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En la habanera calle Galiano habita la música cubana

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La Casa de la Música ubicada en la habanera calle de Galiano, se creó con el objetivo de establecer nuevas locaciones de presentación para los músicos cubanos y divulgar  los ritmos auténticos de la Isla, especialmente los bailables, teniendo en cuenta que el área constituye  punto de confluencia para bailadores locales y extranjeros.

Casa de la Música Habana

La Casa de la Música Habana, ubicada en la popular avenida de Galiano. Foto Internet

Su Director, Jorge Luís Villariño Lombardìa, dijo a Radio Cadena Habana:

Desde iniciada la Casa aquí se presentan agrupaciones de todo el país, siempre y cuando interpreten música cubana. No existe un protocolo previo para actuar en nuestra Casa. Eso si, hacemos hasta lo imposible por  presentar un producto con calidad a fin de garantizar el prestigio del centro y el regreso de los asiduos y principiantes.

¿Qué mecanismos utiliza la Casa para promocionar las agrupaciones?

Varios.

Uno, la cartelera ubicada en la puerta, otro es el grupo de especialistas del departamento comercial. que tiene la misión de divulgar nuestra programación en los medios de difusión masiva de la Habana, con el apoyo de productores y representantes de las orquestas, y un tercer mecanismo es la promoción en la pantalla situada dentro del propio salón de baile Son eficaces y efectivos, aunque insuficientes aun.

Aquí hay música bailable para todas las edades, confesó Jorge Luís a la emisora de la música cubana, agregando:

En el salón principal presentamos otras manifestaciones del arte relacionadas con la música y la danza, a partir de  parejas profesionales y los desfiles de modas con la compañía del famoso diseñador cubano Castillo. Combinamos la moda con la música cubana tradicional, porque el fondo musical de las pasarelas está editado con pegajosas rumbas y guaguancós.

¿Qué orquestas son asiduas a este lugar?

Las orquesta Pupi y los que Son Son, Pedrito Calvo y la Justicia, Adalberto Álvarez  y su Son, Yoruba Andabo (un grupo de Rumba muy aplaudido en Cuba y allende los mares), Maikel Blanco y su Salsa mayor, Azúcar Negra y  Bamboleo. Aquí actúan además otras agrupaciones famosas como son La Charanga Habanera y Los Van Van.

Le recuerdo que en todo el país existen otras Casas de la Música y aquí en La Habana está la de Miramar, con similares intereses.

El piano bar Habaneciendo está entre los más populares de la capital cubana, asegura Iraida Rodríguez, Gerente Comercial en la Casa de la Música de la calle Galiano:

Está abierto de martes a domingo por las noches y tiene una capacidad para 120 personas. Es muy íntimo. Los miércoles ofrece una matinée con el cantante Osahìn del Monte. El domingo presenta la peña  del cantante Fausto Durán, la cual está dirigida a la comunidad y a las personas de la tercera edad. Además actúa también el Conjunto de Arsenio Rodríguez con temas tradicionales Habaneciendo brinda  también música grabada del repertorio nacional.

Radio Cadena Habana quiso conocer las opiniones del público:

Jennifer Yakamovich (Canadiense) Bailé muchísimo. Rumbas, Cha Cha Chas, y Sones, interpretados por orquestas de las llamadas en Cuba de primer nivel.

Yurissa Varela (Canadiense) Es un espacio muy bueno para la diversión, el baile y la relaciones interpersonales. A ella acuden personas con un elevado nivel danzario que ponen en la pista la verdadera riqueza rítmica de la música cubana. Creo que si estás de visita en Cuba y deseas escuchar buena música, acompañada de magníficos bailadores debes dar una vuelta por La Casa de la Música de La Habana, este es un sitio maravilloso e inolvidable.

Sulay Scull (Cubana) Asisto con bastante regularidad a la Casa de la Música de La Habana, es uno de los mejores sitios con que hoy cuenta la capital. El ambiente personal es bueno. En cuanto a la música las agrupaciones son de muy buena calidad. Se escuchan sones, guarachas, la timba y otros ritmos sabrosos para bailar. Aquí se pasa de maravilla.

Con  más de 3 lustros esta casa es y será un espacio para las buenas melodías, donde el bailador criollo y el foráneo cruzan su umbral hechizados por los embrujos de la música cubana de ayer y de hoy.

Por María Regla Figueroa Evans


Orquesta Avilés: La Emperatriz de la música cubana

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Más sabe el diablo por viejo que por diablo.

Esta es una frase que se repite constantemente en todos los espacios sociales y es que irrefutablemente la experiencia y la sabiduría la dan los años, los caminos recorridos y los paisajes admirados.

Cuanta experiencia entonces no guardará en su esencia la orquesta más antigua de Cuba, esa que ha visto crecer generaciones, esa que, sin lugar a dudas recoge años de tradición sonora que han ido bebiendo del inevitable desarrollo que sufre la música a su paso por la humanidad.

Fundada el 16 de octubre de 1882, la Orquesta Avilés es considerada además la agrupación de música más antigua de Latinoamérica.

Orquesta Hermanos Avilés

Orquesta Avilés, bautizada como la Emperatriz del Ritmo y la Melodía, dirigida hoy por Gaston Allen

Allá en la oriental Provincia de Holguín la actual Orquesta Avilés y sus músicos bajo la conducción del maestro Gastón Allen defienden esa condición de precursores de nuestra historia sonora. Sobre ello el maestro nos comenta.

El hecho de que nuestra agrupación tenga esta condición, es una responsabilidad en primer lugar de nosotros, los músicos que tenemos el honor de integrarla, y el deber de contribuir a su permanencia con calidad, disciplina y espíritu de sacrificio.Pero no somos los únicos, la cultura cubana y los que la representan en todos sus ángulos también la tienen, porque sin el consecuente apoyo, la perdurabilidad  es imposible.El orgullo es de todos los cubanos en general, y de los holguineros en particular.

Famosa en sus inicios por interpretar danzas, contradanzas y danzones, su surgimiento como orquesta típica dio un giro a la labor sonora que empezaba a nacer en la mayor de las Antillas. Esta agrupación es hoy una de las fuentes vivas en la música cubana que aun preservan nuestras raíces culturales ante la vorágine de ritmos nuevos que llegan a Cuba.

Una de las características que ha contribuido a que se mantenga esta agrupación a nuestro criterio ha sido, el marchar siempre con el tiempo. Nosotros siempre hemos declinado convertirnos en una pieza de museo, estamos abiertos a lo mejor de las corrientes nacionales e internacionales, pero en todo momento preservando lo más genuino de nuestra cultura musical.

¿Cuánto conserva aún la Avilés de esa orquesta que comenzó  su andar por Cuba en 1936?

Cuando hacemos un concierto en un teatro ó algo parecido, podemos apelar a todos los ritmos que forman parte de nuestras raíces, y esto hasta puede ser admirado por el auditorio, pero cuando hacemos un bailable estamos obligados a ser cuidadosos con el repertorio, siendo así más competitivos, aunque esto implique  fusionarnos en algún momento, sin hacer grandes concesiones desde luego. Nuestro propósito siempre ha sido gustarle a la juventud en primer lugar sin subestimar los demás grupos etarios. En estos momentos ha sido más difícil que nunca, por la falta  del debido apoyo de la radio y la televisión, nuevas grabaciones, y tal vez también por la falta de sensibilidad de algunos directivos.

Sin embargo la Orquesta Avilés no es tan escuchada hoy en la isla como debería, su papel en nuestra cultura necesita que se le brinde un mayor protagonismo en el panorama sonoro nacional.  Sobre este tema y sus planes para el resto del presente calendario el maestro Gastón Allen reflexionó:

En la actualidad vemos con aliento el hecho de que sean esporádicas nuestras presentaciones, porque el año pasado de enero a agosto, solamente actuamos cuatro cuatro veces. No es para quejarnos(debilita el espíritu) pero si lo denunciamos para que se reflexione sobre este hecho, y no vuelva a suceder con nosotros ni con ninguna otra institución, sobre todo cuando vemos el polo turístico plagado de artistas eventuales y nosotros no tenemos ni siquiera una Peña en la ciudad de Holguín.

En cuanto a proyectos hemos estado soñando junto con Georgia, la directora de Anacaona (fundada en1931) y con Rafaelito Lay, de la orquesta Aragón fundada en1939)  y nosotros Orquesta Avilés (1882) hacer un gran concierto entre las tres agrupaciones, ya que coincidimos en significación, iniciales y longevidad con casi 300 años de trabajo artístico, y llamarlo algo así como Triple A, aunque se aceptan propuestas. También se nos propuso hacer una gira por seis provincias para el mes de noviembre  y eso es lo más reciente que tenemos en planes.

La emperatriz del ritmo y la melodía es hoy un símbolo de Holguín. ¿Cómo reflejan en su trabajo la  defensa de la identidad cultural regional y de la tradición histórica que representa?

Pienso que el concepto no ha cambiado. El respeto entre sus integrantes, disciplina y calidad siempre han estado presentes, además de criterios estéticos actualizados en cada momento de su historia.

Tenemos la suerte de contar con el beneplácito de varias generaciones de holguineros que sienten que no traicionamos el legado Musical que hemos heredado.Siempre tendremos por lo menos una melodía que recuerde los años mozos a cualquier persona, no importa la edad que tenga.

Sin Embargo en todos estos años hemos atravesado dificultades.

En determinado  momento  alguien llevó nuestras partituras para un rincón mugriento y una buena parte de ellas fueron robadas.  Sumado a esto el  local de ensayos en donde se fundó la Orquesta no podemos utilizarlo, por molestias a la vecindad, su estado actual es prácticamente ruinas, ahora nos acoge el cine Martí.

Nos gustaría que nos tuvieran en cuenta en las promociones en Cuba y el extranjero (Venezuela 1956 y Portugal 1993 las únicas en su historia) de una forma estable con una economía que nos permita tener nuevamente por lo menos 15 músicos y darle una vez más la sonoridad que adquirió en 1936 cuando fue bautizada como: “La Emperatriz del Ritmo y la Melodía”.

Sin duda que ante esta agrupación cubanísima, coronada como la Emperatriz del Ritmo y la Melodía, hay que quitarse el sombrero y reverenciarla.

Por Yusilyn Suárez

Adrián Berazaín: trascender a mi época desde la música

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En los años cincuenta del pasado siglo fue muy popular en Cuba el humorista Argelio García (Chaflán) con su chispeante recurso de ponerse y quitarse el sombrero para hablar, alternativamente, en broma y en serio.

En esta ocasión, no fue el ya desaparecido artista espirituano a quien le correspondiente quitarse el sombrero. Fue al joven Adrián Berazaín, que forma parte de un grupo de jóvenes cantantes cubanos que acostumbran a presentarse en escena con esa prenda de vestir.

Adrián Berazaín, cantautor cubano

Adrián Berazaín. Foto: Calixto N. Llanes

El aplaudido diseñador de canciones, que  para mayor coincidencia, es hijo del comediante Antonio Berazaín, visitó Mirador de la Habana, invitado por el colectivo de la revista informativa de Radio Cadena Habana.

No te gusta hablar mucho de tus inicios en la canción. ¿Por qué?

No se trata de una experiencia negativa de aquellos años. En realidad fue una etapa muy bella de mi vida. Pero no quiero hablar de ella en pasado, porque no deseo ver como el tiempo pasa a un ritmo vertiginoso.

Te cuento que no hace mucho me encontré con un muchacho que también había estudiado conmigo en la Escuela Vocacional Lenin y me pregunto de qué graduación yo era. Yo soy de la 27 y él, de  la 27. ¡Imagínate! Casi me sorprendí al comprobar que ya habían pasado 10 años de aquello.

Aunque conservo mi apariencia juvenil, debo reconocer que no me gusta envejecer.

A propósito de tus vivencias en la  Lenin, ¿cuéntanos algo de esa etapa?

Aquí ocurrió algo muy curioso. Aunque el Vladimir Ilich Lenin este era un Instituto Preuniversitario de Ciencias Exactas existía un movimiento de artistas aficionados muy fuerte. Sobretodo, había un grupo de estudiantes que teníamos inquietudes afines. Competíamos entre nosotros para ver quien se aprendía más canciones de Silvio, de Pablo, también de Nirvana, Green River o Soundgarden y otros representantes del movimiento grunge.

En esta peña estudiantil comenzamos a generar nuestras propias canciones. De allí salieron cosas bonitas y algunas amistades duraderas, como la de Mauricio Figueiral, otro trovador iniciado en los predios de la Lenin.

Al egresar de la Lenin cursaste y aprobaste la carrera de Diseño Industrial, pero no renunciaste a la música. ¿Cuales fueron los momentos más significativos de este período?

Me mantuve dentro del movimiento de artistas aficionados, esta vez como integrante de  la Federación Estudiantil Universitaria. Incluso participe en el V Festival Interuniversitario Centroamericano de Cultura y Arte de 2007, en Managua, Nicaragua.

En 2002 ( y durante tres años ) , fui organizador y anfitrión de la peña “La Séptima Cuerda”, espacio dirigido principalmente al público joven, que tuvo lugar en la galería de la Biblioteca Pública “Rubén Martínez Villena”, en la Habana Vieja. Recuerdo que Vicente Felíu nos bautizo ¨ los trovadores universitarios ¨. Porque los que allí nos reuníamos en su mayoría estudiábamos en la Universidad.

¿Cómo llegó tu primer fonograma?

Una vez le pregunte a Carlos Varela como era este proceso de grabar un disco.  Él me explicó que uno empezaba a cantar  y cantar  y llega un momento en que eres conocido. Para ese entonces, tiene algunas canciones acumuladas, grabas una, grabas otra,   y te encuentras dando conciertos y las personas asistiendo a los mismos. De repente, llega el disco. Así sucedió conmigo Como los locos, llegó así, cuando le tocó el momento.

¿Y  si te hago canción?

Si te hago canción es una de las canciones que a mi más me gusta. La   tenía guardada en mi casa y la cantaba únicamente en la intimidad familiar y en los círculos de amigos mas allegados. Un día mi mama me pidió que la cantara en publico y para complacerla lo hice.

Entonces gustó mucho y Lester Hamlet me sugirió ponerla en la película Fábula. Me gustó la idea, porque era la primera vez que me insertaba  en un panorama donde cantaban Silvio Rodríguez y  Polito Ibáñez, que para mí son  íconos de  la trova.   Si a eso le agregas que mi canción es la que los protagonistas tararean y comparten entre ellos, te puedes imaginar el inmenso placer que sentí. Por esa razón, y siempre se lo voy a agradecer a Lester. Por eso es el nombre de mi segundo disco.

Entonces, ¿en qué sitio queda Por una Camarera?

Esta canción también tiene su historia.

Resulta que un día, Mauricio y yo nos reencontramos en casa después de una gira y él se interesa por mis composiciones más recientes , le muestro algunas , entre ellas, Por una camarera, a él le gustó mucho y me aseguró que podía pegar en el público.

Yo defendí otras que tenían más acordes, me parecían más elaboradas, pero Mauricio replicó con su habitual y aplastante lógica.

Según él, esa obra tenía algo. No sabía exactamente qué, pero  lo sentía y parafraseó a Joaquín Sabina cuando afirmó  …Es algo que vislumbro aunque no veo…  Me pidió grabarla entre los dos y accedí. Después de grabar el tema, quiso hacer el video-clip. La primera parte la filmamos en Cuba y la segunda en Venezuela durante un viaje que hicimos juntos. El público acogió favorablemente  el tema. Ya  lleva más de un año en la radio y todavía se escucha. Es una de las canciones que hay que escoger para cerrar los conciertos, porque así te lo piden.

Tu canción Ochún, también originó diversas reacciones,  para algunos, este intérprete de piel blanca, graduado universitario  y que nadaba por el mundo sin collares y resguardos, había sacado a la luz una vocación religiosa ligada a los ancestros africanos. ¿Que puedes acotar al respecto?

Yo no soy religioso, soy ateo.  Pero soy una persona que me gusta estudiar mucho mi entorno, siempre he vivido en el barrio La Victoria en Centro Habana y me nutrí de esa cultura, que tiene allí muchos seguidores. Ese contacto permanente, te  va creando un conocimiento.

La canción esta dedicada a una muchacha,  bonita, de la cual me enamoré y a la que quería comparar con una diosa. No quise compararla con una diosa griega, ya que  me parecía demasiado clásico e incluso, algo cursi, más en sintonía propia para nuestra idiosincrasia era compararla con una orisha, Ochún personifica el amor y la fertilidad, la intensidad de los sentimientos y la espiritualidad.

También  la sensualidad humana y lo relativo a ella, la delicadeza, la finura, el amor y la feminidad. Ella es protectora de las gestantes y las parturientas; se representa como una mujer bella, llena de dulzura, alegría y risa. Todo eso lo encontraba también en mi musa. Te explico que no lo hice arbitrariamente, fue hecho con mucho respeto y lo consulté con los estudiosos de la materia. Es increíble su aceptación. Cantas apenas un fragmento del coro y las personas la repiten como si fuera un tema de antaño conocido.

