la danza en la Isla y, al no detenerse, muchas puertas se abrieron como las de Ángela Grau.

¿Cuánto ella contribuyó en su búsqueda?

Era la subdirectora de la compañía en 1968, cuando yo hacía la investigación. Me abrió las puertas de su casa, donde había archivos hechos por los padres de Alicia Alonso. Estuve allí meses, hasta que en una carpetica encontré originales de periódicos, en los que se comentaba el famoso debut de Alicia en el Metropolitan Opera House de Nueva York, el 2 de noviembre de 1943.

A partir de entonces entidades culturales nacionales celebraron la singular efeméride y para Miguel cabrera también la fecha cobró una importancia extraordinaria.

¿Qué es para usted la fecha del 2 de noviembre?

Una fecha que me toca por varias razones. Como amante de la cultura, de lo que Cuba ha aportado a la danza mundial con esa interpretación de Alicia y, además, porque esa participación mía, hizo que Alicia y Fernando Alonso me invitaran a trabajar con ellos en el Ballet Nacional de Cuba. Desde entonces permanezco aportando todo lo que mi labor me permite.

La fecha, que acabamos de conmemorar en una función única en el 25 Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso, es recordada también porque nuestra prima ballerina assoluta hizo el debut en circunstancias especiales.

Es cierto. Ella lo hizo después de año y medio de reposo, por su cirugía de los ojos. Fue su retorno a la danza y lo ejecutó con solo cuatro ensayos para una obra tan complicada. Fue el testimonio de la victoria de un ser humano sobre la adversidad. Con esa actuación ella puso en el mapa mundial del ballet no solo a Cuba, también a Latinoamérica.

Mucho ha dado de que hablar Alicia en su más celebre rol. Por ejemplo, ella rompió tabúes al demostrar que una bailarina de origen latino podía alcanzar los más altos niveles de excelencia. Hasta ese momento era algo reservado, casi exclusivamente, para intérpretes eslavas o anglosajonas, según indica el propio historiador en su libro Alicia Alonso, la realidad y el mito.

Miguel Cabrera es un hombre imprescindible, porque él mismo tiene como lema saberse útil:

Yo soy muy martiano y el Apóstol dijo que todo aquel que ha sido útil, es sagrado. Si lo consideran así, creo que estoy cumpliendo con la obra de mi vida.

Radio Cadena Habana agradece a Miguel Cabrera su tiempo para esta publicación y todo lo que sigue aportando a la historia de esa extraordinaria institución que es el Ballet Nacional de Cuba.

Por Katia Camejo Montpeller.

Lo real y lo maravilloso del arte de Roberto Chile

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Una muestra fotográfica titulada Lo real y lo maravilloso, instaló en el museo de la villa habanera de Guanabacoa el realizador cubano de audiovisuales Roberto Chile, a propósito del 23 Festival de Raíces Africanas Wemilere.

En entrevista exclusiva para Radio Cadena Habana el connotado artista explicó los detalles de esta exposición.

Realizador de audiovisuales Roberto Chile.

¿Esta muestra guarda relación con las anteriores que ha exhibido en Guanabacoa y en otros sitios de Cuba y del mundo?

En este caso, presento un adelanto de la exposición Somos, proyecto que llevo trabajando hace mucho tiempo y que cristalizará el año próximo, aunque se ha exhibido en Nueva York y en Alemania. Va a salir en grande en el 2017 y ahora reuní un grupo de fotografías que tuvieran que ver con la obra de un artista de la plástica Erick Olivera Rubio, invitado por mí a la muestra.

Tanto las pinturas de Erick, como mis fotografías, rinden tributo a los orishas, a las raíces africanas, a la diversidad cultural.

¿El título de la muestra sugiere lo vivas que están en nuestra Isla todas las tradiciones heredadas de los ancestros?

Así es. Para la ocasión pensé que la realidad la podía poner yo a través de las imágenes captadas con mi lente, que son pura verdad de lo que realizan los practicantes de estas religiones afrocubanas en pleno ejercicio de sus creencias. Por su parte, Erick recrea rostros mediante la pintura y desde su manera de asumir estas culturas.

¿Esta muestra, es continuación entonces de la realizada a partir de imágenes hechas a los afro descendientes en su vida cotidiana en el barrio de la Hata, en Guanabacoa?

Fue en 2011, en el Año Internacional de los Afro descendientes, cuando Miguel Navarrete, un español muy martiano, que colabora con la cultura de la villa guanabacoense, quien me dio la idea. A partir de ahí mostré a todos estos individuos en sus acciones diarias, sus gestos, sus bailes, su andar por las calles de la villa. Esto creció a toda Cuba, como un homenaje a todos los afro descendientes, en el decenio dedicado a ellos por la UNESCO.

¿Cómo reaccionan las personas cuando usted les toma estas imágenes, que en su mayoría son de sus rostros?

En primer lugar, hay que agradecer a todos ellos. Me han abierto las puertas no solo de sus casas y de sus vidas, también de sus ngangas, sus rincones y ritos. Nos han recibido con gran espontaneidad. Hemos llegado a ellos sin perturbarlos, lo hemos hecho para abrazarlos y perpetuar esos momentos de fe del pueblo, que también forman parte de la Historia de Cuba.

Es un proyecto que puede no terminar nunca y yo estaré hasta el último momento de mi vida, haciendo eternos estos instantes.

Sabemos de su amistad con el Tata Nganga Enrique Hernández Armenteros, considerado el más veterano de los sacerdotes cubanos, ducho en las religiones que llegaron del África. ¿Cuánto él ha influido en el proyecto Somos?

En el 2006 realicé un documental a Fidel, que se llamó Elogio de la virtud, y buscando testimonios de cubanos que dieran una visión diferente de él, indagué entre los religiosos. Así entrevisté a Monseñor Carlos Manuel de Céspedes, al Reverendo Raúl Suárez y a Enrique Hernández Armenteros.

Desde que conocí a este último, se convirtió en mi ángel de la guarda.

Lo admiro y por eso le hice el documental Soy Tata Nganga, cuando él tenía un poco más de 90 años, y ya está próximo al centenario. Por tanto, este proyecto está dedicado desde el fondo de mi corazón a Enriquito, a quien quiero y respeto mucho, al igual que a su familia y a los que le rodean en La Hata, en Guanabacoa.

Agradecemos a Roberto Chile su tiempo para Radio Cadena Habana y le deseamos éxitos en cada nuevo proyecto audiovisual.

Por Katia Camejo Montpeller.

Gracias a Fidel: El valor de la enfermería

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Melbis Izquierdo Camejo no es una poetisa laureada; es enfermera y madre de dos hijos.

Sus pacientes del Consultorio 20 de la policlínica “Wilfredo Pérez Pérez”, en el habanero municipio de San Miguel del Padrón, la conocen por su entusiasmo, humanismo y alto grado de la responsabilidad.

Estas cualidades se pusieron particularmente de manifiesto cuando fue el alma de la reciente campaña intensiva para la erradicación del mosquito Aedes Aegypti, en esta localidad de la capital cubana.

¿Cuántos años llevas en la profesión de enfermera?

Melbis Izquierdo Camejo  enfermera  cubana

Melbis Izquierdo Camejo, enfermera cubana

“Siempre me atrajo la medicina, con mayor inclinación hacia la enfermería. Comencé mis estudios en la escuela “Carlos J. Finlay” en Pinar del Río, en 1989; y culminé la Licenciatura en la “Ernesto Che Guevara, en 1996.

En mis 22 años de experiencia he tenido amplias oportunidades de superación, como el diplomado en atención primaria. La solidaridad ha sido una constante en todos estos años, donde viví interesantes experiencias, como la participación en una visita de intercambio juvenil a Francia en el año 2000 y haber sido seleccionada en más de una ocasión Vanguardia Provincial y Nacional”

Melbis no es una poetisa famosa.

Ningún poema suyo ha sido publicado. Pero se sintió obligada a homenajear el 90 cumpleaños del Comandante en Jefe del “glorioso ejército de las batas blancas” y decidió sumarse al homenaje a Fidel. Escribió un poema con el mismo amor y empeño que pone en su trabajo y acudió a Radio Cadena Habana en busca de ayuda para hacer público su homenaje al eterno líder de la Revolución Cubana.

¿Habías escrito algún poema antes?

“Desde mi época de estudiante relacioné la poesía con acontecimientos que dejaron su marca en mí. En 1998 escribí mi primer poema, relacionado con la lactancia materna, sobre la cual escribí un segundo poema. Sus títulos son “Siempre contigo Mamá” y “Me lleno de vida en ti” respectivamente. Dediqué mi tercer poema al 90º cumpleaños del Comandante en Jefe y lo titulé “El valor de la enfermería.”

¿Qué te motivó a escribir ese poema en particular?

“Comencé a escribirlo en un momento de mi vida en que pensaba salir a cumplir misión internacionalista, algo que por razones personales y familiares no llegó a suceder. Yo quería entonces llevar conmigo algo escrito que proclamase en cualquier rincón del mundo mis sentimientos sobre Fidel y la labor tan importante que realiza el personal de enfermería en nuestra Cuba Socialista.

Nuestro Comandante me inspiró por encontrar en él todo el humanismo que diariamente requiere nuestra profesión a fin de cumplir nuestra misión fundamental que es lograr la satisfacción y el bienestar de la población.

Con motivo del 90º cumpleaños de Fidel, culminé el poema que había empezado mucho antes, para darlo a conocer a mi Cuba y al mundo.”

¿Qué representa Fidel Castro para una trabajadora de la salud como tú?

“Nuestro Comandante en Jefe es una personalidad de incalculable valor en la historia de Cuba y la humanidad. Él ha estado presente en cada paciente, en cada familia, porque su abnegada labor ha llegado hasta cada rincón de nuestro país a través de cada policlínico y cada consultorio del Médico de la Familia. Sus principios de humanismo y solidaridad han dejado huellas y ejemplo por dondequiera que ha pasado.

Con este poema intento expresar el reconocimiento, la admiración y respeto  por el líder hoy y siempre de la Revolución Cubana, que compartimos todos los trabajadores del policlínico “Wilfredo Pérez Pérez.”

¿Qué te hace sentir que una emisora como Radio Cadena Habana publique su poema en la red de redes?

“Desde muy joven he escuchado Radio Cadena Habana. La radio tiene el poder de hacernos imaginar cosas y poder difundir mi poesía por la radio y en Internet me hace sentir muy feliz. Yo hubiese querido que mi felicitación al líder de la Revolución Cubana en su 90º cumpleaños le llegara a través de esta poesía, pero su eterna presencia y su entrañable recuerdo enriquece mi corazón de sentimientos revolucionarios y amor a mi patria socialista.

Agradezco a los compañeros de la emisora por este momento que es tan importante en mi vida y quiero felicitarlos por la brillante labor que diariamente realizan para Cuba y el resto del mundo.”

“El Valor De La Enfermería”

Dedicado a nuestro eterno Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz

¿Qué es la enfermería?, quisiera usted preguntar
Pues con sencillas palabras le voy yo a contestar.

La enfermería es ternura, la enfermería es amor,
es profesión hermosa de nuestra revolución.

La enfermería es pasión, la enfermería es bondad,
es sentir satisfacción cuando aliviado el dolor,
logramos felicidad.

La enfermería no es maldad,
la enfermería es cariño,
presente a nivel de cuadra, CDR y circunscripción,
promoviendo la salud de toda la población.

Es por ello que hoy en día,
los queremos mucho más,
de nuestros labios reciban,
la plena felicidad.

¡Hoy a usted nuestro Comandante vamos a ratificar,
que con la enfermería cubana
siempre se podrá contar!

Por Pedro A. Fanego

Nota: Este material llegó a nuestra redacción días antes de que el Comandante en Jefe hiciera su entrada en la inmortalidad, y se le realizaron ligeros ajustes para su publicación.


Retamar: Hechizado por la Casa de las Américas

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Roberto Fernández Retamar, reconocido como poeta, ensayista y promotor cultural, fue  acreedor en 1989 del Premio Nacional de Literatura, por la fecundidad de su obra.

Roberto Fernández Retamar, reconocido como poeta, ensayista y promotor cultural

Dialogar con el Presidente de Casa de las Américas, es un alto honor para Radio Cadena Habana, dadas las disímiles funciones que ocupan el preciado tiempo de este cubano sin par.

Ya es casi imposible pensar su vida fuera de esa institución cultural, porque la memoria siempre le entrega imágenes sempiternas:

Lo más significativo de Casa de las Américas es Haydee Santamaría, nuestra eterna guerrillera, fundadora de la institución. Fue y sigue siendo el alma de la Casa. Está siempre ahí con nosotros, en cada decisión, en cada proyecto.

Fue una maravilla y un privilegio para mí trabajar durante 15 años bajo su conducción.

¿Cuánto le aporta Casa de las Américas al intelectual y al hombre que es Roberto Fernández Retamar?

Yo empecé a trabajar  allí muy temprano, en 1959, pero fui nombrado diplomático en Francia por el Canciller Raúl Roa, cumplí esa tarea y no regresé a la Casa hasta 1965, cuando comencé a dirigir la Revista de la instalación. Como se dará cuenta a mis 81 años, la mayor parte de mi vida la he dedicado a Casa de las Américas.

¿Cómo usted valora la actual acogida que tiene en las nuevas generaciones de latinoamericanos el Premio literario Casa de las Américas?

Es revelador que a 57 años de creado, cada vez aumenta el número de participantes, cada día se fortalece y adquiere mucha simpatía entre los nuevos escritores de la muy bien nombrada por José Martí: Nuestra América

No obstante sus múltiples responsabilidades gubernamentales, Retamar es un apasionado de la literatura. De ahí que logramos acercarnos a los comienzos como poeta y su voz grave y segura nos impacta tanto como su excelente memoria:

Ahora se cumplen 66 años de que fuera publicado mi primer cuaderno de poesías “Elegía como un himno”, dedicado a Rubén Martínez Villena, figura extraordinaria de nuestra historia, de nuestra política, de nuestra literatura, de nuestra vida.

Ese primer poema es mi preferido, gracias a él fui considerado poeta. En mi casa había retratos de Rubén Martínez Villena, Antonio Guiteras y Julio Antonio Mella, jóvenes insignes de esta etapa revolucionaria, esenciales de la historia cubana y, por tanto, de mi vida.

Roberto Fernández Retamar nos agradeció por este diálogo, al igual que Radio Cadena Habana se siente privilegiada por esta entrevista con un intelectual esencial en Cuba y Latinoamérica, a quien le deseamos muchos años de salud para que nos siga irradiando sabiduría.

Por Katia Camejo Montpeller.

La sinfonía del Caribe

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La historia y la música unen a los países del Caribe. Así lo confirma Emilio Jorge Rodríguez, Premio Casa de las Américas 2017, con su obra Una suave, tierna línea de montañas azules.

Emilio Jorge Rodríguez

Emilio Jorge Rodríguez, Premio Casa de las Américas 2017

El intelectual cubano obtuvo el Premio de estudios sobre la presencia negra en la América y el Caribe contemporáneos, durante la edición 58 del más antiguo concurso literario de la región.

Radio Cadena Habana (RCH) conversó con él a propósito de su investigación.

Usted ha realizado profundas búsquedas sobre la Literatura de esta área geográfica, primero durante 29 años en Casa de las Américas y luego en el Centro de Estudios del Caribe.

¿Cuál es la temática fundamental de la obra con la cual ha resultado ganador del Premio Casa?

Los nexos indiscutibles entre Cuba y Haití centran esta exploración que se remonta a los años cuarenta de la anterior centuria. Entonces nuestro Poeta Nacional, Nicolás Guillén, visitó esa isla vecina. Del contacto entre intelectuales y de su posterior repercusión para ambas naciones, nacen interesantes vínculos, que corroboran una comunidad de intereses.

¿Qué lo inspiró a profundizar en tales elementos de unión?

Hacía algún tiempo yo había viajado a esa isla antillana y me quedé impresionado por las similitudes que tenemos. Por eso siempre indagué todo lo que nos emparenta. Desde que los colonizadores trajeron a Cuba la industria azucarera, la presencia haitiana se ligó más a nosotros porque allí había experiencias en ese rubro.