¿Cómo te clasificas como intérprete? Te hago la pregunta porque el concepto de trovador se sale del marco de lo que haces.

Mira, en realidad no me preocupo mucho por nombres y definiciones, si nos vamos a poner teóricos y rígidos la mejor definición sería de cantautor pero al  final el público dice la última palabra.  Lo más reciente es llamarme  cantante. Y te confieso que me gusta mucho que el publico, cuando te vea por primera vez, me llame cantante. En última instancia, yo quiero que mi música sea para la gente, lo que la gente quiera que sea: buena música, mala música, música romántica, música para escuchar, música para bailar, lo que sea.

Pero para ti, ¿como quiere que seas?

Quiero algo que haga sentir bien a la gente y sobre todo, los convierta en cómplices de las historias que trasmito. Mis canciones se inspiran en sucesos reales, experiencias que he vivido o que viven otras personas e que incorporo a mi creación. Deseo entonces que quien la escuche no sea un receptor pasivo, sino que sea un ser pensante y reflexione en el tema  que abordo e incluso, exprese sus criterios asl respecto.

Te confieso además que quisiera escribir una canción que la gente recuerde y la cante cuando pasen los años. Ojala un día se escribiera un libro con las cien mejores canciones del sglo XXI en Cuba y apareciera una de mis composiciones.

Eso es lo que mas busco, lo que más quisiera: trascender desde la música.

Está la búsqueda inmediata, llenar un teatro, comercializar tu música, eso también es interesante y hasta motivador.

Es atrayente ver como algunas funciones de teatro, que te aportan algo culturalmente, son mucho más baratas que algunos funciones de centros nocturnos, que no te aportan prácticamente nada culturalmente.

Pedro Norat Soto

El Mago del Contrabajo

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Al abrirme la puerta el joven contrabajista cubano Gastón Joya, supe de inmediato que  estaba ante una joya de la música cubana, no solamente por su virtuosismo, sino por la sencillez que caracteriza a los grandes.

Gastón Joya

Gastón Joya / Foto: Roberto Ruiz (Tomada de Oncuba)

¿Qué significa para ti el contrabajo?

Es una parte de mí porque lo toco desde pequeño. Mi papá era  bajista, entonces yo aprendí a interpretarlo mirando a mi padre, lo cual quedó grabado en mi como un reflejo. Después entendí la forma de  integrarme a la música a través de este instrumento, que repito  es una  parte importante de mi cuerpo.

¿A qué edad comienzas a estudiar música?

Tenía siete años  y estaba en tercer grado de la enseñanza primaria, pero curiosamente  comencé en  la especialidad de  Violonchelo. Dos años después me decidí por el  Contrabajo.

Creo sin lugar a equivocarme que ahí estuvo una vez  más la influencia de mi padre, que a su vez fue alumno de Orlando  Cachaito López, quien posteriormente también fue mi profesor, un  excelente contrabajista que devino en mi  paradigma, aunque también mi tío Feliciano Arango influenció mucho en mi porque él era bajista.

Muchos hablan de tu alto nivel de ejecución.  ¿Existe alguna receta específica?

Mi formación es clásica y muy rigurosa, influenciada por mis profesores más  recientes, entre ellos Alfredo Averof, contrabajista de la Orquesta  Sinfónica Nacional y profesor del Instituto Superior de Arte y Andrés  Escalona, gran maestro del Contrabajo de todos los tiempos.

Ambos siguen mi carrera. Esto es una cadena, mi padre fue alumno de  ellos y ellos fueron mis profesores. En mí la música  se dio como un proceso natural, nada se forzó todo llegó cuando debió  llegar y eso es importante a la hora de la interpretación, porque  verdaderamente sientes lo que haces.

Ganar un  premio Jojazz es de gran significación. ¿Para ti que representa?

Debo ser sincero. Yo no quería presentarme al Concurso,  siempre participaba en calidad de acompañante, hasta que mis amigos  hicieron presión para que concursara. Eso fue en el año 2005, entonces  tenía 17 años.

Recuerdo que estaba súper nervioso pero finalmente gané,  lo cual me ayudó a conocer personas que aportaron y aportan mucho  a  mi carrera y estilo, y  a mirar el Jazz desde otra óptica.

Gracias al  Jojazz conocí al maestro Jorge Reyes con quien a partir de ese momento  mantengo una gran amistad personal y profesional.

En sentido general  ganar este premio es la apertura a nuevos caminos,  y un alto  estimulo para cualquier joven.

Hace 3 años te uniste  a la banda del maestro Chucho Valdés. ¿En qué  medida esta unión constituye  un gran salto en tu carrera?

Todos los días aprendo mas y más porque la banda (Afro Cuban Mesinger)  liderada por el maestro Chucho Valdés es una escuela.

Con ella  participo en los circuitos anuales por Europa y Estados Unidos y  asisto a los festivales entre otras actividades  de carácter  internacional, eso son experiencias muy valiosas para mi desempeño. Y  más allá de todo,  el Maestro Chucho Valdés es mi amigo, no solo me  guía también me enseña a comprender la música, y el enfoque de cada  discurso musical, a no sacrificar ese mundo sonoro por nada y a  defender nuestra identidad musical.

¿Cómo marcha la carrera discográfica de Gastón Joya?

Participé en el disco titulado Magia Negra junto a la maestra Omara  Portuondo, aunque el CD titulado Gastón Joya, es mi  ópera prima y obtuvo  premio en Cubadisco 2014.

Ahora estoy inmerso en  la grabación de un DVD junto al Maestro Joaquín Betancourt y su Jazz  Band. En diciembre de 2014 también grabe un fonograma con Armando Salazar, un  cantador flamenco que representa toda una institución en España.

Además participé en  la grabación de  Sin Fronteras, un disco del maestro  Chucho Valdés que contó con importantes invitados. Otras  de mis proyecciones discográficas es un DVD documental  con  habitantes de la localidad habanera de Guanabacoa, mi ciudad natal.

El audiovisual quiero filmarlo en el antiguo conservatorio de música de  esa villa, que aunque colapsó por el paso de los años mantiene su  historia. Ahí estudió José Carlos Acosta uno de los pilares del Jazz  cubano y Cachaito López fue profesor de esa escuela, por solo citar  algunas personalidades de la música que estuvieron relacionadas con el  centro.

¿Qué protagonismo le  atribuyes al contrabajo dentro de una formación  musical?

Es el instrumento que conduce la música, tanto clásica como   popular.

Es la gravedad, el lado opuesto de la melodía y  dibuja poco a poco  los colores de la música. Es la base de cualquier orquesta. Es  antecesor de  las violas barrocas y se creó aproximadamente en el  siglo XV.

Los primeros en llevar ese instrumento a la música  norteamericana antes de existir el Jazz como género, fueron los  cubanos.

No solamente es instrumento acompañante existe música hecha para  contrabajo como solista. Muchos son los compositores que hacen música  para ese instrumento aunque me atrevo a decir que aún está en  evolución. Físicamente tiene un gran parecido con el violín a  diferencia que el contrabajo se afina por cuartas y el violín por  quintas.

Yo lo clasifico como el híbrido entre lo rítmico y lo armónico.

¿Te considera un jazzista?

Interpreto mucho jazz pero no me considero un jazzista. Mi mayor  atracción está en la música cubana. Siento mucha admiración por la  música de Lecuona y de Bola de Nieve.

De los músicos de tu generación ¿Con quiénes compartiste escenarios?

Con Yasek Manzano, Harold Lòpez-Nusa, Rolando Luna, Rodney Barreto, y de los que no  son de mi generación los  maestros Hernán López-Nusa y Enrique Pla.

¿Piensas hacer tu propia agrupación?

Es posible pero hasta ahora no hay nada en concreto.

Al respecto  prefiero que las cosas salgan por su propia voluntad sin forzar las  situaciones. Por el momento me mantengo al lado de los maestros Hernán  Lòpez-Nusa y Enrique Pla, con quienes integro  un trío desde hace más de 8 años, me va muy bien.

Y a punto de concluir este intercambio Gastón abrazó como a novia el contrabajo y discurso armoniosamente con sus sensuales cuerdas. Un jovial sonrisa sello este encuentro con el Mago del Contrabajo.

Por María Regla Figueroa Evans

La música del filme cubano Vuelos Prohibidos

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Vuelos Prohibidos, película cubana del cineasta Rigoberto López

Una bella y romántica música compuso el arreglista, productor y director de orquesta Miguel Núñez para la película “Vuelos prohibidos”, del cineasta Rigoberto López, la cual es hoy novedad  en las salas del llamado Séptimo Arte en La Habana.

El experimentado músico cubano en un corto diálogo exclusivo con Radio Cadena Habana explicó: “Primero me metí dentro de la historia tras haberme leído el guión y empecé a crear. Compuse una cantidad de música realmente excesiva, aunque entre Rigoberto (López) y yo seleccionamos las que ambientan el drama del filme.

¿Cómo ideó la música?

“La pensé con una influencia más francesa, más melódica, con menos ritmo, basándome en los cambios y las modulaciones que hacía Michel Legrand, un maestrazo de la música francesa, como él hizo en Las señoritas de Rochefort o Los paraguas de Cherburgo”

El primer comentario de algunos colegas, tras ver Vuelos Prohibidos, fue: ¡que música más bella!, le dije al también director musical del grupo de Pablo Milanés y del Miguel’s Trio, quien destacó:

“En realidad es un tema (jazz con influencia caribeña) muy sencillo pero que debajo te vas a dar cuenta que tiene la influencia cubana, están las sincopas cubanas, pero no tan marcadas como estamos acostumbrados, porque lo cubano lo llevamos dentro, tiene orquestaciones más clásicas, más violines, más de todo”.

El largometraje Vuelos Prohibidos, que tiene en el papel protagónico al cantante cubano Pablo Fernández Gallo, recrea la historia de un cubano y una francesa que en su intento de viajar a La Habana comparten no solamente sentimientos, sino también sus visiones sobre Cuba.

Por último Miguel Núñez expresó a Radio Cadena Habana que participará con su trío próximamente en el Festival de Jazz de Santo Domingo,  en el de Heineken, Holanda y en el de Málaga, España, amen de su intenso trabajo con el cantautor cubano Pablo Milanés.

Por Nancy Lescaille

Bienal de La Habana 2015: una mirada inicial

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La Decimosegunda Bienal de La Habana se realizará entre el 22 de mayo y el 22 de junio del año en curso. “Entre la idea y la experiencia” es esta vez la línea temática que hila el proyecto curatorial de un evento que mantiene en esta ocasión la apuesta por los procesos artísticos, al margen casi siempre del mercado e insertada en los espacios urbanos, entrelazada con la cotidianidad de La Habana, una ciudad que se ha dejado intervenir y transformar con gusto por el arte.

Logo de la 12ª Bienal de La Habana

Logo de la 12ª Bienal de La Habana

Muy próximo a la inauguración  de ese espacio múltiple, enriquecedor y siempre participativo,  Mirador de La Habana conversó con    Loliett Marrero Delachaux, Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de La Habana y  especialista del Centro de Arte Contemporáneo Wilfredo Lam.

¿Qué novedades presenta la Bienal en su versión 2015?

“La Bienal  regresa bajo una divisa unificadora, pero abierta a la fusión, interesada siempre en la interacción y el diálogo de toda clase: del artista con el arte, del público con el arte y el artista, y del arte con el arte en sus disímiles manifestaciones. Una vez más la cita  se abrirá a todos los ámbitos de la creación, el cine, el teatro, la danza, la música, pues  pretende ocupar todos los sentidos”

“En esta ocasión el equipo curatorial pretende redimensionar estrategias de trabajo atomizadas en encuentros anteriores para explorar caminos diferentes a los de la mega exposición. Pretendemos  sentir la ciudad y su gente, lo que equivale a involucrar a sus comunidades poblacionales y profesionales, sus micro-políticas y micro-espacios de socialización”.

Para lograr este objetivo la   Bienal no tendrá un núcleo central de exhibición. Aspira a instalarse en aquellos intersticios de la ciudad que faciliten el trabajo sobre los presupuestos antes referidos En otras palabras no pretende, encerrarse en galerías o salas expositivas tradicionales. La Bienal saldrá  a la calle, a  incorporarse a la vida de la ciudad y escribir más que rumiar teorías o concepciones sobre un arte que se presenta cada día más esquivo de dogmas o anquilosamientos, parte de lo establecido, de las concepciones y los saberes imprescindibles”.

¿De lo anterior se desprende que la interacción artista-pueblo, arte-comunidad es lo más importante?

No quiero fijar orden de prioridades, pero si puedo asegurar  que nos interesa  acompañar procesos de creación transdisciplinarios y de intermediación que impliquen colaboraciones tanto investigativas como de carácter pedagógico. En consecuencia, los proyectos que se realicen   deberán incidir en sus moradores bien sea porque estos  participen en su concepción y realización o porque las obras se presenten  como laboratorio social  vivo. La idea es que las diversas escalas  del tejido urbano: las universidades, los centros de investigación y todo aquello que haga posible la integración, puedan utilizarse como emplazamiento y material de trabajo”.

“Con este intercambio buscamos relacionar el conocimiento que tiene la población de los espacios que habita, con el de los profesionales que han investigado sobre estos contextos, los artistas que experimentan sobre los sentimientos y el futuro de una ciudad con tanta historia y valores como la nuestra”.

La capitalina Casablanca por vez primera acogerá el evento como un espacio significativo en el cual intervenir ¿Cuales fueron las razones para escoger este lugar?

“Para esa selección se tuvo en cuenta el   potencial cultural, histórico y patrimonial,  su topografía, las peculiares características del emplazamiento en uno de los bordes de la Bahía de La Habana, el desarrollo espontáneo de ese asentamiento poblacional y su historia vinculada desde el siglo XVIII a la actividad de carenar las embarcaciones, la presencia del ferrocarril Hershey, el único eléctrico de Cuba, entre otras razones”.

“Sin duda alguna, estos argumentos convierten a Casablanca en un sitio especial, idóneo para reunir allí a artistas cubanos y de otras latitudes que dialoguen tanto a nivel instalativo como de procesos de trabajo con la comunidad”.

¿Renunciará la Bienal a sus espacios habituales?

“No. Aunque  dije anteriormente que la Duodécima Bienal de la Habana  no va a tener un núcleo central de exposiciones y se propone salir a la ciudad y trabajar con los espacios y su gente, eso no implica que   no existan  obras en  galerías”.

“Habrá instalaciones, performances que ocurrirán en espacios cerrados, objetos, esculturas instalativas; en fin, obras  de galería”.

Entonces, ¿cuáles serían los espacios y contextos de interés para esta edición?

“Hay proyectos y obras prácticamente en todos los municipios. La Bienal se ha extendido a plazas, parques, y sitios, muchos de los cuales se emplean ahora por primera vez: Casablanca, la Terminal de Ómnibus Nacionales, el Parque Trillo; otros ya son espacios habituales de la Bienal: La Universidad  de La Habana, la Universidad de las Artes, el Pabellón Cuba y sus alrededores, la zona histórica de la Habana Vieja, con sus instituciones nacionales como el Centro de Arte Contemporáneo Wilfredo Lam, el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, la Fototeca de Cuba, y los espacios de la Oficina del Historiador, como la biblioteca pública Rubén Martínez Villena y su galería, el Convento de San Francio de Asís, entre otros.

“La mayor exposición del evento se titula Zona Franca y radicará en el complejo cultural Morro-Cabaña, mientras el Pabellón Cuba   será escenario del proyecto Entre, dentro, fuera, que cuenta con la participación de creadores de Estados Unidos, Bulgaria, Canadá y Cuba. Otra propuesta atractiva será Estado sólido, una obra perteneciente a un colectivo de artistas entre los cuales aparece al laureado cineasta cubano Fernando Pérez, Premio Nacional de Cine 2007. “.

Al concluir su intervención en la revista informativa de Radio Cadena Habana, la licenciada Marrero Delachaux puntualizó que este es apenas un atisbo a lo que será, en breve,  “la galería más amplia del mundo “.

Por Pedro Norat Soto

José Antonio Silverio: un músico de talla joven

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El compositor e intérprete cubano José Antonio Silverio Guzmán, estuvo  de visita por Mirador de la Habana, respondiendo a una invitación del colectivo de la revista informativa de Radio Cadena Habana.

José Antonio Silverio  Guzmán y su Talla Joven

José Antonio Silverio Guzmán y su Talla Joven. Foto cortesía del artista

El objetivo del  encuentro fue   conversar sobre la trayectoria artística del joven músico, conocer de sus satisfacciones e insatisfacciones y actualizarnos sobre los proyectos  mediatos e inmediatos.