También la Revolución de Haití influyó aquí. Había un temor constante por los amos blancos a que se repitieran aquellos sucesos. La Literatura lo expresó tempranamente, la novela Sab de Gertrudis Gómez de Avellaneda es un ejemplo.

¿Pudiéramos decir que la presencia de Nicolás Guillén en Haití revolucionó el pensamiento de intelectuales de ambas naciones?

Imagínese que su estancia no llegó a dos meses y bastó para que la prensa se colmara de artículos sobre él. Lo que hacía, sus comentarios, escritos, comparecencias, llenaron grandes espacios en las publicaciones de la vecina isla. Se le hicieron homenajes, le dedicaron poemas y sobre todo se reflejó en los diarios esa relación histórica entre los dos pueblos.

¿Y en Cuba cómo se expresó ese acontecimiento?

Guillén en sus poemas esboza el acercamiento fraterno entre ambas culturas. A partir de ese momento se establece una asociación de amistad, única en su clase, entre escritores cubanos y de Haití. Precisamente nuestro Poeta Nacional refiere cómo lo marca esa nación y con su hermoso verbo dice: …una suave, tierna línea de montañas azules. Es lo que le impactó de aquella geografía.

Es esa frase la que ha tomado para titular la obra con la que acaba de obtener el Premio Casa. ¿Tiene algún nuevo proyecto investigativo?

Ya desde ese estudio dejo abierta mi intención de indagar en los llamados centros deslizantes. Es así que me intereso por las islas caribeñas como puntos de tránsito de migraciones y de saberes. Llegan aquí influencias de múltiples culturas del mundo y de igual modo parten desde esta área hacia disímiles confines.

Y de esos puntos de encuentro se ha nutrido nuestra idiosincrasia como pueblos.

Aunque parecemos desconocidos, somos casi idénticos. No hay nada que nos ate más que la historia y la música. Son elementos de los cuales estamos constituidos. No hay dudas que de la sinfonía del Caribe reúne todo lo aprendido durante siglos. Esa polifonía se construye desde la música y de la influencia de esta en la Literatura y en todas las demás artes.

Felicitamos a Emilio Jorge Rodríguez, Premio Casa de las Américas 2017 y le agradecemos sus palabras para RCH, la emisora de la música cubana.

Por Katia Camejo Montpeller

Athanai Castro: querido en el lugar al que pertenece

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Antes de que su transmisión en vivo se volviera viral en las redes sociales, Athanai Castro había ido a pegar carteles en una valla de construcción en la esquina de 23 y L. Con una bufanda en el cuello para protegerse del frío, y sus trenzas sueltas, el rapero cubano no daba –al parecer- la mejor imagen de quien pretende pegar un producto de comunicación cultural en un lugar público de La Habana. Aquella noche, solo después de explicar varias veces, las autoridades entendieron que no se trataba de burdo vandalismo, que el muchacho de las trenzas, los tatuajes y la bufanda era un artista y promocionaba él mismo un concierto en la Casa de las Américas, con el apoyo también del Instituto Cubano de la Música y dedicado, además, a Fidel Castro.

Con Athanai, las dinámicas de promoción de la Casa han vivido un giro inesperado y particular. Fue él mismo quien diseñó sus carteles, creó el spot para la televisión y no ha parado de moverse en las redes sociales, en los medios y en la calle para mover su concierto. “Hay muchos artistas que por su condición, piensan que van a rebajarse de nivel por repartir flyers para sus conciertos, yo no lo veo así. Lo veo como una campaña de marketing, más si tienes atrás unas cámaras grabándote. Son ejercicios de comunicación, yo me divierto mucho, también me cansó pero me encanta estar en interacción con los muchachos. Esa nueva generación hay que cautivarla, el modo de hacerlo corresponde a cada artista. Ninguno somos infalibles, aquí hay que trabajar, no es solamente hacer canciones y decir qué bien canto”, me cuenta en medio de la prisa.

Desde aquí emitimos una carta de autorización para que después del primer incidente se fuera hasta la esquina de línea y G y siguiera pegando sus carteles. Aunque ya esta vez no hizo falta mostrar autorizos, nadie cuestionó ni preguntó nada y el cartel gigante lo dice muy claro: Athanai está en la Casa, 3 de febrero de 2017.

Diez años había pasado sin volver a Cuba. Se fue a España, hizo su vida y trasladó también su carrera hacia allá. “El momento de regresar estuvo latente todo el tiempo –me dice-, pero a veces uno no regresa no porque no quiera, sino porque la misma vida te va llevando hacia otros compromisos familiares o profesionales”. En una de las canciones de su disco Regresar lo dice así “quiero volver y ya ves, no puedo/ se me pasan los años y yo más te quiero/. La distancia hiere, / ¡ay mi Cuba no veas cómo duele!”.

Aunque ya se le ha visto tocar desde hace unos dos años, esta presentación en la Casa de las Américas es lo que él considera como su regreso formal a los escenarios y el contexto musical cubano. En los noventa, Athanai había puesto a circular su música por toda La Habana, una mezcla que él mismo define como “rara”, algo entre rock, rap, grunge, heavy metaly hasta guaguancó y salsa. Todo eso logró condensarlo en el que fue su ópera prima, el disco Séptimo Cielo, y que muy pronto ocupó primeros lugares entre lo más alternativo que se producía en la ciudad y todavía hoy se recuerda entre los mejores discos de rock de la época.

Después de producir en España otros dos materiales: A Castro le gusta el Rock y Creando Milicia, al momento de venir a Cuba estaba en medio de la preparación del cuarto. El disco Regresar incluye canciones acústicas, la mayoría de sus últimos 20 años de carrera y que no fueron incluidas en sus discos anteriores porque eran más suaves, con otra estética. Además hacía conciertos todos los fines de semana y colaboraba con O’funk’illo, una banda de Sevilla. Recientemente, también había terminado de producir el disco de José Luis Medina, uno de los integrantes de Habana Abierta. “Nunca paré de trabajar. Y ahora que he decidido estar más tiempo en Cuba que en España, me interesa conectarme con la gente de mi generación, aunque haya muchos que ya no estén en Cuba, sé que otros están, pero tienen dinámicas de vida que ya no les permiten ir mucho a las presentaciones. Con este primer concierto quiero llamar la atención de esa gente que no siempre tiene tiempo, que ya son padres de familia y el trabajo les quita demasiadas oportunidades, pero que en algún momento se identificaron con mi música en los años 90. Asimismo hay una nueva generación que no conoce mi trabajo, creo que las necesidades de la juventud han cambiado, sobre todo las necesidades de consumo cultural”.

¿A tu regreso, qué encontraste en el contexto musical cubano?

Volví al contexto cubano sin conocer a muchos de los artistas que ahora mismo tienen un nivel impresionante, me di cuenta de que hay un movimiento de rock súper bueno, pero lo que encuentro muy débil es el público. Ya no creo que se consuma mucho rock, ni siquiera trova. No sé si es que la gente está un poco perdida o si solo prefiere los sitios donde se pone música bailable. A mí me gusta mucho la salsa, incluso el reggaetón, aunque no tanto, no en todas partes. Centralizar la música en un solo género creo que es un poco aburrido y el público que no es ingenuo debe darse cuenta de eso. No sé cómo va a ser mi (re)inserción en la música en Cuba pero estoy poniendo en práctica todas las herramientas que he aprendido de todos los años que he estado afuera. Todo lo que esté en mis manos para que mi trabajo se dé a conocer yo lo voy a hacer.

¿Sientes que vienes con la influencia de los 90 o sientes más que vienes más influenciado por los años que viviste en España?

Yo me siento tan cubano como español. Es una cosa rarísima. Cuando vivía en España, a veces soñaba que estaba en una calle de Madrid y de repente doblaba por una esquina y me veía en La Habana, en mi casa, o en la Avenida del Puerto. Mis sensaciones eran las mismas. En este concierto voy a hacer canciones del disco Séptimo Cielo, que es el noventero; pero también haré canciones de A Castro le gusta el rock, que es de los 2000 y alguna que otra de Creando milicias, que es más reciente. Haré un resumen de mi obra junto a otras canciones del disco nuevo que ya las quiero ir incorporando.

¿Sientes que presentarte en la Casa ayudará a legitimarte nuevamente en Cuba?

Yo creo que este es el sitio más alternativo de la música cubana, porque desde aquí salió la Canción Protesta y desde aquí se forjó la Nueva Trova, cuyos integrantes fueron mis maestros. No había pensando en dedicarle el concierto a Santiago Feliú, sin embargo, el primer concierto que vine a ver en este lugar fue de él, allá a inicios de los 90. A Silvio y a Pablo nunca los pude ver en vivo aquí, solo a través de materiales de la época. Pero Santi fue de los trovadores que más me motivaron en mis inicios, después conocí a Carlos, a Gerardo y a Frank, pero sin dudas con el que primero me enganché, por sus influencias, fue con Santi. Aunque su música no sea grunge, yo creo que definitivamente él es el padre del grunge cubano. Asocio mucho este sitio con él y poder tocar aquí es una dicha increíble y un orgullo. En mi regreso a Cuba estoy teniendo una experiencia maravillosa porque siento que se me han dado oportunidades y situaciones que quizás a otro artista no le ocurran. Llego aquí y grabo una canción y un video con Pablo Milanés, eso es un sueño. Además, encuentro el apoyo de artistas cubanos, muchos de ellos que no son ni siquiera de mi generación, ni de mi género y sin embargo, nos encontramos y grabamos, es el caso de Buena Fe. También con Kelvis Ochoa grabé un tema en el cual Pedro Luis Ferrer toca el tres. Cuando me pasan esas cosas, me pregunto si es que me lo merezco por mi trabajo, o si es que tengo una suerte inmensa. Estoy cumpliendo sueños que en algún momento pensé hasta quitarlos de mi lista por cumplir porque los creía demasiado lejanos. No hay nada más bonito que ser querido en el lugar al que perteneces.

Más o menos un año atrás, cuando acompañando en su concierto a otro de sus muy buenos amigos, Roberto Perdomo y Tesis de Menta, muchos de los que hoy estamos viéndolo repartir flyers y “formar ruido” en las redes, soñábamos con un concierto suyo aquí. Coreábamos entonces aquel famoso estribillo “soy Athanai, soy un blanco rapero/ mi raza eres tú, deja todo atrás/ anda, llévame al séptimo cielo”, y lo volveremos a hacer ahora, porque otra vez, es bienvenido.

Por Lianet Hernández. Tomado de La Ventana, sitio de la Casa de las Américas.

Celebra la UNEAC los 20 años del filme Los Zafiros Locura azul

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Actores, realizadores, músicos, guionistas, fotógrafos, amantes de la música y el cine aceptaron con gusto la invitación de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) para celebrar los 20 años de la película cubana “Zafiros, locura azul”.

La cinta del director Manuel Herrera se estrenó en 1997 en el XIX Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana y obtuvo el premio de la popularidad. Uno de los mayores éxitos de taquilla de la filmografía isleña aun no superado.

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Los Zafiros

l filme hace emerger nuevamente a un cuarteto tan prestigioso como Los Zafiros, aunque de efímera existencia, que ocupó los primeros puestos en las listas musicales durante varios años y cuya música se mantiene vigente.

Parte del equipo del largometraje asistió a la celebración: su realizador Manuel Herrera, el actor Néstor Jiménez que interpreta al “El Chino” del grupo musical, los músicos Magda Rosa Galván y Juan Antonio Leyva.

Durante el festivo y evocador encuentro Radio Cadena Habana dialogó con Herrera, quién señalo sobre el éxito de ésta película:

Uno no aspira a tanto, aspira a llegar a comunicar porque esa es nuestra función en la vida pero no al punto que llegó “Zafiros, Locura azul”.

“Lo que mas contento me pone es que el cuarteto penetró de en generaciones que no lo conocían. Se creo una oleada de nuevos zafiros, los Zafiritos que cantaban como ellos e impregnó porque ellos son muy nuestros aún cuando es el estilo musical Bebop, el de The Platters, pero con un fondo cubano” explicó el también realizador de “Bailando Cha Cha Chá”.

Antes de finalizar Herrera explicó a la Emisora de la Música Cubana:

… “cuando hice “Zafiros…” me propuse una trilogía con Cha Cha Chá y Mambo Club pero me ha sido difícil entroncar con los herederos de Pérez Prado, quizás algún día lo logre”.

Para el actor Néstor Jiménez, El Chino del grupo musical en la película, la cinta “ocupa un lugar importante en mi carrera como actor y en mi vida. Pocas veces puedo hablar de un proyecto hecho con tanto amor y que al final dejara esa sensación de que hicimos algo bueno, como un legado. El arte, si no conmueve, no tiene sentido y Zafiros conmovió, trascendió y está ahí”.

Como la música original del filme es de Juan Antonio Leyva y Magda Rosa Galván, conversamos en los jardines de la UNEAC sobre la música de ese grupo sorprendente que marcó un tiempo.

Los Zafiros es un fenómeno increíble—dijo Leyva—, surge en una época que la juventud no escucha música cubana prefería la norteamericana. Aunque ellos tenían mucha influencia de grupos de Estados Unidos como Los Platters todo lo filtraban de una manera y lo devolvían con una cubanía tremenda”.

En relación con el filme que cumple 20 años dijo que “fue muy bonito trabajar con actores que no son músicos. Luís Alberto García es bastante afinado, Bárbaro Marín, Néstor no es nada afinado.

Logramos que ellos aunque físicamente no se parecieran a los cantantes en el imaginario popular consiguieran serlo”.

Se hizo un trabajo muy profundo de ensayo con ellos y lograron cantar cosa que la gente no se da cuenta que a veces son ellos las voces que se oyen en la película y no los zafiros sino los actores” concluyó el compositor.

“Zafiros, Locura Azul” es una película en la que siempre se descubre algo gracias a Manuel Herrera.

Por  Nancy Lescaille.

El ballet Tula, entre las pasiones de José Ramón Neyra

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La historia de la danza en Cuba es apasionante y seguida por aficionados y también por magníficos profesionales como José Ramón Neyra, a quien su modestia y sencillez no le permiten hablar en primera persona.

Gertrudis Gómez de Avellaneda

Radio Cadena Habana (RCH) conversó en exclusiva con quien, además de jefe de redacción de la revista Cuba en el Ballet, es escritor de programas de radio y de guiones para destacadas piezas del arte de las zapatillas y las puntas.

A través de José Ramón Neyra pudimos conocer cómo se gestó el argumento para una de las distinguidas obras del repertorio de la principal compañía danzaría de la isla. Me refiero a la pieza titulada Tula, homenaje que Alicia Alonso le rindiera a la escritora cubana Gertrudis Gómez de Avellaneda.

La pieza, de singular belleza, recorre diferentes facetas de la vida de la gran intelectual camagüeyana.

¿En qué momento surge esta obra clásica del Ballet Nacional de Cuba?

Se creó en 1998 como parte de los festejos por el medio siglo de existencia del Ballet Nacional de Cuba. Fue una coproducción de la compañía cubana y la Sociedad General de Autores y Editores de España.

Cercano colaborador de los asistentes del montaje coreográfico de piezas como La flauta mágica, José Ramón Neyra fue libretista de Un viaje a la Luna y de Shakespeare y sus máscaras, piezas estrenadas por el Ballet Nacional de Cuba en La Habana en abril de 2002 y diciembre de 2003, respectivamente.

No obstante, su prolífica obra, ¿para usted, Tula tiene una connotación especial?

Este fue mi primer gran guion para el ballet. Me permitió adentrarme en los detalles de la singular intelectual para luego sintetizar y llevar a la danza lo más significativo. El propósito de Alicia Alonso era ofrecer elementos de la vida de Gertrudis Gómez de Avellaneda, mediante escenas alusivas a su Literatura y algunos momentos de su historia. Era imposible presentar en una función toda su vida contada con detalles.

Neyra recuerda que un libreto parte de una historia concreta y su conversión en ballet exige el cumplimiento de determinados códigos, imprescindibles para organizar ideas y mostrar lo esencial en el escenario.

¿Qué momentos escogió en una vida tan rica como la de la Avellaneda?