MH: En tu haber cuentas con dos fonogramas ¨ Tirando Pedradas ¨ y ¨ Labios con Humedad ¨. Ahora trabajas actualmente en tu tercera producción fonográfica. .Háblanos sobre este nuevo disco

JAS: En realidad es poco lo que puedo adelantarles.  Es un disco en ciernes, en el que pienso  reunir una docena de canciones mías. No todas están seleccionadas y quizás, alguna no esté escrita aún. Lo voy a grabar con mi Grupo Saprille, aunque también  aspiro  a incluir algunos  buenos amigos, en calidad de invitados. Por supuesto, este propósito complica las cosas porque se debe coordinar bien con los convocados, tener en cuenta sus respectivos compromisos, para obtener un espacio en sus agendas.

MH: De esta intención de cursar invitación a otros músicos para tu nuevo disco, se infiere que estas satisfecho con los resultados de la más reciente versión de ¨ Talla Joven ¨ y su video-clip. Aunque es temprano para una evaluación definitiva, ¿qué puedes adelantarnos de este trabajo?

JAS: Te confieso que estoy muy contento con la grabación y  sobre todo, con el video-clip. Para mi fue una experiencia tremenda trabajar con Edesio Alejandro, prestigioso compositor e intérprete, un verdadero maestro para toda una generación de músicos cubanos. También están presente su hijo Cristian Alejandro, Yoyo Ibarra, Monika Mesa, Orland Max,  el grupo SMS, Yane-M, Patry White, Lorián Lovián y Laura Ezz, cantantes muy jóvenes, pero que están bien posicionados en la preferencia   popular. No puedo olvidar a la compañía   de danza Alas, que le imprime mucho movimiento al audio-visual.

MH: ¨ Talla Joven ¨ es el tema de presentación de  un  programa  musical  de la Televisión Cubana. ¿Piensas continuar en esta línea de las bandas sonoras?

JAS: Esta es otra posibilidad que apenas comienzo a explorar.  Acabo de presentar un  proyecto de  reanimación de la portada de Entre tú y yo, otro gustado programa de la pequeña pantalla.  La música y las imágenes que se emplean actualmente ya llevan tres lustros al aire y se impone un cambio para no cansar al televidente. Si me va bien, pienso darle continuidad a esta vertiente  del trabajo  artístico.

MH ¿Cómo imbricas esta labor con el funcionamiento de JA Productions?

JAS: Esta es una productora de mi propiedad. La fundé en una etapa donde escaseaban los espacios  y los recursos. Con ella produje algunos trabajos de jóvenes valores de la música cubana y al propio tiempo me ayudé para financiar mi segundo fonograma. Ahora lo empleo para realizar trabajos míos, incluso la grabación y edición de videos-clips.

MH ¿Quiere esto decir que vas a seguir ¨ tirando pedradas a la suerte?

JAS: Esa es la expresión de un periodista que me entrevistó a raíz de mi primer disco. Tal vez grafique los empeños que realizo desde que me gradué en la especialidad de teatro en  la Escuela de Instructores  de Arte, e incluso, de antes.  Ahora, cuando la marca de los treinta años me impone mayor responsabilidad, no solo lanzó la rudimentaria piedra, sino que empleo armas más sofisticadas y afino la puntería. De todas formas, soy de las personas convencidas de que la suerte favorece a los audaces y a los emprendedores. Por esa razón, no pienso permanecer estático  en el mismo lugar

Mirador de la Habana se despidió de este emprendedor músico, al que no le falta talento para hacer posible sus sueños. Por eso,   el agradecimiento de la revista informativa de Radio Cadena Habana por sus declaraciones, fue acompañado de palabras de aliento.

Pedro Norat Soto

Toda la música cubana me encanta

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Toda la música cubana me encanta, es parte de mi infancia,  declaró a Radio Cadena Habana (RCH) la cantante y compositora  afroperuana Susana Baca.

Toda la música cubana me encanta

Mi madre fue una mujer que le gustó mucho oír a Bola de Nieve (Ignacio Villa), escuchar los danzones, bailarlos. Ella era una gran bailarina y fue la que me conectó desde los primeros años con la música cubana.
El son cubano para mí es una creación musical muy hermosa, porque  lo he podido vivir acá hace algunos años. Los artistas improvisan con el son y eso es una obra creativa maravillosa, subrayó  la también considerada una de las Divas de la World Music.
La reconocida cantante anunció que termina la grabación en La Habana de un disco con su par cubana Argelia Fragoso (La voz de oro de Cuba), dedicado al bolero y con temas tradicionales de ambos países.
La diva,  conversó en exclusiva con la emisora de la música cubana  sobre el fonograma y el libro “El amargo camino de la caña dulce. Lo africano en el Perú”, que trata el devenir de los afrodescendientes en ese país suramericano.
Por su parte Argelia explicó a RCH la idea de realizar el disco: Surgió el pasado año en el Encuentro de Voces Populares, que tiene como premisa fundamental unir puentes y encontrarnos los artistas, traerlos a cuba para enseñarles nuestra casa y nuestra riqueza musical.
La presidenta del certamen anual Encuentro de Voces Populares, reveló que el fonograma cuenta con autores clásicos de ambos países: Por ejemplo incluye la canción Pensamiento, del compositor cubano Teofilito (Rafael Gómez Mayea)

¿Otros temas?
En mi caso canciones muy conocidas, pero que no se han escuchado en los últimos años como Sombra que besa, de Isolina Carrillo, que es una excelente composición. A veces nos cazamos con una sola de la propia Isolina, la mundialmente famosa Dos gardenias, pero Sombra que besa que es igual de preciosa.
El disco es un poco esa mezcla del sentir peruano y cubano. Es la idea, compartir música, sentimientos y llegar con esas canciones a la fibra más profunda del corazón  de las personas, que siento es importante hacerlo en estos tiempos que corren. Hay otras canciones que vamos a compartir, del Perú que yo canto, igual que Susana, que se integra a un repertorio cubano muy clásico.
¿Es decir, en el disco hay dúos?
Si, cada una presenta una serie de canciones de su país y después nos unimos en otras canciones donde compartimos, como Pensamiento y otras más.
El cuarto evento de Voces Populares, nos dijo Argelia Fragoso, será del 28 de septiembre al 4 de octubre.
¿Noticias sobre invitados?
Ya tenemos a la peruana Tania Libertad, después de 21 años sin cantar en Cuba, y Jorge Drexler, de Uruguay, radicado en España. Son los dos conciertos ya confirmados.
¡Grandes nombres!
Si, son artistas con los que he compartido en el mundo, en conciertos, y pensé que lo más importante es que el público cubano conozca de primera mano a esas grandes figuras  que andan por el mundo haciendo buena música, llevando cultura a cada hogar.
Por Nancy Lescaille.


Ángeles en Radio Cadena Habana

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Es usual en las llamadas conversaciones informales, emplear frases que contribuyen a reforzar los contenidos de los mensajes.

Así por ejemplo, cuando se desea magnificar la calidad vocal de un intérprete, se acostumbra a  decir   que canta como los ángeles, aunque ni el hablante ni el oyente puedan jamás  brindar testimonio sobre  las voces  de esos seres celestiales.

Al margen de esta ambigüedad, que en la imaginería popular resulta  francamente intrascendente, también es lícito retocar las expresiones conocidas con una ligera adulteración  y de este modo, dar más fuerza a la nueva idea que se quiere expresar.

Ángeles en Radio Cadena Habana

Ángeles. Foto del sitio web del trío.

En sintonía con lo antedicho, no debe sorprender la siguiente afirmación: en Cuba hay un grupo de querubines que cantan como los humanos. Se trata de Ángeles, un trío de jóvenes que imantaron al público desde su salida al ruedo, defendiendo un proyecto que estremeció la escena musical insular.

El colectivo de Mirador de la Habana (MH) la revista cultural de Radio Cadena Habana, tuvo la oportunidad de conversar directamente con estos muchachos, gracias a la invitación que les hiciera la periodista Olivia Terry Carvajal.

MH: Por tercer año consecutivo,  Ángeles (A) se agenció el máximo lauro en cuanto a popularidad  en los Premios Lucas (programa que desde 1997 trasmite la Televisión Cubana)  con el video-clip Besando tu boca.  Este reconocimiento  sorprendió a algunos e incluso, dejó a otros insatisfechos.

¿Cual es su opinión al respecto?

A: Realmente fue una competencia dura. Por ejemplo, restaba el video de Bailando con Enrique Iglesias, Descemer Bueno y Gente de Zona. Y La moda de los Van Van .Pero como se acostumbra a decir, para gusto se han hecho los colores. Todos tenemos un criterio diferente, todos hablamos diferentes, En definitivas, el resultado lo da el pueblo. El veredicto incluye un conteo por mensajería y llamadas telefónicas. Si cada adolescente que se siente identificado con nosotros envío un mensaje apoyando nuestra carrera, te puedo asegurar que es una cifra bastante significativa.

MH: Cuéntanos  algo sobre el audiovisual premiado

A: El clip “Besando tu boca” fue dirigido por Manolo Ortega, el mismo realizador que nos llevó al éxito en los años anteriores. Esta  es una canción de la autoría de Osmani Espinosa. Desde que la escuchamos  por primera vez nos  llamó la atención  por el pegadizo estribillo, que incluso, seleccionamos para titular nuestra versión. Originalmente el tema se dio a conocer como Crazy for your love.  También decidimos cambiar el ritmo a una zumba bien arriba con pop y house.

MH: En el caso de Mi  carrito recibimos a Ángeles con un estilo diferente. ¿A qué obedece este cambio?

A:   Mi  carrito no es un tema típico de la agrupación ni sugiere un cambio estilístico en nuestro modo de expresar lo que sentimos. Simplemente quisimos darle algo especial al público cubano, que por naturaleza es muy bailador. Algunas personas nos criticaron por usar el doble sentido, pero ese es un recurso que han empleado los creadores de la música bailable de todos los tiempos. La variante es válida, mientras no empleemos un lenguaje obsceno ni caigamos en falta de respeto.

MH: A propósito de este tema y todo el andamiaje mediático que acompaña a Ángeles en sus presentaciones, hay quienes afirman que ustedes se preocupan más por el mercado que por ofrecer buen arte. Nos gustaría escuchar sus consideraciones al respecto.

A: Mira, hay un viejo refrán que afirma que todo es según el color del cristal con que se mira. Es cierto que estamos forzados a  mirar al mercado, porque lamentablemente no podemos hacer música sin economía, es decir, sin financiamiento y eso hay que ganárselo también, Recuerden que solo siete notas musicales y ellas se combinan para satisfacer al público.

Pero lo anterior no implica que no intentemos hacer buena música  y ofrecer lo mejor de nuestro arte, con una perspectiva estética que quizás no adule el parecer de los supercríticos, pero si agrada a nuestros principales destinatarios que son los jóvenes cubanos. Además no se puede olvidar que en nuestras presentaciones combinamos otras manifestaciones artísticas como la danza y las artes plásticas para acercarnos lo más posible (no imitar) al dinamismo y la espectacularidad que predomina en la escena  del pop mundial, aunque ajustada a los menores recursos a nuestro alcance.

Por otra parte, si las nuevas tecnologías permiten una mayor publicidad, lo lógico es que la empleemos convenientemente.

MH: Esa marea de favor popular que les acompaña desde que se dieron a conocer, puede resultar un riesgo. No sería la primera vez que el vértigo de la fama dañe la carrera de jóvenes músicos.

¿Cómo asumen ustedes este reto?

A: Con las glorias se olvidan las memorias, suele decirse en Cuba.
El camino escogido por nosotros es muy escabroso. En cada recodo hay una tentación y detrás de ella, una trampa. Por eso, a cada instante, nos llamamos a la reflexión.
La fama es una novia veleidosa  y ese romance puede ser duradero, pero también efímero. Les confieso que nos enorgullece el fervor de los fans.  Salir a las calles y que las personas te reconozcan y saluden, que canten tus canciones, te pidan autógrafos, esos son momentos que embellecen nuestras vidas. Sin embardo, el sano orgullo no puede convertirse en vanidad. Destrozaría lo que hemos construido en tan poco tiempo, pero con mucho trabajo.

Por Pedro Norat Soto.

EL rey hechizado por la música cubana

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La franca y amplia sonrisa de Johnny Ventura, casi se convierte en huracán de satisfacciones cuando le dije que era periodista de Radio Cadena Habana, una de las emisoras que escuchaba en San Domingo cuando aún era un jovencito.

EL rey hechizado por la música cubana

Johnny Ventura.

¿Cuál fue el punto de partida de su carrera?
Me gustaba mucho la música tropical. Yo bailaba cantaba y hacia mímica  escuchando las vitrolas de aquellos tiempos.
Mira, yo no soñaba con ser artista, sino arquitecto, pero las limitaciones económicas de aquella época me llevaron  a estudiar mecanografía,  taquigrafía y  archivo,  lo que se llamaba  secretariado comercial y con ese currículo podía empezar a laboral y cubrir mis estudios de arquitecto. Tenía la necesidad de hacerme simpático,  por eso empiezo a cantar,  bailar, declamar  y funcionó.
Con mis colegas del instituto yo insistía que fuéramos a los programas de aficionados de la época. Ellos me llevaron engañados un día y de repente en la emisora La voz de la alegría cante un tema que fue muy popular con la Sonora Matancera, que interpretado por  Bienvenido Granda,  que decía: …  Bebe otra copa yo se lo pido, no tengas pena por mi dolor es que yo siento que estoy herido… y así empecé con boleros cubanos  el 2 de junio de 1956. Lo  tengo como punto de partida a mi carrera.
¿Incluye en su discografía música cubana?
Si tú revisas mi discografía  son 105 discos de larga duración y hay mucha música cubana en toda ella,  es algo de lo que yo nunca me he desprendido y venir a cuba es para mí otro gran sueño.
Dentro de los temas que  grabe  están, Santa Bárbara,  de Celina González, Macusa, de Francisco Repilado (Compay Segundo)  y Guantánamo, de Abelardo Barroso,  que nosotros lo llamamos en dominicana  1920.
¿Dentro de sus composiciones también están implícitos géneros cubanos?
Si, Sonero baila mi son, el tema  Llore y lloré,  una guaracha  que también  interpreta el gran combo de puerto rico titulada  Trampolín. Es que ustedes contagiaron el Caribe con su música.
¿Por qué Benny Moré constituye un paradigma para usted?
no he grabado obras de Benny moré por el respeto que guardo para él.
yo llegaba a Venezuela el mismo día de su muerte  en 1963, y en el aeropuerto de Maiquetía había una emisora que se llamaba Radio Aeropuerto, en la cual dieron la noticia.

Yo soy hijo de  divorcio y mi padre se fue cuando yo tenía 5 años de edad. La idolatría por Benny More en ese momento que escuche la noticia fue como si  yo hubiese sentido que murió mi padre , fue un golpe muy fuerte para mí , yo lo recibía como un familiar tan cercano como  mi padre y no lo digo aquí en cuba, lo digo en todas partes del mundo , si yo soy artista posiblemente el es el culpable.
Aquí me han sacado lagrimas, risas,  me han puesto a pensar, para mí es un acontecimiento sin precedentes en mi propia vida, desde niño Cuba vivía en Santo Domingo a través de la radio.
en aquellos tiempos en República Dominicana no teníamos tantas emisoras,  pero el resto del dial estaba ocupado por Radio Cadena Habana , CMQ, Radio progreso, es decir nosotros vivíamos escuchando la radio de cuba.
Mi adolescencia discurrió justamente con la influencia de la música cubana, que ustedes nos mandaban desde aquí:  la Sonora Matancera , la orquesta Aragón, Barbarito Diez, los Compadres, Compay segundo  y el gran Benny Moré.
Cuando hablo de ese monstruo de la música cubana pienso que Benny fue tan fuerte,  tan grande que dejó un pedazo de él en mucha gente. Considero que todo el que hace música tropical , música afroantillana, cogió un pedacito de Benny y yo no podía ser el único que no lo hiciera, así que fue mi ídolo, un persona que para  mi dicha y honra  la orquesta que lo acompaño en República Dominicana era justamente la primera orquesta con la que yo cantaba, ahí tuve la suerte de tocar las maracas y conversar con él mucho.
Aún guardo su arreglo de  el tema Como arrullo de palma, que nos lo regalo en esa ocasión.
Johnny, usted se encuentra inmerso en una grabación con la disquera más antigua de Cuba, la EGREM.
Estoy grabando con el maestro Edesio Alejandro, Toni Ávila y Elain Morales  cosas muy interesantes que a la gente le va a gustar , eso es lo más importante.
Escuché a Toni Ávila las cosas picarescas que él hace y se me antojó mucho conocerlo, y de repente alguien que sabía que yo había despertado interés por él, lo llevo a mi casa, entonces ahí tuve la oportunidad de conocer no solamente al cantante y compositor sino al ser humano que es y surgió la idea de que hiciéramos el álbum.
Ahí se cumple otro sueño porque después de ser artista  y grabar en tantos lugares del mundo , mi sueño era grabar en cuba música cubana.
Teniendo en cuenta lo que usted representa para el mundo porque escogió el sello EGREM para grabar.
Bueno es el prestigio del sello, Toni es un artista muy querido aquí, el maestro Edesio es una persona muy respetada, y ya tu vez el cariño que la gente me tiene , todo eso debemos envolverlo en la calidad y el prestigio que tiene la EGREM y yo me siento muy feliz de que así sea.
Los cubanos que han tenido en sus manos  artistas de tantas categorías de altísima calidad, para nosotros cuba es como la mata de la música , cuando tú hablas de los cubanos, de  la cubania lo primero que te llega es mucha emoción, para mí es como un atrevimiento venir a bailar a casa del trompo , gracias a dios me han respaldado y me devuelven todo el amor que yo traigo.
¿Qué  recuerdo se lleva de Cuba?.
Ha sido satisfactorio para mí,  una experiencia única, pienso que para cualquier artista que sea recibido de la manera que a mí me han recibido en Cuba , debe ser una satisfacción enorme como la que yo siento.
En estos momentos el corazón casi no me cabe en el pecho de la emoción;  eran tantos años deseando venir a cuba y chocarme con esta gente acá y que esta gente tuviese el mismo deseo de verme, esa reciprocidad de cariño que se ha mostrado intensamente es para mí muy emocionante.
Sé que voy a seguir viniendo muy a menudo.
Gracias a Radio Cadena Habana y a ti por este breve intercambio
Con su amplia sonrisa y  la elegancia  que lo caracterizan  Johnny Ventura  se despide de Cuba,  con el anhelo de regresar a la isla y  llevar  a nuestros escenarios la identidad  musical del Caribe que nos une.
Por Grisel Oquendo.