En este caso tomé algunos de los acontecimientos que la marcan. Así aparecen la trágica pérdida de su hija, su lucha por ocupar un lugar de renombre en un mundo dominado por los hombres, el hecho de habérsele negado tener un puesto en la Academia Española de la Lengua por ser mujer y su infinito amor por Cuba. Todos esos sucesos me dieron la visión de cómo quería reflejarla a través de la danza.

La imaginación manifiesta de José Ramón Neyra y su amplia experiencia junto a la principal compañía danzaría de Cuba lo convierten en uno de esos hombres irrepetibles para la cultura cubana. En Tula se mezclan fantasía y realidad de una mujer extraordinaria, ¿qué elementos usted tuvo en cuenta para su representación escénica?

No tenía dudas de que se trataría de una obra de gran intensidad emocional. Sus propios personajes son en buena medida autobiográficos. Por eso los aproveché como símbolos de sus pasiones, sus anhelos, batallas y fracasos. Ellos la hacen revivir y emerger como figura cimera de las letras hispanoamericanas de su época. Hay un momento anecdótico al final porque en un viaje a Cuba le fue conferida la hoja de laurel por otra inmensa intelectual cubana, Pérez de Zambrana, en el entonces Teatro Tacón, hoy Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso. Fue un hecho histórico del siglo XIX que quise recrear.

Neyra, la pieza de ballet Tula nos hace pensar en la necesaria analogía entre la literata cubana del siglo XIX y la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, como dos figuras femeninas cimeras del arte y el pensamiento cubanos para todos los tiempos.

Es inevitable que se trace un paralelo entre ambas porque han alcanzado las más altas metas en el ámbito de sus profesiones. Tiene una doble simbología que haya sido precisamente Alicia la que haya coreografiado este ballet sobre Gertrudis Gómez de Avellaneda, a la cual ella admira mucho.

Agradecemos a José Ramón Neyra su tiempo para RCH, la emisora de la música cubana, y le deseamos muchos éxitos a él y a todos los que permiten que el evento mantenga su prestigio en todo el orbe.

Por Katia Camejo Montpeller.

Daymé Arocena: espontánea como la más auténtica música cubana

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Tengo que ser impresionista. Mi entrevistada, en tan solo 25 minutos de charla, fue develándome la más genuina clave de su éxito dentro y fuera de Cuba: ella es simplemente una mujer que CANTA lo que escribe en sus momentos de reflexión, que lo hace con toda la alegría del mundo, con la intención más bien de compartir que de colocarse en el molde de “artista”.

Daymé Arocena es una auténtica voz criolla, descubierta por sus padres desde su infancia, formada por las academias cubanas, consolidada gracias a su persistencia y pasión por eso que nació con ella: el canto.

No asume poses para conversar, se sienta en un sofá de Fabrica de Arte, sube sus pies, los cruza, apoya su cabeza sobre su mano en el espaldar del cómodo sofá, y empieza a recordar sus inicios en esta carrera que aún no llega a su primer cuarto de siglo, pero augura una leyenda.

Háblame de tu formación

Creo que mis padres fueron los que descubrieron mi talento, porque desde que tenía alrededor de cuatro años, ya me subía a escenarios de forma espontánea a cantar, a bailar… en la escuela recitaba poemas… Mis padres se percataron de mi vocación y me apuntaron en clases particulares de piano hasta que a los 10 años ingresé en la escuela de música Alejandro García Caturla y posteriormente en la Amadeo Roldán donde estudié dirección coral, que es de lo que me gradué.

Aunque de esa faceta lo que me queda de buen sabor, más allá de toda la información y todo el aprendizaje resultante de la investigación que realiza un director coral,  es el dominio vocal. Aprendí a dominar y utilizar mi instrumento y el de los demás, que es el trabajo del director. Siento que la preparación física y vocal mayor que tuve fue esa, la de la escuela.

Y no creo que haya sido un tiempo perdido a pesar de que sabía que mi sueño era cantar y no me veía como directora  de un coro –me veía más componiendo, compuse mucha música para coro-. Por lo que también fue uno de mis primeros canales hacia la composición, ya de una forma más seria porque sí tuve ideas de canciones desde niña, pero estudiar canto coral me hizo componer de una forma más consciente, profesional.

Me dices que desde chiquita tenias la chispa de actuar delante de todos. ¿La gente lo disfrutaba tanto desde entonces?

Mis padres dicen que sí, supongo que eran ellos los que disfrutaban. Pero creo que se dieron cuenta de mi intención artística y de algún tipo de talento en mí en un concurso -muy callejero- en el hotel presidente un día de los niños. Me subí a cantar y cuando la gente me escuchó empezaron a aplaudir y gané. Y ahí, con casi 4 años, aquellos aplausos les hicieron entender a mis padres y a mí también, que ese era mi camino.

¿Cuándo decidiste dedicarte al canto y no a la dirección coral?

Eso no lo decidí, vino solo. Nunca dije: “esto no quiero hacerlo, esto es lo que quiero. Eso siempre estuvo, fue sucediendo naturalmente.

¿Cómo nació tu primer disco?

Hay que hablar de un disco que está antes de “Nueva Era”, producido por mi papá, que surgió de un proyecto que tenía –y sigo teniendo espiritualmente- de mujeres en el Jazz, cuyo nombre es Alami. El disco se llamó “El profundo sonido de las piedras” y fue mi inicio discográfico pero de forma independiente.

Ya el primer disco con una discográfica, con trabajo promocional y todo, se llamó “Nueva Era” y se grabó en 2014. Lo hice en Inglaterra por casualidad. Fui hasta allá única y exclusivamente para el concierto de lanzamiento de un disco de DJ mundiales con cantantes cubanas, que dicho sea de paso, se hizo con más cantantes porque no podían hacerlo con solo una (o sea, conmigo, que había sido la seleccionada por los 10 DJ que vinieron aquí a la Habana a hacer un casting). No obstante, yo grabé cuatro canciones para ese álbum.

Estando en Londres me dijeron: “Tienes un día libre, ¿qué quieres hacer? ¿Irte a pasear, a conocer el Big Ben o irte a un estudio a grabar? Y yo ni lo pensé, me fui para el estudio. Cuando ellos vieron que lo que yo grababa era de mi autoría, me preguntaron si quería firmar un contrato con ellos (Brownswood Recordings) para grabar un disco. Les dije que sí… Me cambiaron el pasaje de regreso a Cuba y montaron un disco en pleno estudio, en poco tiempo. Sin preparación previa ni nada

Pero no debe haber sido un problema para ti, porque una de tus mayores virtudes es la improvisación….

Eso creo, que también me salvó el oficio de la improvisación (RISAS). A partir de ahí, del hecho de la improvisación y todo, de las canciones de mi autoría que ya yo traía, con arreglos míos, se armó el disco. Tuve la ayuda también del DJ francés  Simbad Stanislas, cuyas ideas, unidas al apoyo de otros músicos ingleses que estaban allí con tremenda buena onda,  apoyándome… el disco quedó muy lindo. Tanto que resultó uno de los 50 discos del año.

En Estados Unidos tuvo mucha repercusión… en todo el mundo, la verdad, me abrió muchas puertas. Con “Nueva Era” viajamos desde Brasil hasta Japón y con mucho éxito. A partir de ahí Brawnswood Recordings decidió firmar un contrato de cinco años y tres discos conmigo. En esa travesía estamos ahora.

¿Cómo definirías la música que haces?

La calificaría de sincera. Y lo digo así porque a veces los jazzistas nos complicamos mucho y hacemos las cosas muy difíciles, porque “como es jazz, tiene que ser oscuro”… y lo que yo hago, si tiene dos acordes, son dos, y si tiene 200 es porque lo siento así. Me guío mucho por mis instintos y por las cosas que siento y me mueven. Eso a pesar de que tengo, claro, mis influencias de la música clásica, como base académica, de mi afro cultura, de mi música cubana, del jazz que amo y estudio, de la música brasileña, la española -uno de mis últimos descubrimientos-, la anglosajona, europea, africana

Y hablando de influencias… ¿quiénes han sido y siguen siendo tus íconos?