Carlos Faxas: operación secreta en Radio Cadena Habana

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La noticia de la muerte de Carlos Faxas Valerino, acaecida en La Habana el 21 de Septiembre de 2014, privó a la música cubana de un excelente pianista, compositor, arreglista y director de orquesta, que el 15 de Febrero de 1957 dirigió la  grabación de la Marcha del 26 de Julio en los estudios de Radio Cadena Habana.

Carlos Faxas: operación secreta en Radio Cadena Habana

Carlos Faxas. Foto Perfecto Romero.

Meses antes de su desaparición física la periodista Katia Camejo Mompeller, dialogó con él  sobre aquella operación secreta.

Al hombre que dirigió musicalmente la grabación de la Marcha del 26 de Julio, sus 92 años no le han borrado los recuerdos y, cuando precisa un dato, ahí está su esposa Carmen García Prieto, quien compartió cada instante de su vida.
Sagaz y jaranero agradece a la periodista que llega de Radio Cadena Habana a preguntar.
Cada año vienen a indagar y yo regreso a La Habana del año 1957, me dijo con las imágenes de los recuerdos reflejadas en su rostro. No importa rememorar horas de mucha tensión para que el mundo conozca la verdad de los hechos, comentó sin dejar de apartar la mirada de una vieja placa de acetato que sostenía en la diestra.

¿Cómo llegó Carlos Faxas a la música?
Nací el 30 de octubre de 1921 en la oriental ciudad de Manzanillo.
Decían allí que era un niño prodigio por mis aptitudes para la música. Venimos para La Habana a mejorar nuestra situación. Mi padre era mecánico afinador de pianos, oficio que también aprendí y me permitió tocar por afición.
Cuando tenía 14 años, un cliente que me escuchó en mi casa, me avisó de una plaza en el Teatro Martí. Me presenté, pero no sabía leer las partituras. Para entonces, vivíamos en Guanabacoa, donde muchos músicos me ayudaron a comprender unos libros que compré y estudié ininterrumpidamente por mi cuenta.
Tenía 16 años, componía algo y tocaba danzones con una orquesta de aquella villa habanera.
Fue rápido y certero, entonces, su aprendizaje,   ¿dónde lo ejerció?
El primer contrato fue por tres años con una orquesta en Varadero. Allí me pasaba la noche trabajando y por el día aprovechaba para estudiar.
Interpretábamos temas cubanos y norteamericanos, que estaban de moda. Cuando descansaba, venía a ver a mi novia, que es hoy mi esposa.
Después Reynaldo Palau me llevó a trabajar en el Gran Casino Nacional, y acompañé, entre otros, a Rita Montaner. Luego hice una temporada en el Teatro América, donde llegaba lo mejor de Cuba y el extranjero, como Josephine Baker. Pero también toqué en la televisión y algo que no puedo dejar de mencionar es mi labor en el Cabaret Montmartre.
Carlos Faxas es un hombre talentoso, muy organizado y laborioso, además de leal a las personas que lo quieren. Pero también fue intrépido.
¿Cómo se ligó al movimiento revolucionario de aquella etapa?

Mira, mi familia no tenía grandes necesidades, pero desde pequeño fui muy sensible a las injusticias. Vi maltratos, niños hambrientos, abuso de poder, igualmente supe de hombres con ideales, que me hicieron pensar que la vida podía y debía cambiar.
Pertenecí al Partido Ortodoxo.  En Guanabacoa conocí a René de los Santos. Él me presentó a Faustino Pérez, que tenía la misión de organizar la lucha clandestina en la ciudad. Ya Fidel Castro era un líder indiscutible y había llegado a la Sierra Maestra.
Les propuse hacer una marcha rebelde y me explicaron que ya existía.
Agustín Díaz Cartaya, participante en la gesta de Santiago de Cuba, el 26 de julio de 1953, la había escrito. Denominada primero la Marcha de la Libertad, cantada por los presos de la gesta del 26 de Julio de 1953, cuando el tirano Fulgencio Batista visitó la cárcel de Isla de Pinos.
Pero era importante que el mundo supiera de la existencia de la marcha del 26 de Julio, como es conocida.
¿Qué tarea exactamente le indicaron?
Debía localizar a alguien que se sabía la letra de la marcha.
La persona era perseguida por su vínculo con las acciones del Moncada, pero mediante una contraseña accedí a él. Escribí lo que le escuché cantar y enseguida hice los contactos necesarios para la grabación.
Contaba con mi cuarteto de voces masculinas, Los Faxas, y un amigo, muy comprometido con la causa insurreccional, que trabajaba en tu emisora, Radio Cadena Habana.
Dos de mis cantantes no quisieron participar, por eso tuve que emplear a dos mujeres, con magníficas cualidades para el canto y muy revolucionarias.
Fue así que Gilberto Aldanás, Enrique Herrera, Manón D’Asper y Sonia Aragón hicieron las voces. Claro que la orquesta acompañante y yo también interpretamos la enérgica melodía, para darle más realce, porque era un himno.
¿Cómo recuerda aquella histórica grabación?
Me parece estar narrando un filme de mucha tensión. Todo fue en secreto. En Radio Cadena Habana me dieron el turno para el día 15 de febrero de 1957, a las 9 y 30 de la noche. Los músicos éramos dos trompetas, un trombón, dos saxofones, el bajo, la batería y yo en el piano.
El jefe de la grabación, Francisco Vilalta, estaba de parte de nosotros, pero el dueño de la emisora no debía enterarse y tampoco se movió de allí por mucho rato. No era para menos. Nos hallábamos en Prado y San José, en los bajos del edificio, y en los altos celebraba una fiesta la primera dama de la República, Marta Fernández de Batista.
Había policías por doquier y eso asusta. Les dije a los músicos que no temieran porque nadie sospecharía que en tales circunstancias grabaríamos la marcha del 26 de Julio. Tuvimos que ensayar otro número: …titulado Señorita, por favor…, hasta que el dueño de la planta se aburrió y nos dejó solos.
La grabación quedó muy buena y guardé algunas copias.
Luego ocurrieron otros hechos que me obligaron a salir de Cuba. En Miami seguí en contacto con los miembros de la lucha insurreccional, que estaban allí. Así fue que envié una copia con uno que iba para la Sierra Maestra.
¿Cuándo se escuchó por primera vez la grabación?

No recuerdo la fecha exacta, pero fue con la salida al aire de Radio Rebelde en febrero de 1958. Yo estaba en Miami y allá la escuchamos. Todo el mundo pudo conocer aquel himno.
En el exilio volví a grabar con músicos que conocí. Hubo que modificar la letra en alguna estrofa. Cuando se escribió, al calor del combate, decía: …la sangre que en Oriente se derramó…, pero se sugirió por la dirección del Movimiento 26 de Julio no regionalizarla. Por eso se conoce de otro modo: … la sangre que en Cuba se derramó…
Esa versión hecha en Miami también se radió en la Sierra Maestra. Luego de la victoria de 1959, se grabó con un coro de unas 200 voces. El autor de la letra, el capitán del Ejército Rebelde, Agustín Díaz Cartaya, me conoció después del triunfo revolucionario y me felicitó por mi trabajo.
Por esa época también me presentaron al Comandante en Jefe, Fidel Castro, en casa de Haydee Santamaría.
¿Cuánta satisfacción le propició esta marcha?
Soy fundador del Partido Comunista de Cuba, aun milito en sus filas. Estoy al tanto de todo lo que ocurre en mi país y en el mundo, y lo que he hecho por una noble causa me satisface. Fui al exilio por mi participación en otras acciones de la clandestinidad.
Mi vida y la de mi familia corrió gran peligro, pero el miedo nunca ha sido mi vocación. Volvimos a la Isla en enero de 1959 y no he dejado de componer, de interpretar a autores nacionales y foráneos. El pueblo de Guanabacoa, mi segunda tierra, me agradece mi labor. Sus artistas, entre ellos, Bola de Nieve y Juan Arrondo, han sido mis amigos.
Muchos reconocimientos y condecoraciones me ha dado el país, como la “Orden por la Cultura Nacional”, la medalla “Raúl Gómez García” y la réplica del Machete de Máximo Gómez. Hoy siento que he cumplido con mi deber de músico revolucionario cubano.

La reedición de esta entrevista es un homenaje póstumo a Carlos Faxas Valerino, a los mártires de las acciones del 26 de Julio de 1953 en Santiago de Cuba y Bayamo.
Por Katia Camejo Montpeller.

En la habanera calle Galiano habita la música cubana

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La Casa de la Música ubicada en la habanera calle de Galiano, se creó con el objetivo de establecer nuevas locaciones de presentación para los músicos cubanos y divulgar  los ritmos auténticos de la Isla, especialmente los bailables, teniendo en cuenta que el área constituye  punto de confluencia para bailadores locales y extranjeros.

Casa de la Música Habana

La Casa de la Música Habana, ubicada en la popular avenida de Galiano. Foto Internet

Su Director, Jorge Luís Villariño Lombardìa, dijo a Radio Cadena Habana:

Desde iniciada la Casa aquí se presentan agrupaciones de todo el país, siempre y cuando interpreten música cubana. No existe un protocolo previo para actuar en nuestra Casa. Eso si, hacemos hasta lo imposible por  presentar un producto con calidad a fin de garantizar el prestigio del centro y el regreso de los asiduos y principiantes.

¿Qué mecanismos utiliza la Casa para promocionar las agrupaciones?

Varios.

Uno, la cartelera ubicada en la puerta, otro es el grupo de especialistas del departamento comercial. que tiene la misión de divulgar nuestra programación en los medios de difusión masiva de la Habana, con el apoyo de productores y representantes de las orquestas, y un tercer mecanismo es la promoción en la pantalla situada dentro del propio salón de baile Son eficaces y efectivos, aunque insuficientes aun.

Aquí hay música bailable para todas las edades, confesó Jorge Luís a la emisora de la música cubana, agregando:

En el salón principal presentamos otras manifestaciones del arte relacionadas con la música y la danza, a partir de  parejas profesionales y los desfiles de modas con la compañía del famoso diseñador cubano Castillo. Combinamos la moda con la música cubana tradicional, porque el fondo musical de las pasarelas está editado con pegajosas rumbas y guaguancós.

¿Qué orquestas son asiduas a este lugar?

Las orquesta Pupi y los que Son Son, Pedrito Calvo y la Justicia, Adalberto Álvarez  y su Son, Yoruba Andabo (un grupo de Rumba muy aplaudido en Cuba y allende los mares), Maikel Blanco y su Salsa mayor, Azúcar Negra y  Bamboleo. Aquí actúan además otras agrupaciones famosas como son La Charanga Habanera y Los Van Van.

Le recuerdo que en todo el país existen otras Casas de la Música y aquí en La Habana está la de Miramar, con similares intereses.

El piano bar Habaneciendo está entre los más populares de la capital cubana, asegura Iraida Rodríguez, Gerente Comercial en la Casa de la Música de la calle Galiano:

Está abierto de martes a domingo por las noches y tiene una capacidad para 120 personas. Es muy íntimo. Los miércoles ofrece una matinée con el cantante Osahìn del Monte. El domingo presenta la peña  del cantante Fausto Durán, la cual está dirigida a la comunidad y a las personas de la tercera edad. Además actúa también el Conjunto de Arsenio Rodríguez con temas tradicionales Habaneciendo brinda  también música grabada del repertorio nacional.

Radio Cadena Habana quiso conocer las opiniones del público:

Jennifer Yakamovich (Canadiense) Bailé muchísimo. Rumbas, Cha Cha Chas, y Sones, interpretados por orquestas de las llamadas en Cuba de primer nivel.

Yurissa Varela (Canadiense) Es un espacio muy bueno para la diversión, el baile y la relaciones interpersonales. A ella acuden personas con un elevado nivel danzario que ponen en la pista la verdadera riqueza rítmica de la música cubana. Creo que si estás de visita en Cuba y deseas escuchar buena música, acompañada de magníficos bailadores debes dar una vuelta por La Casa de la Música de La Habana, este es un sitio maravilloso e inolvidable.

Sulay Scull (Cubana) Asisto con bastante regularidad a la Casa de la Música de La Habana, es uno de los mejores sitios con que hoy cuenta la capital. El ambiente personal es bueno. En cuanto a la música las agrupaciones son de muy buena calidad. Se escuchan sones, guarachas, la timba y otros ritmos sabrosos para bailar. Aquí se pasa de maravilla.

Con  más de 3 lustros esta casa es y será un espacio para las buenas melodías, donde el bailador criollo y el foráneo cruzan su umbral hechizados por los embrujos de la música cubana de ayer y de hoy.

Por María Regla Figueroa Evans

La realidad y los sueños

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Escribir es una forma de ser útil si consideras que nuestra sufrida humanidad debe ser más y mejor educada ante la increíble ignorancia que nos envuelve a todos, con excepción de los investigadores que buscan en las ciencias una respuesta satisfactoria. Es una palabra que implica en pocas letras su infinito contenido.

La realidad y los sueños

Fidel Castro Ruz.

Todos en nuestra juventud oímos hablar alguna vez de Einstein y, en especial, tras el estallido de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, que puso fin a la cruel guerra desatada entre Japón y Estados Unidos. Cuando aquellas bombas fueron lanzadas, después de la guerra desatada por el ataque a la base de Estados Unidos en  Pearl Harbor, ya el imperio japonés estaba vencido. Estados Unidos, el país cuyo territorio e industrias permanecieron ajenos a la guerra, pasó a ser el de mayor riqueza y mejor armado de la tierra, frente a un mundo destrozado, repleto de muertos, heridos y hambrientos. Juntos, la URSS y China habían perdido más de 50 millones de vidas, sumadas a una enorme destrucción material. Casi todo el oro del mundo fue a parar a las arcas de Estados Unidos. Hoy se calcula que la totalidad del oro como reserva monetaria de esa nación alcanza 8 mil 133,5 toneladas de dicho metal. A pesar de ello, haciendo trizas los compromisos suscritos en Bretton Woods, Estados Unidos, declaró unilateralmente que no harían honor al deber de respaldar la onza Troy con el valor en oro de su papel moneda.
Tal medida decretada por Nixon violaba los compromisos contraídos por el presidente Franklin Delano Roosevelt. Según un elevado número de expertos en esa materia, crearon así las bases de una crisis que entre otros desastres amenaza golpear con fuerza la economía de ese modelo de país. Mientras tanto, se adeuda a Cuba las indemnizaciones equivalentes a daños, que ascienden a cuantiosos millones de dólares como denunció nuestro país con argumentos y datos irrebatibles a lo largo de sus intervenciones en las Naciones Unidas.
Como fue expresado con toda claridad por el Partido y el Gobierno de Cuba, en prenda de buena voluntad y de paz entre todos los países de este hemisferio y del conjunto de pueblos que integran la familia humana, y así contribuir a garantizar la supervivencia de nuestra especie en el modesto espacio que nos corresponde en el universo, no dejaremos nunca de luchar por la paz y el bienestar de todos los seres humanos, con independencia del color de la piel y el país de origen de cada habitante del planeta, así como por el derecho pleno de todos a poseer o no una creencia religiosa.
La igualdad de todos los ciudadanos a la salud, la educación, el trabajo, la alimentación, la seguridad, la cultura, la ciencia, y al bienestar, es decir, los mismos derechos que proclamamos cuando iniciamos nuestra lucha más los que emanen de nuestros sueños de justicia e igualdad para los habitantes de nuestro mundo, es lo que deseo a todos; los que por comulgar en todo o en parte con las mismas ideas, o muy superiores pero en la misma dirección, les doy las gracias, queridos compatriotas.