Mis tres grandes músicos, cantantes, compositores cubanos son Bola de Nieve, La Lupe y Marta Valdés. Y siempre digo que mi lumbrera musical es Nina Simone, porque era una mujer que describía su época musicalmente. Siempre digo que es muy bonito cantar las canciones que todos conocen, pero Nina defendía un género desde toda una nación y todos los fenómenos que pasaban a su alrededor. Yo hago lo mismo desde mi óptica, no hago estándares, a menos que sea en una colaboración con algún amigo, en fin. Pero no en mis canciones, porque son las que me identifican, las que describen el momento histórico que estoy viviendo  porque, a diferencia de Nina, que vivió una vida más triste, más convulsa, llena de guerra psicológica… yo describo mi Cuba contemporánea.

¿Tus musas más recurrentes?

Generalmente las canciones cierran ciclos en mi vida. Amorosos, sentimentales, laborales… cuando escribo una canción siento que es el final, el resumen de algo. Después de eso se me queda el alma limpia. Siento las canciones como una sanación espiritual. Y a veces hasta las sueño. En mi nuevo disco “Cubafonía” hay tres canciones que soñé de arriba abajo. A lo mejor fueron enviadas del más allá, o quizás son reflejos  de lo que me estaba pasando cuando las compuse, pero siento que las llegan en el momento preciso, no las busco. Puedo estar sin sentarme en el piano meses…

Tu música ha tenido una aceptación asombrosa, tanto en Cuba como en el extranjero. Según tu percepción, ¿cuál crees que sea el ingrediente que agrada tanto al público?

Creo que a la gente le gusta ver a una persona real en escena porque eso se ha perdido bastante en el mundo, y en Cuba también. Hay un fenómeno del “artista creado” al que no me sumo. Creo que lo bonito que puede llevarse la gente de mis conciertos es que la persona que ven en escena cantando es la misma que se baja y habla con la gente, y les firma un disco y les da un abrazo, de la forma más humana del mundo y sienten por un momento que el artista ese artista es también un ser humano.

¿Tus metas?

Mi sueño en la vida es representar a mi país. No es el hecho de ser famosa ni de vender muchos discos ni comprarse una casa o un yate, aunque todo eso lo quieran todos… y yo también, por supuesto (RISAS). Cuando hablo de representar a mi país me refiero a que la gente me vea como un ejemplo a seguir. Que mi persona sirva para cambiar un poco la mentalidad a veces tan dañina de los medios y de la globalización que pone en la cabeza de la gente cosas que no son.

Por Lilien Trujillo Vitón.

Leonardo Padura, antes de su próxima novela

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El escritor Leonardo Padura es un imprescindible de la literatura cubana. Su obra recorre el mundo de mano en mano..

Justo antes de que vea la luz su próxima entrega editorial, Padura adelanta que volverá a la escena pública su mítico investigador policial Mario Conde. Precisamente en la presente Feria Internacional del Libro que viaja por todo el país, algunos de sus preciados textos llegan con nuevas reediciones, que siempre resultan escasas ante el significativo número de seguidores del autor.

Radio Cadena Habana conversó con este escritor, acreedor del Premio Nacional de Literatura y del Premio Príncipe de Asturias, entre otros valiosos lauros.

Leonardo Padura

Leonardo Padura novelista y periodista cubano

Aún nos deleitamos con su última entrega editorial, la cual es muy abarcadora.

¿La novela Herejes es amplia porque atraviesa diferentes épocas?

En ella viajamos desde Ámsterdam en el siglo diecisiete, cuando era notable el pintor Rembrandt, hasta los llamados “emos” de la Avenida G, en el Vedado habanero en la Cuba de nuestros días. Pero es abarcadora, además, porque es una novela que incluye varios géneros. Es policiaca, histórica y social.

Cada nueva presentación de sus obras es un suceso que muchos esperamos. En el caso de Herejes también tuvo una gran acogida del público. ¿Pudiera considerarse un tributo a la libertad individual?

Sin dudas. En Herejes se destaca el tema de la libertad del individuo, así como los riesgos que entraña cada decisión personal. Su estructura narrativa es diferente a otras de mis novelas históricas, como por ejemplo, El hombre que amaba a los perros.

¿Leonardo Padura se considera un hombre arriesgado?

El arte es riesgo. En cada acción que uno trate de reafirmar la individualidad puede correr riegos. Mis obras creo que demuestran que lo soy. Con El hombre que amaba a los perros traté una temática muy controvertida, pero necesitaba hacerlo y lo logré. En tanto, con Herejes rompí muchos esquemas literarios.

Agradecemos a Leonardo Padura su diálogo con Radio Cadena Habana, la emisora de la música cubana. Seguimos atentos a la publicación de su próxima novela.

Por Katia Camejo Montpeller.


Daniel Chile: atrapado por la cinematografía

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Uno de los cortometrajes en competencia en la 16 edición de la Muestra Joven del ICAIC es Atrapado, una historia que se sumerge en la naturaleza humana para exponer rasgos y escenarios de la sociedad cubana actual. Bajo la dirección de Daniel Chile, Atrapado cuenta con un elenco en el que convergen el talento joven de Carlos Luis González y Alicia Hechavarría y la experiencia actoral de Aramís Delgado y Patricio Wood.

Daniel Chile joven realizador audivisual cubano

Sobre este cortometraje con el cual ya Carlos Luis González obtuvo el premio a mejor actor en el Festival de Cine Latino de Oklahoma este año, nos comenta su director, Daniel Chile, en exclusiva para Radio Cadena Habana.

¿Atrapado es una historia creada por ti o la escribiste con alguien más?

Trabajé en la idea original con el guionista cubano Amílcar Salatti, que hizo importantes aportes a la historia. Pero finalmente terminé escribiendo el guión con la asesoría dramática del cineasta cubano Hubert Barrero.

¿Qué cuenta Atrapado?

Cuenta la historia de Roldán, un repartidor de pizzas que vive en una casa en pésimas condiciones y su esposa está a punto de dar a luz. De repente, la entrega de una pizza a un cliente le dará un vuelco a su vida. Es un cortometraje que pone a prueba la ética y la moral de un personaje sometido a una situación límite.

¿Por qué esta problemática?

Aunque es un tema atemporal y universal, siento que en estos tiempos se hace notable la obsesión por el dinero y una crisis de valores. Por ello intenté explorar hasta qué punto el ser humano puede transgredir su ética y su moral cuando tiene que decidir entre la supervivencia suya y de su familia o la vida de otra persona. Evidentemente, el corto tiene una resolución incómoda, pero mi intención no es juzgar ni dar lecciones, sino provocar la reflexión, incitar al debate, poner al público a pensar.

Sé que eres un creador con preocupaciones constantes, que de cierto modo se repiten en tus cortometrajes. En el caso de Atrapado, ¿cuánto de continuidad y cuánto de ruptura hay con las líneas temáticas de tu obra anterior?

De manera general, hay continuidad con mis propuestas anteriores. Mis inquietudes como ciudadano de este mundo no están disipadas, aunque con el paso del tiempo adquieran otros matices. Las ideas están claras, el guion, también. Esta vez he asumido con más riesgos a los personajes, las escenas, los diálogos. Y desde el punto de vista estético, hemos propuesto una fotografía sin ataduras, un montaje ágil, una banda sonora intensa. Todo en función de una historia que transcurre en la época que me tocó vivir.

¿Dónde se filmó el corto y con qué equipo de producción?

El corto se filmó en La Habana, en zonas del Vedado y Playa a través de nuestra productora independiente Mirapaká y el apoyo imprescindible de instituciones como el Banco Sabadell, la Asociación Hermanos Saíz y DX producciones.

La producción estuvo a cargo de Roberto Chile y Enif Pino, la edición de Lenia Delgado, la dirección de fotografía de Javier Pérez, la banda sonora de Raymel Casamayor y la música original de Emilio Martiní.  Por supuesto, hubo otras personas del equipo que fueron fundamentales para la realización de este proyecto.

¿En qué criterios te basaste para elegir el elenco?