Fidel Castro Ruz
Agosto 13 de 2015
1 y 23 a.m.

Viaje a la semilla de Gilmar Silguero Linero

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La música cubana cautiva  a muchos intérpretes del mundo,  una muestra fehaciente es la reciente visita a la Isla del cantautor colombiano Gilmar Silguero Linero,  quien siempre  soñó reencontrarse con sus raíces. Al fin realizó el viaje a la semilla  que lleva  en sus genes, en gratitud  al  amor, respeto y admiración por los géneros musicales que distinguen a Cuba.

Viaje  a la semilla de Gilmar Silguero Linero

Gilmar Silguero Linero

Silguero nació en la ciudad de Barranquilla. Aunque es un profesional de la medicina y la abogacía, la música le corre por las venas. En un intercambio con Radio Cadena Habana confesó su pasión por Benny Moré, Polo Montañez y otros irrepetibles de la música cubana.
¿Por qué Gilmar busca sus raíces?
Si no conoces tú historia no puedes  desarrollarte, no puedes evolucionar y evidentemente en mí la música siempre ha estado, no ha resurgido ni se ha reactivado,  yo vine a beber de la fuente de mi inspiración.
Nunca estudie música  pero hago mis arreglos musicales, y por otra parte estoy  construyendo  el árbol genealógico de mi familia, mi abuelo Fernando Troncoso Silguero era cubano natural de la ciudad de Remedios.
Él fue el iniciador de todo, sembró la semilla en mi país y ahí nace esta  inclinación que siempre tuve. Me siento muy atraído por la música cubana desde que nací, porque en casa siempre se escuchaba, me arrullaban con canciones de cuba, y  eso es lo que le he transmitido a mi familia. Te confieso que  la música en mi no viene de ahora,  siempre estuvo conmigo, y la parte profesional como médico, como jurídico  son formaciones académicas  que me engrandecen como ser humano, pero definitivamente lo que me llena, me estabiliza,  y me da espiritualidad es la música , evidentemente yo le apuesto fundamentalmente como un complemento para poder expresarme emocional, física  y sentimentalmente.
Por eso mi veneración por  interpretes como Benny Moré, Celio González, María Teresa Vera, Ñico Saquito y  Polo Montañés,  entre muchos artistas de acá, que tienen mucha influencia en mí. Por eso  decidí realizar un trabajo más serio desde el 12 de julio de 2011 con canciones Cubanas y de mi autoría.
¿Qué artistas del patio han marcado su carrera musical?
Son muchos: Arsenio Rodríguez me pareció fascinante, de María Teresa Vera su son de cuerdas tradicionales con cuerdas templadas, del gran Benny Moré su ímpetu y su fuerza, esa manera de dar y sentir. De Ñico Saquito me impresiona su picardía y gran sentido del humor. También  boleristas como Celio González, Bienvenido Granda. No quisiera dejar de mencionar alguno, porque para mi cada ícono  tiene una manera representativa de expresar la música.

Sobresalió Fernando Borrego Linares, Polo Montañés, que  tiene un sitial  especial, su estilo tiene mucho que ver con lo que yo hago, y en Colombia tuvo un éxito extraordinario. Fíjate que no podía haber fiesta, rumba yambú , tertulia, seminario de música, o eventos lúdicos de cultura donde la música de Polo Montañés no estuviese , para mí el marco, no solamente un estilo y una sonoridad,  las canciones de Polo eran diferentes,  siempre le cantó  al amor, a la mujer , la vida  y a  la naturaleza , a lo más simple y a lo más sencillo.
Sus temas los podían cantar  desde un niño de cinco años hasta una persona de 80, siempre lograba  tener una  transcendencia muy grande. Su huella aún permanece en mi , en mis obras y en el pueblo colombiano, en Barranquilla que es el sitio por donde entra la música de Latinoamérica.
Polo marcó en mi un estilo y un color.
¿Coméntanos de su discografía?
Tengo cuatro discos grabados. Soy sonero y bolerista , hago muchos temas de cuerdas de boleros, tengo grabados unos treinta, también tengo sones de Eliades Ochoa, Francisco Repilado y composiciones de Ibrahim Ferrer, entre  otros géneros como boleros morunos, y clásicos, danzonetes, guarachas, rumbas son, y canciones de mi autoría como “Buscando visa”,  un son que he bautizado como son guajiro, de igual forma “Te veré sonreír”, “Gaviota”,  que es la combinación de bolero son y “Gris” que lo vine a grabar aquí. En total he grabado unos 60 o 70 temas.
¿Cantará en Cuba?
Por supuesto, es mi primer viaje a Cuba y es aquí donde primero deben apreciar mi trabajo, tengo planificado regresar en breve y realizar un concierto donde interpretaría guarachas, guajiras, canciones y sones.
En esta ocasión solamente me presenté en un homenaje a Benny Moré en el “Huron Azul”, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC)  allí tuve la oportunidad de compartir  e improvisar con el instrumentista  cubano Juan de la Cruz, conocido en el mundo del arte como “Cotó”, un excelente tresero que me ha acompañado en otras ocasiones.
¿Para Gilmar Silguero Linero, qué representa Cuba?
Cuba para mi representa todo, el tronco y la raíz de donde salí. Cuba para mi es la semilla.
Escuchando temas antológicos del irrepetible Trío Matamoros,  despedimos a Gilmar, un artista colombiano de origen cubano que muy regresa a la tierra natal de su abuelo para interpretar la música cubana que tanto ama.
Por Grisel Oquendo.

La Primogénita de la Percusión cubana

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“Primogénita de la Percusión en Cuba”, así  amigos y antiguos alumnos  nombran a la habanera Margarita Ponce Fernández, porque es la primera mujer en Cuba graduada de Nivel Medio en Percusión.

La Primogénita de la Percusión cubana.

Margarita Ponce Fernández. Foto María Regla Figueroa Evans.

Fue en el año 1970,  comenta a Radio Cadena Habana esta locuaz dama de la música cubana, quien hace varias décadas se desempeña como  profesora en el Conservatorio Amadeo Roldán, en La Habana.

¿Qué la motivó a escoger un camino reservado para hombres en esa época?

Para entender mis razones debo hacer un poquito de historia.
Yo estudiaba piano, pero en 1961 interrumpí mis estudios y me fui a una zona rural del país a alfabetizar, no obstante,  al crearse el sistema de becas para todos los que quisieron continuar estudios retomé las enseñanzas de música.

Todavía la Escuela Nacional de Arte no funcionaba como centro estudiantil, pero a todas las niñas que ingresamos a la incipiente academia nos daban conferencias y nos llevaban a conciertos para insertarnos poco a poco en el mundo cultural del momento. En ese contacto directo con las presentaciones de la Orquesta Sinfónica sentí que mi mundo no era el piano sino el Tìmpani, por la grandiosidad armónica  que  da a la orquesta.

¡Tu escuchas una obra y cuando entra el Tìmpani cambia totalmente el timbre musical!.

Todos la veían como una futura pianista. ¿Qué sucedió cuando usted decidió estudiar el Tìmpani?

Todavía recuerdo la cara de asombro de la profesora Carmen Valdés, quien me preguntó: ¿tú sabes realmente lo que estás diciendo?

A partir de ese momento ¿Cómo se desarrollaron los acontecimientos?

Por problemas de salud no continué en la Escuela Nacional de Arte, ingresando en el conservatorio Amadeo Roldán. Comenzaba entonces un período de constitución de las cátedras de percusión, con excelentes profesores a la cabeza como es el caso de Domingo Arahù y su hijo Luís, quienes fueron mis maestros.

Con ellos inicié el estudio de la caja, los ejercicios de control de baquetas y el dominio del golpe. Una vez concluida esta primera parte estudié Xilófono y posteriormente Tìmpani. Corría el año 1963 y en esa etapa la carrera de percusión no incorporaba ni Bongoes ni Tumbadoras, aunque estos útiles se ejecutaban en las orquestas de forma empírica, como parte de tradiciones y costumbres.

Por Ser la única estudiante femenina de percusión entonces, ¿sintió en algún momento  el rechazo de sus condiscípulos?

Todo lo contrario. Mi nombre es Margarita y creo que ellos nunca hicieron mayor honor a ese calificativo porque fui una margarita entre claveles. Ha pasado más de medio siglo y la amistad, allí consolidada, quedó para siempre.

Algunos de mis compañeros desaparecieron físicamente pero el aprecio se mantiene  intacto en el recuerdo.

¿Integró alguna agrupación?

En mi etapa de estudiante me prepararon para desarrollar trabajos metodológicos, impartir clases, y tocar con alguna agrupación. Los profesores nos llevaban a intercambiar con la Orquesta Sinfónica como una práctica estudiantil, lo cual me enorgullece mucho.

También estuve en un grupo un poco más divertido de nombre Radit 7, lo componían estudiantes de la escuela. Sus miembros éramos  Sara González, en la guitarra, Lucía Huergo en el piano, Heli Valdés en el acordeón, Ana Nora Calaza en el Saxofón, Anisia Bustelo en el Fagò, Sandra Mirabal  en el Clarinete, y yo en la Batería.

Con el grupo hice varias presentaciones.

¿Cuál era la reacción del público cuando veían en la batería a una jovencita?

Era una mezcla de sentimientos encontrados, hubo desborde de alegría, asombro, sorpresa y agradecimiento porque de alguna manera mi presencia era evidencia de que las mujeres teníamos la capacidad necesaria para enfrentar cualquier rol social.

Otros intentaban marginarme dudando de mis capacidades y talento.

Y en el plano personal me sentía regocijada, porque la percusión para mí es la vida. Siempre digo que yo no puedo vivir sin mis tambores. Hoy la situación es diferente, son cientos de estudiantes femeninas de Percusión en todo el país, a lo que se suman las graduadas, todas con un altísimo profesionalismo, comprobado dentro y fuera de Cuba.

Tuviste muy buenas experiencias con Radit 7, sin embargo abandonó ese camino por el de la pedagogía ¿Por qué?

Fue la elevada necesidad de profesores lo que hizo escoger el mundo de la Pedagogía, de lo  que no me arrepiento, pues en el atesoro experiencias magníficas.

En el Conservatorio Amadeo Roldán  incursionè en un mundo vedado para quienes distan de la docencia. Estuve al frente de la Comisión de Planes de Estudios y Perfeccionamiento en todo el país, tuve el honor de participar en la confección de los programas de estudio de nivel elemental y Medio de la percusión en Cuba y soy fundadora de PerCuba.

Además la alta responsabilidad me llevó a complementar mis estudios con una licenciatura de educación musical, cuya tesis fue un taller de percusión de música afrocubana.

Su tesis fue base para la creación de un grupo musical que aún se mantiene.
Háblame de esta parte de tu trabajo.

La tesis sin duda alguna elevó mis conocimientos sobre la Percusión, me dio nuevas herramientas y con la intervención de otros músicos fundé  el grupo AfroAmérica dirigido actualmente por el percusionista cubano Justo Pelladito. Fue una experiencia inolvidable que guardo en mi mente como una de las mejores cosas que me sucedieron.

De las actuales percusionistas ¿a quienes admiras?

Las admiro a todas pero en este minuto me vienen a la mente  la Papina, (Yuliet Abreu), hija de uno de los integrantes del grupo de Rumba Los Papines, ella fue mi alumna, y  las percusionistas de Obbinì Batà, ellas tocan muy bien y tienen mucha fuerza en el Batà,  un instrumento que estuvo prohibido para las mujeres, por su relación con la religión Yoruba y sus fundamentos.

Sin embargo, estas jóvenes   hacen una incursión muy artística con esos tres tambores, de manera tal,  que quienes las escuchan observan un mundo sonoro espectacular.

En el empeño por desarrollar al máximo los conocimientos percutivos de sus alumnos,  dirige en la actualidad  varios proyectos.

Me gusta mucho  trabajar las Rítmicas 5 y 6 de Amadeo Roldán, propiciando reunir en varias ocasiones a estudiantes del conservatorio para interpretar ambas obras.

En el año 2000 estuvo de visita en Cuba un músico francés, cuyo nombre no recuerdo ahora, e hizo un concierto titulado “Desde lo más hondo”. Pidió, para un segmento de su concierto, 15 percusionistas. Pero ¡como soy de las personas que nunca digo no!, reuní 15 alumnos que acostumbraban a trabajar conmigo las Rítmicas, e hicimos el concierto.

La experiencia fue tan sorprendente que fuimos invitados a Francia, país al cual viajé con 8 estudiantes de la cátedra. Ya en Paris hicimos nuevamente el concierto presentado en Cuba. A esa primera gira asistieron estudiantes que hoy son reconocidos músicos, puedo citar a Yuliet Abreu(La Papina), Rodny Barreto, y Guillermo del Toro, actual tumbador de la orquesta Havana D” Primera.

¿Cómo y cuándo surge Ensamble de Percusión Rítmica, grupo formado por usted con actuales estudiantes del conservatorio?

La realización de los conciertos en Cuba y posteriormente en Paris  me impulsó a crear un grupo oficialmente, fue así como nació  Ensamble de Percusión.
Tiene la peculiaridad de hacer percusión sin instrumentos, todos los sonidos provienen del cuerpo humano. Hay chasquidos con los dedos, silbidos, golpes en la cadera, rodilla, y muslos, hay palmadas y resonancias con los pies, cada una de estas regiones emite un sonido diferente entre si, pero semejante a los de las tumbadoras, güiros, maracas y otros instrumentos de percusión.

Es algo bonito, interesante y novedoso.

¿Cuántos estudiantes lo integran?
En un inicio trabajé con un cuarteto integrado por hembras, hasta que se amplió el formato a 20, diez muchachas e igual número de varones. Es un proyecto novedoso y goza de una elevada calidad artística, cualidades que le imprimen particularidades muy atractivas.

Mientras que para los alumnos representa una de las mejores formas de perder el miedo escénico, coger dominio de la escena y  socializar con el público.

Antes de la despedida la Licenciada Margarita Ponce Fernández, La Primogénita,  agregó que las presentaciones en la Isla y allende a los mares, son un éxito, no solamente de su proyecto, sino de las escuelas de música cubanas.
Por María Regla Figueroa Evans.


José María Vitier: Ser creyente es creer que el ser humano puede cambiar

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Cuando usted asista o vea por televisión la Misa que oficiará el Papa Francisco, el próximo 20 de septiembre en La Habana, ponga atención a la “Salve Regina” que cerrará el culto. Es obra de un cubano, José María Vitier, y lo sabrá enseguida porque después del conocido canto gregoriano se desata la contradanza y el pájaro que se eleva en las notas musicales se siente, no como cualquier ave, sino como uno nuestro.

José María Vitier: Ser creyente es creer que el ser humano puede cambiar

José María Vitier y su esposa Silvia.

El pretexto es perfecto para tocar la puerta del estudio de José María, artista de sólida formación clásica que logra, como pocos, entrelazar lo culto y lo popular.

Es el autor además de bandas sonoras de películas como Fresa y chocolate, El siglo de las luces y de las obras Misa cubana y Salmos de las Américas. Viene de un tronco familiar sorprendente. Su hermano, Sergio, es otro músico fuera de serie. Ambos son sobrinos del poeta Eliseo Diego. Silvia Rodríguez, su esposa, ha puesto la letra a buena parte de las composiciones de José María, y tiene además una pintura fascinante, de trazos singulares que la identifican entre la multitud de autores contemporáneos. Su hijo, José Adrián, es poeta, pintor, traductor y editor de una de nuestras mejores revistas literarias, La Isla infinita. Sus padres, los poetas Cintio Vitier y Fina García Marruz, no solo se reconocen como figuras esenciales de la cultura nacional, sino como gente de fe religiosa y patriótica, y ambos, cada uno en su tono o juntos, conciencia lúcida y espiritual de la Isla.

Con José María y con Silvia conversamos en La Habana, pocos días antes de la llegada de Francisco. La música, la religiosidad de la obra familiar, el paréntesis de la Salve Regina en la Misa de la Plaza de la Revolución -con orquesta dirigida por otro cubano, Luis Villazón-, son los temas del diálogo que fluye sin pautas previas y con la emoción a flor de piel.

“Salve Regina, la Salve, como se le dice –explica José María-, es una obra arquetípica dentro de la música religiosa católica mariana; no es parte de la liturgia de la misa. Una misa cantada a la Virgen no tiene que tener una Salve Regina, pero si se van a añadir algunas obras, como hice en la Misa cubana -que añadí una Plegaria, un Hosanna, un Ave María-, una de las que se puede incorporar es la Salve Regina, que refiere a la Anunciación, al momento en que a la Virgen se le impone de que ha sido escogida entre todas las mujeres. La Salve Regina tiene un texto en latín bello, de una sonoridad prodigiosa, y lo usé porque estaba buscando qué chispa sacaba de ese latín mezclado con la contradanza.”

– ¿Por qué la contradanza?
–Primero está la decisión de uno de hacer la música, y después están las decisiones que toma la propia música, que te va diciendo qué hacer. Hice un coral lento, expositivo, con lo que tiene que decir la oración, y después…
–Después se desmelena.
–Exacto, es una Alegría, una fiesta, que me da la oportunidad de utilizar la contradanza, y que le funciona de maravillas, la verdad. Estoy muy feliz porque cuando vino Juan Pablo II, me acuerdo, tocamos algunos fragmentos de la Misa cubana en el Aula Magna, en un encuentro con los intelectuales que tú recordarás.
–Claro.
–Y después que terminamos la Salve nos hicieron unas señas -estábamos tocando arriba, en los balconcitos-, y nos pidieron que la repitiéramos, porque gustó muchísimo. Estaban felices. Me agrada que ahora también se hayan acordado de la Salve y la incluyan durante la visita del Papa.
Misa cubana para agradecer
– ¿En qué contexto surge la Misa cubana?
– ¿Yo no te lo he contado nunca ti?
–A mí, no.
–No te creas que me fascina hacer esta historia, pero te la voy a resumir. En el año 90, Silvia, mi esposa, y yo, tuvimos un evento muy adverso en la vida relacionado con nuestro hijo. Ya desde hacía algunos años, estaba bastante separado de la religión. No porque haya tenido una crisis de conciencia ni de fe, ni de descreimiento, sino porque había hecho como un receso de esa especie de sentimentalidad que es la creencia. Las creencias no son una ideología ni una idea, sino son sentimientos, con esa volubilidad que tienen los sentimientos. Ese era yo. Y de pronto estábamos juntos enfrentados a un problema muy grave de la salud de nuestro hijo, que entonces tenía dieciséis años: un accidente y una operación terrible. Mi esposa ni siquiera tenía vestigios en su formación religiosa, salvo en la primera infancia.
Nosotros, como tantas personas, convertimos nuestra pareja en una religión, y así vivíamos, no necesitábamos más. Pero esa noche, el 11 de mayo de 1990, necesitamos más, y pedimos para que aquello se resolviera, porque era muy grave. Unas horas después, felizmente, hubo un desenlace positivo, muy venturoso, casi milagroso. Y algo que hubiera podido ser una tragedia para toda la vida, sencillamente se disipó; y después con el tiempo se confirmó que no dejó ninguna secuela. Ese mismo día Silvia me dijo: “Yo le pedí a la Virgen de la Caridad -cosa para mí sorpresiva-, y me sentí escuchada”. Le respondí: “Algún día tendremos que hacer algo para agradecer esto”. Y lo hicimos, pero no de inmediato.
–Estabas preparando la música para la película El siglo de las luces.
–Fue en el ‘91, ‘92, por ahí, y da la casualidad de que Humberto Solás (el director de la película), que también había tenido en ese momento, como le pasa a cualquiera, esa especie de necesidad de algo más, me dice: “Yo necesito que el final de la película sea con música totalmente religiosa”. Comencé a componer la música de toda la segunda mitad de El siglo de las luces, y ahí empiezan a surgir melodías y temas que después los utilicé para la Misa cubana. Me sentí cómodo haciendo eso, aunque nunca me vi a mí mismo como un compositor de música sacra ni mucho menos. Pero fíjate, primero, la vivencia personal, después la práctica profesional, el compromiso de hacer la música para una película, y de repente digo: “Caramba, aquí tengo la Misa cubana, que ya empezó, ya empezó, voy a hacerla”.
El “Ave María” de la Misa salió de la película y otras cosas más. Después sí me puse a la tarea de hacerla y entre el año ‘95 y ‘96, decidimos: “Vamos a hacerla”. Apareció la música, pero el problema no era hacerla, sino escribirla, grabarla. Y tuvimos suerte porque recibimos apoyo por dos vías; por una parte de la Iglesia, del Arzobispado, de Jaime (Ortega), que llevaba pocos años como cardenal y que es muy sensible para la música -medio músico él también. Me dijo que había la posibilidad, por una donación de Italia, de los obispos, de dedicar un fondo para propiciar esta grabación.
El Fondo Económico para la Cultura, que también era de reciente creación en aquellos tiempos, puso el resto, por decisión de Armando Hart. Este fondo ayudó a subvencionar las grabaciones, los turnos, el pago de los músicos, donde, por supuesto, nunca estuvimos incluidos ni Silvia ni yo, ni Silvio (Rodríguez), ni Amaury (Pérez); tampoco de algunos amigos que estaban ahí involucrados, convocados por mí. Nadie cobró un centavo, pero sí se pudo retribuir la grabación. Y la tuvimos lista para presentarla al público el 8 de diciembre de 1996.
–En la Catedral de La Habana.
–En Misa oficiada por Jaime, cantada. Había un Festival de Cine en ese momento y estaba  de bote en bote la Catedral. Fue emocionante porque había mucha gente, fue muy mediático y sorpresivo para muchos. No todo el mundo se subió en el botecito de la Virgen, alguna gente no se quiso subir, pero estaban los que tenían que estar. Y se hizo aquella primera grabación del primer concierto, que fue muy gratificante, y ahí empezó la historia esta, que ya tiene veinte años, de la Misa cubana.
–Esta Misa impacta en Roma y fue la apoteosis en el Cobre también, ¿a qué se debe, cuál es el misterio?
–La Misa se ha puesto más de cien veces. Celebramos los cien conciertos en La Habana hace dos años, y se ha presentado en diecisiete países, que yo sepa. Es muy bonito porque en todas las partes en que se toca se vuelve a tocar, con nosotros o sin nosotros. Llevarla a Roma era una asignatura pendiente que surgió sin que interviniéramos para nada. Nos la pidieron para celebrar el  70 aniversario de las relaciones entre Cuba y el Vaticano -hace diez años de eso.
Fuimos con un elenco cubano maravilloso, con el Coro Exaudi, con Bárbara Llanes –soprano-, con Amaury Pérez, con la Orquesta Solistas de La Habana, con percusionistas, gente muy querida y que llevábamos tiempo trabajando juntos con la obra. Se presentó en la iglesia de Santa María en Trastevere y nos hospedamos en un lugar fantástico, en un convento de Santa Brígida.
Y te digo algo más: uno de los milagros de la Misa cubana es que no se hubiera podido hacer sin los no creyentes. Además de la Misa llevamos una nueva obra, el Ave María por Cuba, que tiene el texto del Ave María en latín, pero tenía unos coros con tambores batá y textos en yorubas, un canto a Obatalá.
–Arriesgado, en Roma.
–A mí no me parecía arriesgado, pero desde cierto punto de vista quizás muy conservador, podía parecer irrespetuoso. Hay muchos prejuicios -estériles y designados al fracaso al final-, contra los que hemos luchado varias veces, nos ha tocado. Sin embargo, lo que ocurrió fue una especie de apoteosis. Estaba invitado el cuerpo diplomático, sobre todo el latinoamericano y africano, y por supuesto, también el europeo y el Vaticano en particular. Nos emocionó mucho la acogida de los embajadores. Algunos manifestaron, incluso por escrito, que nunca habían sentido esa emoción, esa mezcla del latín y los idiomas autóctonos, de ellos y nuestros. También, nos emocionó el hecho de haber ido con nuestro hijo. El Consejero para la Cultura del Vaticano en aquel momento, monseñor Poupard, nos dijo cuando nos vio -conocía la historia de nuestro hijo, el accidente y todo-: “El niño del milagro”, un niño que ya era un hombre.
Después la Misa no ha cesado de darnos satisfacciones y nos ha ayudado a comprender que las emociones que mueven los sentimientos de las personas son más intensas que las pasiones que mueven las ideas, y esa es una lección que nos ha dado la Misa cubana. Cuando la hemos tocado en público, donde ha habido personas que han ido realmente con malas intenciones, luego han venido a abrazarnos llorando; cubanos patriotas, pero enemigos de lo que amamos, de lo que pensamos. Sin embargo, se desarman.
–¿A qué se debe?
–Es esa sentimentalidad del corazón que te desarma. Emocionarse juntos une a las personas de una manera total y borra las diferencias, y borra las fronteras, y borra la intransigencia, de manera más efectiva que cualquier discurso que ponga por delante la ideología o la política.
–Quizás por el sentido de patria. Decía Ernesto Sábato que la patria es el territorio de nuestra niñez.
–Sí, que nos une. He dado funciones de la Misa cubana donde los creyentes están en minoría, incluyendo los solistas.
Mi padre fue mi héroe
– ¿Qué es ser creyente?
–Tú sabes que cuando yo tenía dieciséis años conocí a Ernesto Cardenal en La Víbora (un barrio de La Habana), donde yo vivía. Fue un 26 de julio a almorzar con nosotros, en lo que terminó siendo una misa. Recuerdo, después la sobremesa, donde él le dijo a mi papá, respondiendo esa misma pregunta: “Creyente es el que cree que el ser humano puede cambiar”.
En el momento en el que se produce esta conversación, era bastante complicado. Eran los años 60, aunque a lo largo de toda la Revolución ha habido un espectacular malentendido con los creyentes, esa es mi opinión. Creo que la Revolución cubana ocurrió como y cuando tenía que ocurrir, es incuestionable, pero desde el punto de vista de las coordenadas históricas y del tema que nos ocupa, que es la religión, tuvo lugar un desfasaje trágico entre ese proceso y la revolución de la Iglesia. Si la Revolución cubana se hubiera demorado un poco, si la revolución de la Iglesia se hubiera adelantado un poco, hubiera sido estupendo, porque nos hubiéramos ahorrado muchas cosas, mucho sufrimiento, muchos desencuentros. Unos años después, a mediados de los sesenta, ocurrió un fenómeno espectacular dentro de la Iglesia latinoamericana concretamente, después del Concilio Vaticano II y sobre todo después de la Conferencia de Medellín, que propició la Teología de la Liberación o por lo menos cogió un auge; si esas cosas hubieran estado ya cuando triunfa la Revolución quizás hubiera habido una atmósfera más propicia para que se entendieran, para que la Revolución comprendiera que la Iglesia tenía cosas que hacer en un proceso como aquel, y para que la Iglesia comprendiera que la Revolución tenía un mensaje esencialmente evangélico.
–¿Cómo se salva tu familia en esa vorágine? Tus padres no sólo no traicionaron su fe, sino que acompañaron una Revolución que se hizo esencialmente para los pobres.
–¿Tú sabes la historia del por qué?¿Papá nunca te contó que en un momento dado ellos estaban, ellos, o sea, mis padres, mis tíos a punto de irse de Cuba? Ahí jugaron un papel importante dos personas, como quizás tú conoces: Ernesto Cardenal y Thomas Merton, que era el mentor de Ernesto en la Abadía de Gethsemani, donde Cardenal había comenzado su ordenación -la terminó después en México. Mi padre pidió ayuda espiritual estando en México, porque papá tenía una oferta muy tentadora de trabajo y habría podido irse de Cuba en aquellos primeros años. El mensaje de Merton fue terminante: “El cristiano tiene que estar allí donde es más necesario; donde es más necesario tiene que permanecer a cualquier precio”. Todo eso está presente en mi imaginario y tiene que ver con mi formación, por carambola.
–En una de las últimas conversaciones que tuvimos Cintio y yo, le pregunté cuál era su mayor orgullo. Me contestó: “Mis hijos músicos”.
–Sí. Lo recuerdo muy bien. Me gustó mucho esa respuesta y me sorprendió también. Mira, mi padre, aunque nunca lo supo, y esa es culpa mía, fue mi héroe.
–¿Por qué?
–Él tenía una serenidad ante todo, un sentido del equilibrio, de la justicia de los actos; un sentido de la necesidad de servir. Y a pesar de ser un poeta, un investigador y un intelectual –y una cosa que no siempre son los poetas y no siempre son los intelectuales–: era un artista. No voy a hacer comparaciones, pero hay grandes escritores que no son artistas, y en eso influía quizás su condición de músico, que nunca dejó de ser. El secreto de mucha de su poesía está en la música.
–¿Él tocó alguna vez el violín contigo?
–Tocó el violín espectacularmente bien, y tocó conmigo, menos de lo que debimos. Él tocaba más con mi abuela, con la mamá de mi mamá, que era una gran pianista: interpretaban a Beethoven, a César Franck, arias de ópera y otras cosas. Si él te dijo que su mayor orgullo eran sus hijos músicos ya por ahí tú puedes ir viendo cuál era su relación con la música, y yo te diría más: su más secreto orgullo era ser él también músico.
–José María, cuando me dieron la noticia de que viajaría con la prensa vaticana junto al Papa Francisco, me emocionó por el recuerdo de dos personas muy importantes en mi vida, relacionadas de diverso modo con la Iglesia. Una de ellas fue Cintio, de quien podría decirse lo que él mismo expresara de José de la Luz y Caballero: “Se fue alejando suave y firmemente del aspecto dogmático y sacramental de la Iglesia, para concentrarse en el cultivo a la vez interior y apostólico de un ardiente cristianismo veteado de estoicismo”.

–Indudablemente que mi padre tenía un temperamento estoico. Hay una cosa que él me enseñó sin querer, pero que explica un poco esa resistencia. Primero, él siempre trató y logró no confundir la Historia con la autobiografía. Nunca se sintió tan importante como para que los avatares de su vida personal pudieran confundirlo a la hora de entender la Historia. Y, por otra parte, como creyente estaba acostumbrado, estaba entrenado para saber que el poder que enarbola las ideas no siempre está a la altura de las ideas, que la Iglesia no siempre estuvo, y más, muy frecuentemente no estuvo a la altura del cristianismo, y que las autoridades con las cuales él puede haber tenido choques tampoco estuvieron a la altura de la Revolución, pero que la Revolución no eran esas autoridades. La Revolución eran los ideales y esos estaban siempre ahí. Esa claridad, esa capacidad para ver las cosas de esa forma yo creo que es la fuente de su fuerza para resistir hasta que la Historia, la vida solita y la Revolución, le dieron la razón.
–El tenía una gran coraza, sus conocimientos y su devoción por José Martí. Ricardo Alarcón lo dijo en una frase magnífica: Cintio es el apóstol de El Apóstol.
–A lo mejor esa frase a él no le hubiera gustado. Él pensaba, como lo pienso yo también, que con Martí pasa como lo que dijo Martí de Bolívar: que tiene mucho que hacer todavía. Él tiene un ensayo titulado “Martí futuro”, cuya tesis es que Martí no forma parte del pasado, sino del futuro de la nación. Martí es la Cuba no realizada todavía, y yo diría el ser humano no realizado todavía, que no existe, que no ha comparecido aún. Esa certeza lo llevó a dedicar esfuerzos inmensos a propagar el pensamiento de Martí y a crear los Cuadernos martianos, un esfuerzo titánico para las personas que se involucraron en aquel proyecto.
Él tenía la idea de que lo que le faltaba a este país para encarnar su historia real y definitivamente, y para que la justicia fuera la que tiene que ser, que es “con todos y para el bien de todos”; en fin, él pensaba que lo que faltaba y por lo que había que luchar sin fin era por elevar y expandir el pensamiento martiano al corazón de todos los cubanos. Una quimera.
–Cintio era un intelectual práctico, lo demostró con sus Cuadernos martianos, con sus ensayos iluminadores en momentos muy difíciles. Recuerdo “Martí en la hora actual de Cuba”, escrito en medio de la llamada crisis de los balseros y que se publicó en Juventud Rebelde.

–Es en ese momento en que él increpa incluso al país. Dice: “Es que se nos están yendo porque no saben de dónde se van; o sea, hay que enseñarles qué es esto, hay que enseñarles qué es Cuba”.
–Va más allá. Se enfrenta a los intentos de estigmatizar a personas sin ir a las causas: “Si son prostitutas y son delincuentes, son nuestras prostitutas, nuestros delincuentes”, dice.