Me motiva trabajar con actores que tengan experiencia cinematográfica, y sobre todo, que amen el cine. Carlos Luis González es un actor intuitivo, de fina sensibilidad: sentí que podía asumir con inteligencia los matices y contradicciones de un personaje como el de Roldán. A Alicia Hechavarría la conozco desde que estudiaba en la ENA, siempre me ha trasmitido la ingenuidad y la calidez que necesitaba para el personaje de Ana. Hace tiempo deseaba trabajar con Aramís Delgado, actor profundo, visceral.

Desde que escribí el guión pensé en él para este personaje, que tiene a su cargo una escena desgarradora que supo asumir con entrega y pasión. Y Patricio Wood, que interpreta al administrador de la pizzería, quien a pesar de la brevedad de su aparición, le imprime tensión y veracidad a la historia.

Cuéntame de tu experiencia con este elenco. Con dos de ellos que repiten como pareja en el cine (Alicia Hechavarría y Carlos Luis González).

En la historia del cine son incontables las parejas de actores que han repetido. Carlos y Alicia, por haber compartido la escena en otras ocasiones, tienen una química emocional que era necesaria para el éxito de este cortometraje. Fue una buena elección, no tengo dudas.

¿Satisfecho con el resultado?

Soy un perfeccionista incurable y siempre deseo que todo quede mucho mejor. A veces lo que imaginas no es lo que se logra al final. Pero en sentido general estoy contento por la entrega de los actores, la profesionalidad del equipo, y porque puedo comunicarme con el público mediante el cine.

Ya has explorado la ruta del cortometraje en varias ocasiones, ¿listo para ir más lejos?

Los cortos son un camino hacia el aprendizaje, un puente hacia lo que uno desea. Estoy barajando ideas y espero, más temprano que tarde, poder dirigir un largometraje de ficción.

Si tuvieras que definir al director Daniel Chile, ¿cuáles serían tus palabras?

No me agrada hablar de mí, prefiero que lo hagan quienes me conocen. Pero si tuviera que definirme, diría que soy alguien que intenta cada día hacer realidad lo que sueña.

Por Lilien Trujillo Vitón.

Nelson Domínguez, un artista sin límites para crear

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Lo más auténtico de sus raíces cubanas, campesinas, patrióticas, conforman la vastísima obra del inquieto pintor que es Nelson Domínguez, cuyas piezas aparecen en instalaciones de múltiples naciones.

Nelson Dominguez, Premio Nacional de Artes Plásticas 2009. Foto Roberto Chile

Al asistir a la inauguración de una de sus muestras, Radio Cadena Habana obtuvo la siguiente entrevista del Premio Nacional de Artes Plásticas 2009.

La gira por toda la Isla de la muestra denominada Autorretrato, permitió mayor contacto del público con su trabajo.

Maestro, ¿cuándo volveremos a disfrutar de encuentros como ese?

Fue un acontecimiento en mi carrera. Recorrí gran parte de la nación. Mis obras llegaron a lugares intrincados desde Baracoa hasta Pinar del Río. Pero uno se da cuenta que existen otros territorios que quedaron por visitar. Desde entonces me he propuesto realizar otro periplo. Estoy en deuda, por ejemplo, con el municipio Isla de la Juventud. Allí siempre me reciben con mucho cariño. Quiero hacer una muestra similar especialmente para esa región del país.

Nuestro entrevistado fue un niño que creció en plena Sierra Maestra, al calor de las faenas más duras, junto a su familia, rodeado de la exuberante naturaleza del lugar. Allí conoció desde temprano las bondades que el Ejército Rebelde prodigó en aquella zona, antesala de lo que luego marcaría el camino victorioso de la Revolución Cubana.

El acercamiento a nuestras raíces por Nelson Domínguez no se traduce en imágenes de perfectas líneas, más bien nos cuenta a su manera la historia patria usando los propios materiales que participaron en cada acontecimiento.

¿Cuáles de estas piezas en su opinión pueden ser más populares?

Hay una que me gusta mucho. La denominé Columna cimarrona. Es una obra que hice hace mucho tiempo. Con ella quise homenajear al cimarrón, es decir, a los negros traídos de África para trabajar en estas tierras como esclavos, muchos de los cuales se escapaban de sus amos en busca de libertad. Huían pero eran perseguidos por los rancheadores y sus perros.

Y su obra ¿cómo aborda esa temática?

Realicé una tumba cimarrona. Es una columna de carbón, erguida y junto a ella los esqueletos de los perros. Es una manera de recordar al esclavo y a esos animales que estaban obligados a perseguirlo. Al final morían los dos. El perro podía matar al negro rebelde, pero también se convertía en víctima de esa práctica cruel.

¿Esta es su única pieza sobre la temática?

No. Hay otra muy significativa que doné al Museo de la Ruta del Esclavo, en Matanzas. Esa es de grandes dimensiones. Es un cepo para tres esclavos. La del cimarrón la obsequié al Museo Municipal de Guanabacoa. Ambos sitios tienen vínculos muy fuertes con una época de actos sanguinarios con esas personas llegadas de África. Por eso pensé que eran los que debían exhibir mis obras.

¿Para usted es decisivo expresar su arte en los más disímiles soportes?

Normalmente uso muchos soportes para trabajar. Siempre les aconsejo esto a los estudiantes de las escuelas de arte. Antes fui profesor y trasmití esa idea a mis alumnos. No deben limitarse. Un artista es aquel que está preparado para enfrentarse a todo tipo de soporte. Es un concepto un poco más renacentista y es muy útil. Dadas las condiciones de búsqueda, de innovación, que ofrece nuestro país, es preciso trabajarlo todo.

¿Es cierto que el hombre y el perro tienen muchas más cosas en común que las que normalmente identificamos, o al menos así intenta revelarlo en un próximo proyecto?

Poco a poco preparo una exposición con las similitudes entre el hombre y el perro. En ella aparecerán las vicisitudes, amores y tragedias que los acercan. Es un modo de explicar porque ese animal es el mejor amigo de los humanos. Estoy reuniendo litografías, lienzos y otras técnicas.

He pensado titular la muestra Esta vida perra.

Por Katia Camejo Montpeller.

Aprende conmigo en Radio Cadena Habana

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Radio Cadena Habana, emisora de la música cubana, ofrece un espacio para los niños entre 10 y 12 años de edad, titulado Aprende Conmigo, el único de su tipo en la planta radial. Goza de la aceptación de los pequeños y de toda la familia habanera, en tanto tiene entre sus principales objetivos acercar a los infantes de nuestra capital al universo sonoro cubano a través de los instrumentos musicales, géneros, intérpretes y compositores de música infantil.

Tamara Sotolongo Carmenate

Tamara Sotolongo Carmenate, directora de programa de Radio Cadena Habana

Su directora Tamara Sotolongo Carmenate dijo en exclusiva: «este proyecto tiene como  tema central la música cubana, y su mayor peculiaridad es que los propios niños hacen el programa, lo cual les permite conocer el mundo de la radio, adiestrarse en la locución, mejorar la dicción, el vocabulario y madurar su perfil vocacional».

Además de música, el programa tiene otras secciones como son: “El diccionario”. Con él siempre se aprende el significado de alguna palabra difícil de comprender. En “Con la Mochila al Hombro” se visitan imaginariamente lugares históricos o célebres y se destacan sus valores patrióticos o arquitectónicos según sea el caso. Finalmente en “Y Para conocernos mejor”, los niños pueden comprender aspectos relacionados con hábitos correctos de alimentación, higiénicos y de comportamiento.

Tamara afirmó: «aunque el tema central recorre el amplio espectro musical cubano, no deja de ser del interés infantil». Por tal razón no tienen reparo en enseñarles qué es una Zarzuela o una Ópera, de tal manera que, cuando ese pequeño asista a un teatro, tenga las herramientas básicas para discernir entre esos y otros géneros y apreciar sus valores artísticos.

Sobre los guiones del programa y el horario de transmisión aseguró contar con escritoras talentosas que acercan el vocabulario musical a los intereses de los pequeños, mientras que el programa se transmite todos los días de 5 y 30 a 6 de la tarde.  «Nos gustaría  se retransmitiera en el horario matutino, acotó Tamara, antes de la partida de los chicos para la escuela, pues a esa hora una gran cantidad de ellos escuchan radio».

¿Qué tiempo tiene el proyecto y cómo surge?