–Me acuerdo muy bien de aquello. Él sufrió muchísimo aquel proceso, en realidad como todos; pero era muy fuerte, papá era un hombre de una reserva de energía estoica realmente, no solamente intelectual. Tuvo muchos problemas dolorosos de salud. Te puedo decir que en circunstancias muy complicadas, nunca oí a mi padre quejarse. Y quería siempre valerse por sí. Aun cuando ya no podía, era complicado ayudarlo a moverse o ayudarlo a conducir, porque le gustaba valerse por sí mismo. Era un hombre hermoso.
–Van a cumplirse seis años de su partida, ¿por qué casi no se habla de Cintio?
–No creo que sea importante; ¡no se habla de tanta gente! Soy su hijo, a mí me da mucho orgullo cuando alguien habla de él, cuando alguien lo cita o lo recuerda. Pero su obra está ahí y sale a flote. Cuando vuelva a hacer falta él va a estar ahí, a la mano.
–Creo que todavía nos está diciendo y está por decirnos muchas cosas. Recordaba, a propósito del 17 de Diciembre y el anuncio de restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, las palabras de Cintio: “Este inicio de siglo replantea, muy agravada y a su modo, la problemática del 98: el imperialismo entonces naciente es hoy hegemónico, el independentismo entonces aplastado es hoy irreductible, el eterno reformismo intenta volver por sus fueros y el anexionismo por sus desafueros”.

–Es muy curioso en la cultura cubana cómo se comportan las grandes figuras, cuyos nombres después se convierten en fundaciones, en institutos, en centros de investigación, en casas-museos. Yo creo que en el caso de papá, que no es una figura solitaria, sino que está arropada en primer lugar por mamá (Fina García Marruz); pero también por su padre, Medardo Vitier; por su abuelo, el general mambí José María Bolaños –al que le debo mi nombre-; por su cuñado, el poeta Eliseo Diego. Ahí hay un núcleo duro, que dejó descendencia, y a mi vez yo también he tenido descendencia, así como los hijos de Eliseo. Y digo esto de la descendencia, porque me llama la atención que hay muchas figuras en la cultura cubana que son como solitarias: Lam, Guillén, Lezama, Marinello, Carpentier, Fernando Ortiz. Todos son ahora instituciones, fundaciones. Pero aquí tenemos una familia germinal, somos parte de la cultura viva del país, que no es cultura de museo. Por eso no me preocupa tanto si se recuerda o no. ¿Cómo no recordarlo si estamos, si toda su sangre está viva todavía en todos nosotros?
–Ahora que dices eso, viene a mi memoria la imagen más hermosa que guardo de tus padres.
–A ver.
–No es una fotografía, es un recuerdo. Un día llegué a la casa de tus padres en la calle Paseo, y Cintio estaba peinando a Fina.
–Qué bonito.
–Por cierto, empezamos hablando de la Salve que se tocará en la Misa del 20 de septiembre, en la Plaza de la Revolución. Creo que a Cintio le hubiera gustado mucho el Papa Francisco.
–Tengo, como dice la gente, una buena vibra con este Papa. Déjame decirte, ya que hemos estado hablando toda la tarde de papá, que él no era muy papista.
–Como Martí.
–Papá no era institucionalista, o sea, no, no le gustaban mucho las relaciones con el poder, con ningún poder, incluyendo el de la Iglesia, y no por prejuicios. Él tenía un pensamiento religioso influido por el librepensamiento de su padre, de Medardo. No era ni mucho menos un católico tan apegado a la ortodoxia como para ser fiel incondicional de los Papas. Para nada. Tuvo una gran admiración por Juan XXIII, que, por supuesto, es el gran antecedente de Francisco.
Personalmente tengo la mayor simpatía por este Papa, por varios motivos. Me parece que ha tenido el valor de decir cosas que no había dicho ningún otro, y cosas que nos afectan mucho, que nos importan mucho. De entrada está reconociendo la deuda terrible que tiene la Iglesia con los creyentes y con la humanidad. Tiene una sensibilidad especial para lo social, para los aspectos que tienen que ver con la vida ciudadana de los creyentes y de los no creyentes, y de las prácticas civiles. Le he escuchado decir cosas estupendas sobre las relaciones, por ejemplo, del matrimonio, el divorcio, y a veces uno no sabe si él lo dijo o se le atribuyen, porque también se está empezando a tejer una leyenda del liberalismo alrededor de Francisco.  En otras palabras, ha puesto en su lugar algunas ideas que están enquistadas dentro de la ideología católica y que no conducen a ninguna parte, y que lo que han hecho es quitarle adeptos a la religión y crear escépticos y descreídos.
Me parece que es un hombre sencillo, que recibió esta jerarquía con humildad, y que por primera vez, o en muchos años, desde Juan XXIII, ha puesto en el lugar que le corresponde a los pobres de la tierra, a las personas que nacieron en el lado equivocado del mundo, y ha fustigado la riqueza excesiva o la riqueza obscena que hay en este mundo. Es un Papa que nos hacía mucha falta, un líder para cientos de millones de personas. Me gustaría, en este período suyo, ver resurgir las grandes, las esplendorosas ideas que en los años setenta tuvieron los Teólogos de la Liberación. Pero no sé si llegará a tanto.
Silvia Rodríguez: Hay que dar gracias

Fina García-Marruz y Silvia Rodríguez Rivero. “Nunca he visto nada parecido a lo de Silvita. Cada cuadro era, además, un objeto. Un lugar en que se tenía la sensación, no de que se miraba, sino que ‘se podía entrar’. (…) Me pareció que era una nueva forma de pintar. Entrando, más que viendo. Todos únicos, originales, imprevistos. ¡Tu exposición magnífica!” Fina García – Marruz, Diciembre 2014. (Acerca de la exposición “Secretos de madera” de Silvia R. Rivero)
Silvia nos muestra algunas de las obras que está preparando para una próxima exposición, y de eso hablamos, aunque la conversación sigue la estela del diálogo con José María.
–¿Por qué la Virgen de la Caridad tiene ese peso en tu vida y en tu arte?
–Llegó a mí como a la más humilde de las cubanas. Eso no estaba dentro de mi esquema. En mi primera infancia tuve una formación católica, fui bautizada, hice la primera comunión, la confirmación, pero no tuve después una vida religiosa. José María te contó la historia de nuestro hijo. ¿Por qué recurrí a la Virgen de la Caridad? No te puedo decir, no podría.
Queríamos dar gracias. Por eso se hizo la Misa Cubana, por gratitud. Siempre hemos pensado que un estado espiritual positivo es lo que más te ayuda a salir de una situación difícil. Mi hijo estaba en el salón de operaciones, yo no sabía qué iba a pasar. Aferrarme a ella me dio esperanza, me dio paz, me dio la sensación de todo iba a salir bien. Esa sensación no la olvido, y cuando mi fe declina, sabe Dios por qué, trato de recordarlo. Esa fuerza positiva que da el amor, en aquel momento,  dio resultados prácticos. Mi hijo no solo salió bien, sino a pesar de que el médico nos dijo que él no podría estudiar al menos por un año, Adrián al mes se estaba examinando en la Lenin de todo. Y terminó siendo el primer expediente.
–Y es un gran poeta, pintor, traductor y editor de una revista maravillosa, adorada por Cintio, La Isla infinita.
–Es muy especial y ha tenido su camino independiente hacia la fe. Fíjate que la Misa cubana, que fue como una acción de gracias por aquello que habíamos recibido, salió como cinco años después, tiempo que necesitamos para entender qué nos había pasado. En el 95 le dije a Jose: “Ya no podemos seguir esperando, hay que dar gracias”, en un momento en que no era bien visto todavía hacer una misa católica, y además, la queríamos estrenar con una misa oficiada, porque era para eso.
En muchos casos la presentación de esta obra en distintos países, se ha debido a acciones de gracia de otras personas, mayormente desconocidas, que hallaron casualmente en la Misa Cubana consuelo y fe. O sea,  lo que uno hace se revierte. En latitudes diversas, en continentes que ni siquiera nosotros hemos visitado, muchos la han hecho suya por razones personales, no sólo artísticas. Puedo hablar con desenfado de la belleza de la obra, porque no la siento como un mérito nuestro. Hemos sido objeto de una inspiración que sabe Dios de dónde viene y de a cuántas almas toma. No es una obra que uno sienta que es de José María y mía, no. Le ocurre a todos los que han participado, la sienten suya y hablan de ella como propia.
–Silvia, pero tú no solos has escrito la letra de la música de José María, de mérito indiscutible, sino que también pintas, y tienes una obra impresionante.
–Es otra cosa rarísima. Hubo un momento en que le dije a Jose: “No puedo más”. Llevaba mucho tiempo con un enorme peso. Le dije: “He dejado a un lado mis intereses, lo he subordinado todo por la familia, por la sobrevivencia, por tu carrera, por todo; no puedo más, no puedo seguir lidiando con la mediocridad, con lo imposible. No sé cuánto me queda y no quiero que esto sea lo único”. Mi esposo, por supuesto, me entendió. Necesitaba volver a la locura que era mía, la que me tocaba a mí, con la que yo vine al mundo.
Empecé a escribir, a recopilar muchas cosas que tenía escritas y a escribir otras, doscientas páginas en un mes, una cosa así enloquecida. Y Adrián prometió darme unas clases de dibujo. Le dije: “Si pudiera pintar, no perdería un segundo”. Comencé las primeras clases con Nerea Rodríguez Vera, una gran dibujante. Recuerdo la primera vez que tuve el pincel en la clase, y lo sentí como un objeto enorme, como si lo viera con ojos de la infancia. Empecé a llorar. Y luego ya no pude parar. Fui a tres clases y a partir de ese momento comencé a dibujar tímidamente algunas cosas, a estudiar de manera autodidacta, a pintar mucho en la casa. Me daba cuenta de que podía pintarlo todo sin parar, en una hojita, con lápiz y papel, y me pasé un mes en eso, y salió el primer lienzo.
–¿Con qué motivos?
–Empecé pintando ángeles, que hacían cualquier cosa, que vivían conmigo, en una claridad bastante mágica, nunca perturbadora. La pintura me provoca un estado de gracia, de felicidad infinitas. Surgen muchos personajes, caras desconocidas, simbolismos que explican a veces mis dudas, mi fe, mis añoranzas.  Y ahí está también está la Virgen, la historia de Cuba, La Habana. Hay mucho, mucho de La Habana.
–Ya has hecho varias exposiciones.
–Unas cuantas, pero importantes, considero dos, y ahora, una en una galería en Madrid, en el Centro Cultural Puerta de Toledo y después en Lisboa.
–¿En qué otros proyectos están ustedes trabajando?
–Yo estoy aún trabajando para completar la muestra que presentaré en Madrid y Lisboa, que hemos titulado “Las cosas imposibles”. Adicionalmente trabajo también en la concepción y producción de los proyectos de José María, por eso te hablaré de ellos.
En lo inmediato José María, en octubre estará en varias ciudades de España, en concierto, y yo con mi exposición. Pero él siempre está componiendo y con ideas nuevas. Estamos pensando para el año que viene preparar un homenaje a Lorca, escenas lorquianas. Lo está trabajando ahora como piezas para piano, pero en realidad teníamos el interés de que fuera algo más ambicioso, con músicos, cantantes, actores; algo así como una presentación de Lorca en La Habana, en el ochenta aniversario del asesinato del poeta. Vamos a ver si el tiempo y la inspiración lo permite.
Paralelamente Jose está trabajando con Pablo Milanés en un disco con canciones que nadie conoce de la Vieja Trova cubana y que se iban a perder de otra manera, porque solo las conoce él, que es un apasionado de esa música desde que era casi un adolescente. A los veinte años fuimos juntos hasta Santiago de Cuba con Rapi (Diego) y entrevistamos a los viejitos que tenían unas canciones que no llegaron a ser conocidas, preciosas, y que para nosotros fueron las canciones con las que nos enamoramos, las de las tertulias en la casa. Para Adrián, mi hijo, es como si fuera lo más conocido del mundo, pero casi nadie las ha escuchado, algunas de un candor, una ingenuidad, una belleza poética y melódica a veces muy llamativa; y otras tan disparatadas que resultan muy simpáticas por sorpresivas. Jose ha conformado un grupo de dieciocho canciones y ya tienen grabadas quince, faltan tres. En eso estamos, con José al piano y Pablo Milanés cantando, ¡una maravilla!
Por Rosa Miriam Elizalde.
Tomado de Cubadebate.

Alejandro Flacón; un virtuoso de las teclas

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Alejandro Falcón Rodríguez, dueño de una exitosa trayectoria como jazzista, pianista, compositor y  productor musical, me recibió en su casa de la barriada habanera de La Víbora sin formalidades ni ceremonias. Sentado al piano comenzó a hablar de  sus planes discográficos inmediatos:

“Quizás el próximo año grabe dos discos, pero ahora solo puedo adelantarte que uno será con mi cuarteto Cubadentro y el otro de ritmos afrocubanos. Esta  idea  surgió en el año 2009 cuando la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, bajo la batuta del maestro Roberto Galera, interpreto “Raíces Profundas de mi monte espiritual”, pieza que hace un repaso de los toques y cantos de la religión bantú, introducida con instrumentos tradicionales como el clarinete y el cello.

Alejandro Flacón; un virtuoso de las teclas

Alejandro Falcón.

¿Por qué al hablar de próximas grabaciones utilizas la palabra quizás?

Porque grabar es un proceso difícil de mucho sacrifico y tiempo.
Y a mi me gusta anteceder a cada una de mis obras discográficas de un amplio proceso de búsqueda e investigación, en el que hago un esquema, analizo los detalles, consulto mi equipo de trabajo, decanto los pro y los contra, para entonces considerar si está todo listo o No. Es escenario, complicado, pero imprescindible para mí.

¿Cuanta influencia tiene tu obra en la de otros jóvenes interpretes?

Tengo la suerte de que varios formatos orquestales interpreten mis composiciones, como es el caso de “Aire de concierto” por la Orquesta Típica Miguel Failde, agrupación Musical Cubana constituida en el año 2009 y dirigida por el joven flautista matancero Ethiel Fernández Faílde. Además en las escuelas de música del país se escuchan  mis contradanzas, danzas, preludios y obras para piano, como material didáctico.
Tu última producción discográfica  Cuba Now Danzón, la dedicaste a nuestro baile nacional. ¿Consideras que ese ritmo atraviesa por un momento de estancamiento?

Definitivamente si, aunque pienso que el estancamiento no es solo inherente a Cuba y al Danzón. Actualmente la música  comercial es la que impera y cuando analizamos este fenómeno llegamos a la conclusión que existen muchos ritmos en el mundo, que se quedan atrás porque solamente se transmite lo que las grandes trasnacionales quieren que se escuche.
Hoy en Cuba a la música tradicional no se le da suficiente difusión, aunque afortunadamente hay un grupo de jóvenes, en el que me incluyo, que apostamos por lo más tradicional, desde una visión rítmica bien contemporánea en la que incluimos el latín jazz, el chachachá y la Timba.
El Danzón Monserrate, de mi autoría e interpretado por la orquesta Típica Miguel Failde, bajo la batuta de Ethiel, tataranieto del creador del Danzón, es una muestra al poseer acordes de la armonía moderna y establecer vínculos con obras conocidas como  la Marcha Turca de Mozart.
Son recursos que al modernizarse las sonoridades se acercan a las nuevas generaciones.

¿Cómo marcha el catálogo musical?
Tengo más de 80 obras en diferentes estilos, con predominio del Jazz, la música cubana y de concierto.

¿A quienes agradece la madurez profesional?

Una buena parte de esa consistencia profesional, se la debo a las  orquestas con  las que estuve, (Pablo y su elite,  Otra Visión) liderada por Orlando Valle Maraca, y a los artistas con los que colaboro, entre ellos al cuarteto femenino Sexto Sentido y a la cantante Luna Manzanares,  con quienes realicé una gira nacional en 2014.
Se suman al elenco los cantantes, Polito Ibáñez, Leo Vera y Waldo Mendoza, la agrupación Alexander Abreu y  Havana D” Primera y el Cuarteto del contrabajista Jorge Reyes.
Creo que la búsqueda constante de nuevas fórmulas rítmicas,  es otro de los elementos que contribuyen a la  solidez técnica.

Tu carrera desde los inicios estuvo signada por excelentes profesores ¿a quienes nombrarías?
A todos. A María Luisa Arango, Luisa Poulsan, Pedro Pablo Iturralde, Ana María Mena y a los compositores Harold Gramatges, Juan Piñera,  Guido López-Gavilán, a Fernando Rodríguez Archy, quien me preparó en la especialidad de armonía y a Roberto Galera.
Fuiste jurado de los JoJazz. ¿Qué se siente desde esa posición?
Los nervios no te presionan como cuando eres concursante, pero se siente mucha responsabilidad, y satisfacción al ver a los jóvenes  jazzistas concursar por un sueño, e igualmente establecer un ambiente de camaradería en el que sale  favorecido el jazz.
No interesa de qué región de Cuba sean, lo importante es que hacen un buen trabajo para prestigiar la música cubana,  legado de quienes nos antecedieron en el tiempo y  hoy se alzan como referentes sonoros.
¿Háblame del proyecto musical  Espíritu de los Beatles?