Tiene 5 años de vida y es una analogía del programa Pilluelo, aunque con diferencias sustanciales, en correspondencia con el presente encargo social de nuestra planta radial. En este primer lustro se pudo lograr una familia con miembros que tienen la virtud de involucrarse con igual pasión y responsabilidad en el proceso productivo, el cual  comienza con las grabaciones los sábados, y culmina con sus salidas al aire cada día.

¿Cuál es tu mayor satisfacción al dirigir este proyecto?

Ver el crecimiento espiritual y técnico de los niños que trabajan en él. Son capaces incluso de improvisar con el mismo rigor de un locutor profesional si es necesario, pero además se divierten, gozan lo que hacen sin perder el respeto por el oficio.

¿Algún momento significativo que desee destacar?

Cuando murió nuestro comandante en jefe los niños se sintieron muy conmovidos. Y fue asombrosa la fluidez de sus opiniones, el sentimiento de sus palabras. Juntamos esas opiniones e hicimos un programa que emocionó a la audiencia.

Antes de la despedida Tamara Sotolongo, dejó bien claro no tener insatisfacciones con el proyecto y que aspira a trabajar con una producción musical más actualizada, en aras de llevar a los oyentes lo más vigente de la música infantil, tal y como merecen esos niños y niñas que cada día sintonizan Radio Cadena Habana para escuchar Aprende Conmigo, un programa educativo y entretenido, hecho por niños  y para  los niños.

Por María Regla Figueroa Evans

Voces jóvenes de Radio Cadena Habana

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La emisora Radio Cadena Habana (RCH), especializada en música cubana, tiene un grupo de locutores jóvenes que se esfuerzan por llevar a los hogares habaneros el acontecer musical e informativo de la capital por la 99.9 de la FM.

Para conocer detalles acerca del trabajo de esta pléyade de noveles locutores conversamos con René González Duza, presentador insigne de la referida planta radial.

René González: RCH es una emisora con una trayectoria importante y un rol protagónico dentro de la Radio Cubana. Se transmiten 26 programas puramente musicales. Los jóvenes locutores se desempeñan en ella y lo hacen dignamente. Claro… el oficio no se adquiere en un día, es consagración, tenacidad y entrega y sobre todo mucho estudio al servicio de nuestro perfil: la música cubana, a la cual tributamos desde el año 2011. Ellos conocen los géneros musicales, su génesis y evolución, de manera tal que al sentarse  frente al micrófono lo hacen con seguridad y convencimiento. Son una garantía para el programa y cualquier pifia  la enmiendan, incluso, al aire. En RCH los jóvenes son un eslabón importante en los programas.

¿Puede mencionar a algunos locutores jóvenes que desde su punto de vista son referentes de profesionalidad?

Dylcia Oquendo Pestana y Eddie Alberto Ramírez Pérez

Dylcia Oquendo Pestana y Eddie Alberto Ramírez Pérez, Locutores del programa Entérese

R.G: Puedo mencionarte a Dylcia Oquendo Pestana y Eddie Alberto Ramírez Pérez, ambos del programa Entérese, bajo la dirección de Roxana Fuentes. Tienen buena voz, dicción, y carisma. Ellos hacen una revista en vivo de tres horas. Para eso se preparan  bien,  uno de los mayores retos de los locutores. Ambos jóvenes, además de ser buenos locutores, son muy disciplinados. Ante el micrófono establecen la empatía necesaria para un programa de esa extensión. Lo constatamos con las múltiples llamadas telefónicas al  programa, en una de sus secciones con el público.

Algún mensaje para los restantes locutores jóvenes de RCH

R.G: Deben estudiar mucho y mirarse en el espejo de Dylcia y Edilberto, quienes de forma convincente devienen  en voz y estilo de Entérese. Tenemos  otros cuya calidad de igual modo es buena y hoy trabajan con el ánimo de elevar su profesionalidad, con el propósito de llevar al oyente un mensaje atractivo.

¿En qué medida Radio Cadena Habana contribuye a elevar el nivel profesional de los jóvenes?

R.G: Hacemos talleres, encuentros, y estamos siempre al tanto de los nuevas promesas. Como resultado de nuestra preocupación esta emisora aporta con bastante frecuencia locutores, catalogados verdaderos  pilares de la palabra, no obstante estar en otras plantas radiales, sobre todo nacionales. Tenemos además el apoyo de las instituciones rectoras de la capital con cursos de superación y otras alternativas y las opciones del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, uno de los principales apoyos en la superación de periodistas y del personal relacionado con el mundo de la información.

Por María Regla Figueroa Evans

El Tren de la Música Cubana ya tiene un monumento

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Un monumento a Juan Formell y los Van Van será la obra que el sábado 27 inaugurará en La Habana Vieja Lesmes Larroza. El joven escultor cubano completa así una idea que honra al creador de la mítica banda de nuestra música popular.

Lesmes Larroza

Lesmes Larroza, joven escultor cubano

Este talentoso artista, que ya tiene obras en diferentes sitios de Cuba y en otras partes del mundo, es también subdirector de la Academia de Bellas Artes San Alejandro. En exclusiva para Radio Cadena Habana, explicó detalles de su nuevo proyecto.

Lesmes Larrosa: Es un tren, que es como se le llama a los Van Van: el tren de la música cubana. Y utilicé uno de verdad, una locomotora de vapor, la 18-16. La intervine con los colores de nuestra bandera y un texto identificativo. Está ubicado al lado de la Estación de Ferrocarriles. Fue un proyecto que aprobó la Oficina del Historiador de la Ciudad y el propio doctor Eusebio Leal. Hemos recibido su apoyo y el de Perla Rosales, la directora adjunta de esa institución, así como de su equipo de inversiones.

¿Por qué esta locomotora y no otra?

L.L: Es que desde que la vi, me impactó. De ahí a que tuviera que ver con los Van Van, había un largo trecho. Pero esta máquina es simbólica. Fue fabricada en 1919. En nuestro país solo existían dos de su tipo y esta es la única que queda. Tiene 90 toneladas de peso y logró arrastrar cerca de 50 vagones de caña como máximo de su potencia. Ella funcionó hasta hace poco tiempo, con elementos mecánicos diversos, que no eran los originales. Correspondían a innovaciones surgidas al calor de las necesidades. Y ahí es donde la voluntad y el ingenio creador del cubano se sobreponen en los momentos más difíciles. Así se mantenía la locomotora funcionando.

¿Y cómo podemos entender el arte en esta obra?

L.L: El artista contemporáneo asocia ideas. Decir Van Van es decir Cuba. Hay otras orquestas excelentes, pero la banda fundada por Juan Formell, emerge como cronista de la música popular cubana, que el pueblo ha seguido en casi medio siglo de vida. Este es, sin duda, un monumento a la perseverancia. Y los integrantes del grupo están muy satisfechos.

¿Por qué se escogió este sitio para colocar el monumento?

L.L: Lo fundamental fue revivir este espacio para la comunidad. El Parque del Agrimensor está contiguo a la terminal nacional ferroviaria. Tenía varios trenes en desuso y decidimos utilizarlos para una plataforma cultural denominada El Arsenal. Incluye un parque temático de ferrocarriles, con varios ejemplares centenarios, un tramo de la antigua muralla de la ciudad que será el estudio taller y, además, todos los sábados en la mañana hacemos talleres vocacionales para los niños.

¿La idea permite la participación de personas de todas las edades?

L.L: Sí. Hemos tenido en cuenta los intereses de los distintos grupos etarios para que todos sientan suyo este lugar. Los talleres vocacionales sobre pintura con niños, lo extenderemos a los jóvenes. También permitirá que tomen parten los alumnos de la escuela nacional de música en sus ejercicios finales, habrá talleres vocacionales de circo y de danza, y hasta podrán participar los círculos de abuelos con sus propios intereses.

¿Estarán los Van Van en la inauguración del monumento?

L.L: Sí, aunque no podrán dar un concierto porque el sábado, que es la apertura, ellos tienen otro compromiso y queda pendiente su actuación. Pero estarán para cortar la cinta que dejará inaugurado el Monumento al Tren de la Música Cubana.

Por Katia Camejo Montpeller

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