Fue una idea del productor Enrique Carballea, quien le propuso a la cantante Luna Manzanares y a mi, tocar desde una visión personal la música de ese emblemático grupo inglés.
Estuvimos de acuerdo e hicimos diferentes conciertos en el Submarino Amarillo de la capital cubana y en Bellas Artes, al que asistió como público el inolvidable maestro Juan Formell.
Fue un reto porque los Beatles son un paradigma de la música mundial, y en su obra se recrea el Jazz, el Soul, el Rythm and Blues,  la música cubana. Se recrea además  el entorno musical que los provocó  y las influencias que aportaron a la música universal.
El repertorio lo conforman canciones de los Beatles, de Aretha Franklin, Amy Winehouse, Adele, Tina Turner, Donna Summer, Duke Ellington,  Herbie Hanconk, y  Swing. Es un espectáculo para todo tipo de público, pero especialmente dirigido a  los jóvenes, con una variedad  de ritmos y canciones de estos tiempos.

La obra de Alejandro Falcón, exquisita, dinámica, culta,  popular y muy criolla es un ejemplo de la dimensión creadora de nuestros jóvenes músicos, defensores d el patrimonio sonoro de la Isla ante corrientes foráneas y praxis comerciales desacertadas.
Su carácter afable y coloquial tiene elevados puntos de contacto con   su creación, pues en este joven de solo poco más de una treintena de años hay desborde de autenticidad.

Gracias a Alejandro Falcón por defender el patrimonio rítmico cubano y por traernos de  vuelta a Ernesto Lecuona, Manuel Corona,  Miguel Failde y Antonio María Romeu, entre otros irrepetibles de la música cubana.
Por María Regla Figueroa.

Cumple el Showman de Cuba 60 años de vida artística

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Bobby es arte. El arte vive en él. No cabe duda. Sereno en la conversación, inquieto en la vida, indetenible en el escenario El Showman de esta Isla sabrosa y musical.

Radio Cadena Habana llegó hasta su casa en 23 y 42, en la barriada habanera de Playa.

Cumple el Showman de Cuba 60 años de vida artística

Bobby Carcassés. Foto Lilien Trujillo Vitón.

¿Cuáles considera los momentos más icónicos dentro de estos 60 años de carrera artística?

Cuando empecé en el canto solo cantaba lírico, hasta que comencé como profesional en el cuarteto de Bobby Collazo, y cambié el repertorio para música cubana y universal. Entonces conocí a Armando Zequeira Romeu, hermano de Zenaidita Romeu, y empecé a tocar la batería en su cuarteto. Fue el individuo que me metió de lleno en el mundo del jazz, porque es un hombre de swing que tocaba -y toca- batería, bajo, piano… Él me enseñó toda una serie de secretos. Aunque se dice que en el arte no hay recetas, él sí me enseñó algunos secretos del swing americano y me guió a descubrir la belleza que hay detrás del jazz, que es, sobre todo, una filosofía de la libertad.

Cuando uno está improvisando, se lanza al espacio, es como un entrar en éxtasis, como en estado de gracia en la meditación; porque uno se desconecta del plano físico, uno cierra los ojos y empiezan a suceder cosas mágicas. Después, cuando uno escucha lo que hizo, ni se acuerda de lo que pasó, porque no participa de una manera completamente consciente, sino que se deja llevar y salen cosas maravillosas.
Entonces este momento de descubrimiento del jazz fue uno de esos iconos en su vida. ¿Cuál otro puede rememorar?

Después empiezan a aparecer otras personas icónicas en mi carrera también, como Ella Fitzgerald, Nat King Cole, que fue un gran cantante, pero inicialmente fue un gran pianista del jazz.
¿Y pudo compartir con él en Tropicana?

No, porque él vino en el año 57 y yo entré a Tropicana en el 58. Estaba todavía con el cuarteto, después entré al Cabaret y de ahí fui a Nueva York. Te puedo decir que he tenido un desarrollo magnífico: en el ´58 estoy en Nueva York con el show de Tropicana, un año después salgo del cine Riviera para el Festival de la Juventud en Viena, una ciudad de arte a la que fui con una delegación de 150 artistas, la primera de la Revolución, en el verano de 1959 y que me dio la posibilidad de recorrer la Unión Soviética y de estar unos meses en París. Cuando regresé de Europa formé parte del grupo fundador del teatro musical de La Habana, con Alfonsito Arau, Chucho Valdés, Leo Brouwer y una serie de profesores que trajo Arau de todas partes del mundo. Después hice incursiones como solista en cabarets como el Oasis, de Varadero, con el que hice Cuando calienta el sol.

Después y de ahí me ve Enrique Núñez Rodríguez padre, me llevó para el teatro Martí, donde hice un trabajo increíblemente disímil, porque el teatro musical era lo más moderno.

Tuve tres etapas, Arau, Héctor Quintero y Margarita Alexander y alterné en el teatro Martí con Candita Quintana, Alicia Rico, Enrique Santiesteban y Carlos Montezuma, una serie de grandes figuras del arte vernáculo, en el que los actores apenas se aprendían los guiones, empezaban a improvisar y había contacto con el público –las llamadas morcillas, originadas espontáneamente-.

Cuando termino en el teatro Martí, ya estoy dispuesto como Showman, como me pusieron –no sé quien me lo puso-, El Showman de Cuba. Ya estaba preparado para trabajar en los cabarets. Yo planteaba en escena un trabajo tan completo e impactante que pasaba por el jazz, el piano, las tumbadoras y terminaba con una sátira. Cuando había algún artista detrás de mí se la veía difícil, porque representaba un reto superar el show; pero eso no pasaba mucho porque generalmente me ponían a cerrar.

A usted le han nombrado, justamente, Showman. Pero ¿cómo se autodefine usted mismo?

Yo fui deportista, campeón de triple salto y medallista de bronce en salto largo en el año 56. Me retiré en el 58 con dos medallas de plata contra México, pertenezco a los pioneros del atletismo en Cuba.

Practicaba mi deporte y siempre miraba a los atletas del decatlón, que tienen que entrenarse de una forma múltiple. Cuando vi a Pepín Ballán, un trompetista cubano ya fallecido que me encontré en París, en El Robinson, al lado del Molino Rojo, me impactó. Entonces dije: “esto es mi futuro, tengo que ser así”. Como tenía tantos recursos a la hora de elaborar mi espectáculo, me di cuenta de que lo que yo hacía era el triatlón o el decatlón, un individuo múltiple.

Yo nací cantando, podía vivir del canto, pero tenía afinidad con los instrumentos, también con la pantomima, la danza, la actuación, que aprendí en el musical. No podía cantar solamente y dejar las demás posibilidades.

Estuve un tiempo como excéntrico musical y compartí con Moralitos, un virtuoso de la marimba, en el Riviera. Mi autodefinición es la que utilizan, por ejemplo, en Canadá: un artista integral. Porque integro todas las artes. Incluso, en los últimos conciertos en Canadá y Estados Unidos, ha habido exposiciones de mis obras plásticas.

¿Cuándo se descubre como pintor?

Yo nací cantando y dibujando. Como practico yoga hace muchos años, creo en la reencarnación y por lo tanto creo que uno nace con atributos que vienen de otra vida.
¿Qué motivos lo inspiran a pintar?

La música es el más recurrente.
Los músicos ejecutando sus instrumentos, a veces de forma surrealista, otras de forma absurda y otras veces experimental o aleatoriamente. Aunque también hago otras cosas como dos cuadros que hice para una muestra erótica de un concurso en La Habana del Este, pero siempre relacionado con el arte.

¿En algún momento estudió pintura?

Estudié en Santa Clara con un profesor particular, durante unos meses. Después aquí en La Habana, pasé un curso de dibujo comercial por correspondencia; y después ingresé en una academia en Belascoaín, donde estuve cerca de un año, instruyéndome de todas las tendencias de la plástica y todos los tipos de grabado, dibujo, pintura; y de las diferentes técnicas y soportes que se pueden usar. Pasé también un curso de grabado y por la UNESCO tengo un título que me acredita como profesional de la plástica. Los pintores se sorprenden cuando ven mi obra. Aquí y fuera de Cuba.

¿Todavía sigue superándose Bobby?

Sí, aunque tengo cumplidos ya 77 años, sigo estudiando, leyendo. Tengo el orgullo de haber sido incluido en el Hall de la fama y haber recibido el Premio Nacional de Música. Pero ahora tengo, entre muchas cosas, un libro de cuentos humorísticos y reflexivos que será publicado por la editorial José Martí dentro de poco. Dos cuentos míos han sido incluidos en diferentes antologías y me han publicado varios artículos en revistas especializadas. Ya uno va tomando conciencia de que no puede entregarse a la pista como hace cincuenta o sesenta años, sino que hay que ir tomando la vida de una forma más pausada y es lo que voy a hacer: dedicarme más a la pintura y el dibujo y a la escritura.

Seguiré haciendo mis incursiones eventuales, componiendo y escribiendo música; y sobre todo dándole alegría a mi pueblo. Porque si bien es cierto que es muy importante conquistar los públicos del mundo, a uno lo que más le interesa es el público cubano. El jazz que yo hago es bailable, lo pueden bailar lo mismo los bailadores de Santa Amalia, cuando lo toco en swing; que el público del Maxim Rock, cuando toco la Timba y con el Montuno salen a bailar como si estuvieran en La Tropical.

¿Bobby, qué inquietud artística le queda todavía?

Es una pena que este país musical no tenga cine musical. Se han hecho algunas incursiones como Un día en el solar, Son o no son, Pataquín y La Bella del Alhambra, pero se han engavetado. Hace unos años hice una propuesta para hacer cine musical y no me hicieron caso, a pesar de que aún tenía la vitalidad para hacerlo, como actor, y tenía los guiones y el equipo. Además me explicaron que tampoco había directores para hacer cine musical. Entonces eso es lo que me gustaría, realizar una película musical.

Cuba tiene una herencia de jazzistas admirable. ¿Usted cree que las jóvenes generaciones de jazzistas, honren esa tradición?

Sí. Totalmente. Cuba tiene una magia y tiene algo más, algo que no se puede explicar con palabras, que brota de la tierra… Cuba es una fuente de talentos, de genios. Tanto en el deporte, como en la música, Bola de Nieve, Lecuona, Rita Montaner, Benny Moré… Los jóvenes jazzistas lo que hacen es continuar esa tradición. El jazz, para nosotros no era nada ajeno.

En La historia del Jazz en Cuba, de Leonardo Acosta, te das cuenta de que hace 100 años había una presencia cubana en New Orleans con el trompetista Manuel Pérez y viceversa, había músicos americanos aquí en Cuba.

En las escuelas de música no se estudia el jazz, ni música popular -lo que se imparte es música clásica, universal y cubana-, porque se cree que la música clásica es la que da la verdadera formación. Sin embargo, los músicos están al tanto de todo lo que acontece en el mundo del jazz. Pero ya se está valorando hacer una cátedra de jazz, que integre también la música popular.

Yo me siento orgulloso de ver el virtuosismo de los niños, de los jóvenes jazzistas en escena. Y me siento muy contento por esta celebración.
¡Son sesenta años de vida artística!

Por Lilien Trujillo Vitón

Geraldine Chaplín: Quiero ver cine de aquí

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Geraldine Chaplin consideró el filme Dólares de Arena su mejor película “y una de las mejores que he visto. Es magnifica, muy sutil, dice todo sin dártelo pre digerido”.

A la destacada actriz británica le fue entregado en la inauguración del 37 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano (3-13 dic) el Coral de actuación femenina correspondiente a la edición de 2014, por su protagónico en esa cinta.

Geraldine Chaplín: Quiero ver cine de aquí

Geraldine Chaplin. Archivo Internet.

La hija mayor de Charles Chaplin, uno de los más importantes cineastas de la historia, dialogó con Radio Cadena Habana (RCH) en el Hotel Nacional de Cuba, sede del evento cinéfilo.

¿Qué responsabilidad tiene el apellido Chaplin?

Ninguna, te abre todas las puertas, es maravilloso, es un regalo. Es maravilloso ser hija de un héroe mundial, él es mi héroe, ha dejado un legado para todas las generaciones del mundo y me siento totalmente orgullosa

La presidenta del jurado de largometrajes de ficción del festival de cine de La Habana, declaró sentirse “feliz de estar aquí. Vengo con alta responsabilidad y sobre todo con la sed enorme de ver cine latinoamericano, porque creo que es en América Latina donde ahora esta pasando algo con el cine. Es el cine que yo quiero ver” puntualizó.

Al referirse a la labor que desarrollará en la cita mundial del Séptimo Arte en La Habana subrayó que “al llegar vi una lista grande. Se que hay 23 películas y 28 cortos, tres al día esta bien”.

¿De sus películas cuáles les son más cercanas?

La que mas sentimiento guardo es Dólares de arena (de Laura Amelia Guzmán, República Dominicana) ninguna duda. También me gusta Nashville.

RCH recordó a  Geraldine Chaplin su interpretación en Cría Cuervos, de Carlos Saura (1976) y señaló: “La hemos visto hace 4 -5 años y aguanta, es impecable” y entonó entonces unas letras de Por qué te vas de Jannette, canción que se dio a conocer en la película y alcanzo mucho éxito.

También citó de Saura otros filmes en los que ella tuvo un papel protagónico como Peppermint frappé, Ana y los lobos, Mamá cumple cien años.

He trabajado con Jorge Sanjinés en Para escuchar el canto de los pájaros.

Filmamos en Bolivia a cinco mil metros de altura. Yo admiraba desde siempre a Sanjinés, y pensaba era imposible que yo entrara en una de sus películas, pero él escribió un guión donde había una mujer europea que se había casado con un chaman, y ¡me eligió a mi!”.

El dialogo con Geraldine nos condujo a su trabajo actual del que explicó: “Acabo de terminar una película de horror en Roma. Ahora he pasado al horror, he hecho todas las abuelitas, y ahora el terror. También he hecho una comedia francesa (Au delà des murs, Hervé Hadmar) y A monster calls (de Juan Antonio Bayona) con Sigourney Weaver, Liam Neeson. He hecho bastante este año”.

Acerca de su afecto por este festival durante el cual se proyectarán 444 películas en diez días, Geraldine Chaplin declaró:

Siempre ha sido especial para mi desde la primera vez que vine hace 30 años, he venido de visita también, el año pasado cuando la película estaba trabajando y no podía, pero ahora estoy otra vez. Quiero ver cine de aquí”.

Por Nancy Lescaille.

Con Almenares en Santiago de Cuba

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La música tradicional cubana mantiene su legado en la nueva generación de intérpretes e instrumentistas,  dispuestos a no dejar morir  la trova, popular estilo que surgió de la canción cubana, otorgándole privilegiado espacio en 1883 mediante el bolero  tristeza de Don José Pepe Sánchez.

Alejandro Almenares Sánchez es un artista que nació trovador, porque su padre Ángel Almenares Guirola,  le enseñó a tocar la guitarra y a  entonar  hermosas canciones,  que  lo convierten hoy  en el progenitor de la nueva generación de juglares santiagueros.

Alejandro Almenares Sánchez

Alejandro Almenares. Foto: Rubén Aja

Radio Cadena Habana  visitó recientemente  la Casa de la Trova Santiaguera, cuna de grandes del pentagrama trovadoresco y sitio  de obligada referencia. Allí los  jóvenes  tienen en Almenares a  uno de los artistas más representativos.

¿Maestro, por qué la trova?

Muy sencillo,  nací de un trovador por excelencia y por supuesto es lo que me queda a mí para brindarle al mundo.

¿Cuál es el secreto de un trovador?

El trovador tiene que crear cosas que le nazcan del corazón,  esa fibra que tiene que tener el trovador para cantarle a la mujer,  al amor, a la patria,  a lo que ve y a lo que no ve también.

¿Le gustaría interpretar otra música?

Mis comienzos fueron también en los tríos. Me encantan los tríos, pero me gusta toda la música en general  y por supuesto tengo que tocarla también. Dicen que el buen trovador tiene que interpretar  toda  la música, a las mil maravillas.

¿Qué se necesita para ser trovador?

Ser trovador no es fácil, con eso hay que nacer,  cuando uno nace con eso no hay quien lo borre, porque hay quien quiere ser trovador sin poder serlo, otros  quiere ser guitarristas. Y  hay quien aprende mucho pero sabe muy poco.  El buen trovador siempre hace lo que en verdad tiene que hacer.

¿En la actualidad usted es el músico más representativo de la trova santiaguera?,

Creo que he puesto  un granito de arena en cada joven,  para formarlos, tanto en la música como en lo personal, y les  trasmito mis conocimientos. Todos  los trovadores son mis hijos musical y espiritualmente.

Ellos siempre se acercan al árbol que da sombra.

Interpretando Gratos Recuerdos con  su inseparable guitarra nos despedimos de Alejandro Almenares,  el el viejo trovador santiaguero  que  le canta  a la vida y al amor en la hermosa tierra que habitamos.

Que gratos recuerdos
tengo de esa noche
que sin un reproche
me  diste tú amor
por eso te digo
muñequita linda
que nunca te olvides
de esa noche de amor ………..

Por Grisel Oquendo

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